Ensayo Ciencia Y Responsabilidad Social

CIENCIA Y RESPONSABILIDAD SOCIAL

“La ciencia, a pesar de sus progresos increíbles, no puede ni podrá nunca explicarlo todo. Cada vez ganará nuevas zonas a lo que hoy parece inexplicable. Pero las rayas fronterizas del saber, por muy lejos que se eleven, tendrán siempre delante un infinito mundo de misterio”

Gregorio Marañón.

Es sabido que el discurso de la ciencia como conjunto de conocimientos estructurados sistemáticamente, es un discurso de la objetividad, basado en los hallazgos y las explicaciones obtenidas en ámbitos específicos de observación, razonamiento y experimentación, a partir de los cuales se generan interrogantes, se plantean hipótesis, se deducen principios y se elaboran leyes generales guiadas bajo un método científico, el cual incorpora una serie de modelos y teorías en función de su práctica.

El objetivo del presente escrito, se basa en realizar una corta reflexión en torno a la función social de la ciencia como discurso teórico-práctico que debe asumir una responsabilidad global sustentada en leyes y principios que en sí mismos, deduce su carácter universal.

Sin lugar a duda, el científico enfrenta una compleja contradicción cuando su disciplina y campo de acción se equipara con el concepto de la responsabilidad social ; pues por una parte, radica el compromiso de la búsqueda de la verdad, la objetividad y el conocimiento; pero, por otra, se debe reconocer que su actuar como investigador al servicio de los avances de la ciencia, se encuentra ligado a las clases dominantes o estructuras del poder, si hacemos un análisis sociológico del fenómeno, que inevitablemente median en la organización de su trabajo.

Es así como muy pocos científicos desarrollan sus investigaciones y teorías de manera particular o aislada. Su actividad se encuentra mediada por el patrocino u apoyo financiero de quienes posibilitan un amplio reconocimiento en los círculos académicos; razón por la cual, la ciencia en cierta medida, ha respondido a los intereses de una clase dominante bien atenta a los grandes problemas económicos, políticos y sociales; generando entonces una cuestionable dependencia del científico a las instancias del poder.

Esto nos lleva a reflexionar en torno al carácter axiológico del concepto de la ética de la misma responsabilidad social; en tanto que ésta relaciona en su objeto de estudio las personas, las comunidades, las configuraciones histórico-culturales y el medio ambiente, teniendo en cuenta además, un amplio abanico de políticas, prácticas y programas integrados en la operación científico-investigativa. De modo que el científico como profesional y ciudadano no puede ser ajeno a las exigencias y responsabilidades que emanan de cada época o cultura.

Lo anterior –aunque un poco alejado de nuestro tiempo- es posible evidenciarlo con el caso de Albert Einstein, Premio Nobel de Física (1921) quien además de formular la teoría de la relatividad y sentar las bases para el desarrollo de la física estadística y la mecánica cuántica; logra encontrar el principio generador de la bomba atómica, un avance significativo para la ciencia, pero devastador para la sociedad; razón por la cual el científico se retracta de ello.

De esta manera, el físico desde una postura crítica y por ende, “ética”, decide renunciar a la Academia prusiana y alemana de la ciencia, pues consideraba que el objetivo fundamental de una academia era proteger y enriquecer la vida científica de un país, actitud que no evidenció en la época de crisis que enfrentaba Europa a comienzos de siglo.

Es evidente entonces que desde el contexto de la postguerra, el interés de los científicos y la academia se encuentra inspirado en la responsabilidad social como principio generador y equitativo del actuar de la ciencia. La ciencia a favor de las condiciones de igualdad, desarrollo y sostenibilidad de un mundo cada vez más cambiante. Un nuevo pensar la ciencia, ya no como actividad de laboratorio, sino como actividad con serias implicaciones a nivel social, económico y político.

En este sentido, la responsabilidad de la ciencia en la actualidad ocupa contextos sociales mucho más amplios entre ellos se destacan: lograr un verdadero equilibrio

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