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Sistema Electrico Motor


Enviado por   •  23 de Mayo de 2014  •  3.533 Palabras (15 Páginas)  •  313 Visitas

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El Motor Diesel en el Automovil

PARTE ELÉCTRICA DE MOTORES DIESEL

Para completar el estudio del motor Diesel en su aplicación a los automóviles no quedan por considerar todavía aquellas modificaciones en su circuito eléctrico que lo diferencian de la ya hoy complicada instalación eléctrica de un automóvil de gasolina. Por lo pronto sabemos que el motor Diesel carece de sistema eléctrico de encendido de modo que por aquí puede simplificarse la instalación. Pero, por otra parte, el motor Diesel es más difícil de poner en funcionamiento, sobre todo cuando está frío; además, la mayor relación de compresión a que somete al aire aspirado requiere un esfuerzo mucho más grande por parte del motor de arranque. Estos inconvenientes los han resuelto los ingenieros acudiendo a la energía eléctrica y así han aplicado a la cámara de precombustión unas resistencias eléctricas que proporcionan una gran cantidad de calor para calentar las cámaras antes del primer intento de puesta en marcha. Todo ello hace que se precie de una batería de acumuladores de mayor capacidad y de un motor de arranque más potente y, para el buen equilibrio de la instalación, de un alternador también capaz de una mayor producción de energía eléctrica.

Dadas estas condiciones, la parte eléctrica de los motores Diesel sufre algunas modificaciones de cierta importancia en el circuito general, y resulta muy conveniente para un mecánico electricista, acostumbrado a la instalación de los motores de gasolina, conocer las diferencias entre estos circuitos. Este es el objetivo de este breve capítulo.

De lo dicho se deduce que no vamos a entrar en detalles de todos aquellos elementos que son comunes a los automóviles equipados con motores de explosión y los equipados con motor Diesel, tales como los sistemas de iluminación, señalización, control, limpiaparabrisas, etcétera, sino que vamos a ceñirnos exclusivamente a aquellos lugares en los que humos de encontrar algunas diferencias.

Dificultades en el arranque

Como ya se ha podido ver por todas las explicaciones que sobre el motor Diesel hemos dado en páginas anteriores, la propia concepción del ciclo de este tipo de motor lo hace difícil de arrancar, sobre todo cuando el motor esta frío y mucho más si a ello se añade el hecho de que la temperatura del aire también sea muy baja. La razón es muy simple; Tratándose de un motor que produce el encendido de la mezcla del gasóleo con el aire en virtud de la temperatura que se alcanza al final de la compresión del mismo, es lógico pensar que se necesite una temperatura mínima por debajo de la cual el autoencendido de la mezcla ya no pueda realizarse. Si bien el aire sometido a una determinada y alta compresión siempre alcanza la misma temperatura de que se parte de modo que si el motor aspira el aire a 20 ºC la temperatura final de compresión será mayor que si lo aspira a 20 ºC bajo cero. Pero además ocurre que las paredes del cilindro están muy frías y el desnivel térmico que se produce es tan considerable que el calor adquirido por el aire es robado de inmediato por las partes frías que lo rodean de modo que, en estas circunstancias, al final de la compresión el aire comprimido puede llenar la cámara a una temperatura excesivamente baja e insuficiente para que el arranque se pueda producir.

Pero a ello hay que añadir todavía más factores. Por ejemplo, el gasóleo está también muy frío, resulta demasiado espeso y no se pulveriza tan fácilmente; el aceite de engrase del motor también está espeso y dificulta el giro de las partes móviles del motor; la batería, al tener frío el electrolito, no puede desarrollar toda su potencia y se agota momentáneamente con gran facilidad, etcétera. Todas estas condiciones adversas para el motor Diesel han sido solucionadas a base de unas resistencias calefactores que al calentar la cámara de combustión, o bien el aire de admisión, consiguen que las pérdidas de calor del aire comprimido sean lo suficientemente pequeñas para que la temperatura de autoencendido del gasóleo se mantenga y el arranque sea posible. Por supuesto, después que el motor ya ha conseguido arrancar el calor que genera la combustión se va acumulando y se consigue con ello que el conjunto se vaya calentando de modo que la temperatura de autoencendido se va incrementando poco a poco hasta el momento en que el motor ya está en condiciones conveniente para arrastrar al vehículo al que propulsa.

En los motores de inyección indirecta la puesta en marcha es todavía más difícil que en los motores de inyección directa, de ahí la absoluta necesidad del empleo de las bujías de precalentamiento que hemos visto en todos los ejemplos que hemos puesto a lo largo de este libro formando parte de las cámaras de turbulencia, Veamos a continuación qué son y cómo funcionan estos elementos.

Bujías de precalentamiento

Las bujías de precalentamiento, también conocidas también con el nombre de bujías de incandescencia, son en realidad unos calefactores que desarrollan gran cantidad de calor al ponerse incandescentes sus filamentos por el paso de una corriente eléctrica a través de ellos. En la figura 1 tenemos tres tipos diferentes de bujías de este tipo.

En la figura 2 podemos ver la sencilla constitución interna de una bujía de precalentamiento. Está constituida por una espiral de hilo de alta resistividad eléctrica, de un diámetro que oscila entre 2 a 3 mm. Este cuerpo tubular se fija al bloque del cilindro por medio de una tuerca hexagonal (A) que lleva el roscado exteriormente. El aislamiento entre el cuerpo tubular y el bloque del cilindro está asegurado por medio de un aislante. Cuando la corriente eléctrica atraviesa el filamento lo pone incandescente por el mismo principio utilizado en las estufas eléctricas de incandescencia, de modo que se irradia una gran cantidad de calor que puede ser del orden de los 800 ºC. Si en cada de las precámaras de combustión se dejan conectas estas bujías durante 30 a 60 segundos antes de intentar la puesta en marcha del motor se consigue que las precámaras se alienten a una buena temperatura que luego se trasladará al aire comprimido haciendo que éste proporcione una buena temperatura de autoencendido para el combustible. Esta es la misión de estas bujías.

Una vez que el motor ya caliente las bujías se desconectan y el motor se pone en marcha y funciona ya con su propia temperatura.

En la figura 3 puede ver el lector la disposición que unas de estas bujías adopta en una cámara de turbulencia de tipo Ricardo

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