EL USO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS PARA LA EDUCACIÓN QUE EXIGE LA SOCIEDAD ACTUAL.

En los últimos años la educación ha pasado a ser tecnológica y en muy poco tiempo ha sido considerada una modalidad educativa muy valorada por todos los sistemas de los diferentes niveles educativos.

Por lo anterior la educación es considerada una verdadera evolución hasta el punto de llegar a calificarse como un nuevo paradigma educativo, aunque posiblemente no se apreciaría un cambio real sino se sustentan los procesos de enseñanza-aprendizaje con soporte tecnológico.

Entonces, al valorar la imprescindible contribución de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), se podrá interpretar desde el punto de vista tecnológico y bajo sus propios criterios este tipo de educación.

En tanto, es preciso afirmar que los procesos de enseñanza-aprendizaje que se desarrollan en los entornos virtuales educativos deben originarse desde posiciones teóricas similares a las que ayudan a interpretar la construcción del conocimiento que se lleva a cabo en entornos educativos presenciales.

Además la incorporación de las TIC en el aula ha ocasionado un cambio sustancial, donde este tipo de educación y los procesos educativos que se llevan a cabo en los entornos virtuales de aprendizaje se explican preferentemente bajo consideraciones tecnológicas.

Por consiguiente uno de los conceptos que primordialmente se ha originado en el contexto de las escuelas en el aspecto tecnológico es la denominación del entorno virtual, el cual llega a ser considerado el soporte tecnológico que hace posible la existencia de la interacción virtual por medios tecnológicos.

A su vez, como complemento surge el término de contexto virtual cuyas características corresponden a la actividad educativa que enmarca las condiciones bajo las cuales se llevan a cabo las acciones de enseñanza-aprendizaje virtual y a partir de esta noción es posible reflexionar sobre aspectos de la educación tecnológica que suelen ser interesantes para optimizar la construcción del conocimiento de los estudiantes.

Por lo tanto, en los diferentes contextos virtuales se llevarán a cabo determinadas actividades de enseñanza condicionadas por diferentes factores, entre los que destaca la motivación del estudiante, el diseño y la transmisión de información o las comunidades virtuales de aprendizaje.

Una de las características que aporta el ajuste pedagógico a los procesos de la educación tecnológica es la naturaleza que puede tomar la interacción por medios telemáticos entre los diferentes actores que participan en la actividad educativa.

Si bien, será necesario además considerar que por interacción no se entiende la posibilidad de poner en contacto diferentes elementos de un sistema tecnológico y la interacción se interpreta como un tipo de actividad sociocultural que se podrá desarrollar en un determinado contexto virtual que podrá favorecer al estudiante.

También, si se parte del concepto de interacción virtual se podrá ampliar la reflexión educativa hacia áreas de conocimiento que puedan suponer aportaciones relevantes en la interpretación de los contextos virtuales.

Por consecuencia al desarrollar las consideraciones desde las que se pueden interpretar grandes aspectos de los procesos generales de enseñanza-aprendizaje en contextos virtuales, también es posible abordar temas como la colaboración y cooperación virtual, así como la enseñanza de estrategias de aprendizaje.

Sin embargo, al espectacular aumento de la demanda formativa a través de esta modalidad se precisa un análisis con la finalidad de hacer una evaluación de calidad en la educación tecnológica, para lo cual se requiere de criterios de calidad para dicho proceso.

Por lo que es preciso señalar que las nuevas tecnologías posibilitan la creación de un nuevo espacio social para las interrelaciones humanas, caso contrario de la escuela tradicional, la cual cumplió una importante misión en la historia, que fue la de garantizar el manejo ágil de las operaciones aritméticas básicas y el logro de un nivel aceptable del dominio lecto-escritor, satisfaciendo así las necesidades sociales e individuales básicas, pero no permitió la formación de individuos analíticos y creativos, investigadores, soñadores, visionarios, ni científicos.

Por lo que el mundo de hoy se ve enfrentado a la maravilla de la tecnología y junto con ello se sufre lo que Alvin Toffler llama “el shock del futuro”, que surge al enfrentar diferentes problemas como la explosión demográfica, la amenaza nuclear, etc., por lo que se internaliza como consecuencia y como una realidad de la complejidad del mundo de la ciencia, la tecnología y el desarrollo en el ámbito de profundas incertidumbres.

Entonces el siglo XXI se presenta con la apertura e internacionalización de la ciencia y la tecnología para el desarrollo, con los criterios de competencia, eficiencia, eficacia y efectividad, de un servicio con calidad, de la globalización y conformación de bloques económicos, del rescate de valores de tercera generación, entre otros.

Todo lo anterior, se da por el cambio en la sociedad y es importante señalar que no todas las escuelas responden a sus expectativas por lo que se le exigen profundos cambios a los diferentes sistemas educativos en busca de un desarrollo autodependiente, integral y sostenible.

Por lo tanto, frente al mundo de las incertidumbres y del cambio a la gran modernidad, se requiere la fortificación de la autonomía desde la política, la ciencia y la tecnología para la consecución del desarrollo autodependiente, integral y sostenible, y sus protagonistas definitivamente tendrán que ser la Escuela y el Educador.

Por lo que necesariamente se necesita formar una nueva Escuela y un nuevo educador para los nuevos requerimientos del siglo XXI, una educación que sea científica y tecnológica, humanística, ética y política, comprometida con el desarrollo autodependiente, integral y sostenible

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