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TEORIA DEL CONOCIMIENTO CIENTIFICO - KARL POPPER


Enviado por   •  6 de Junio de 2014  •  7.172 Palabras (29 Páginas)  •  2.686 Visitas

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TEORIA DEL CONOCIMIENTO CIENTIFICO

(Karl Raimund Popper)

DELIMITACION DEL TRABAJO

En el presente Trabajo queremos resaltar el pensamiento del autor Karl Popper, quien es conocido como uno de los más grandes filósofos del siglo XX; ya que el expresa el conocimiento, como la búsqueda de la verdad, puesto que el conocimiento humano es falible y nunca podemos conocer nada con seguridad, el solo hecho de buscar equivocaciones nos da la oportunidad de corregirlas.

El problema de la demarcación se refiere, dentro de la filosofía de la ciencia, a la cuestión de definir los límites que deben configurar el concepto "ciencia".

Las fronteras suelen establecerse entre lo que es conocimiento científico y no científico, entre ciencia y metafísica, entre ciencia y pseudociencia, y entre ciencia y religión. El planteamiento de este problema, conocido como problema generalizado de la demarcación, abarca estos casos.

El problema generalizado, en último término intenta encontrar criterios para poder decidir, entre dos teorías dadas, cuál de ellas es más "científica".

Tras más de un siglo de diálogo entre filósofos de la ciencia y científicos en diversos campos, y a pesar de un amplio consenso acerca de las bases generales del método científico, los límites que demarcan lo que es ciencia, y lo que no lo es, continúan siendo debatidos.

Algunos puntos a considerar

- Introducción a la Teoría del conocimiento,

- Objetivos,

- Definiciones,

- Breve Biografía Karl Raimund Popper,

- El conocimiento según Popper,

- Evolución y el Árbol del Conocimiento,

- Método Científico,

- Conocimiento y Árbol de la Vida,

- Racionalismo Crítico,

- Epistemología.

La teoría del conocimiento es una parte importante de la filosofía. Pero es difícil precisar cuál es su objeto y más aún cuáles son los resultados a los que se ha llegado en ella, sin indicar de antemano desde qué postura, o concepción filosófica se está hablando.

En el artículo sobre gnoseología pueden verse algunas indicaciones respecto a los diversos planteamientos filosóficos del problema del conocimiento, y la relación de la denominación «teoría del conocimiento» con otros términos como «epistemología». Aquí nos limitaremos a exponer brevemente los problemas fundamentales que plantea hoy una teoría filosófica del conocimiento.

De ellos el primero es la relación entre conocimiento científico y no científico. Otro problema importante es el de la relación entre esta teoría filosófica y las diversas disciplinas científicas que también se ocupan del conocimiento. Terminaremos aludiendo a las opciones filosóficas fundamentales en teoría del conocimiento.

1. El conocimiento científico y el no científico

En el contexto de la filosofía tradicional (escolástica, fundamentalmente) es normal referirse a varios tipos de conocimiento y establecer una jerarquía entre ellos. Empezando por el llamado conocimiento vulgar o del sentido común, se pasa inmediatamente al científico y se señalan después otras formas de conocimiento como el artístico, el filosófico, el religioso o el teológico, de los cuales este último suele ser considerado el más perfecto.

Dentro de este esquema es fácil advertir a veces un ligero desplazamiento hacia el irracionalismo, a partir del cual el conocimiento científico no sólo ocupa un lugar mínimo en la escala jerárquica de las formas de conocimiento, sino que incluso puede aparecer como verdadero desconocimiento, por su carácter parcial, limitado, etc.

Dentro de esta perspectiva, que llamaremos por denominarla de alguna manera «conservadora», adquieren pleno significado los planteamientos ciertamente metafísicos (en el mal sentido de la palabra metafísica) respecto a la posibilidad, límites y esencia del conocimiento.

Desde una perspectiva racionalista, sin embargo, el modelo de cualquier forma de conocimiento es el conocimiento científico. Si esta posición se lleva hasta su extremo puede llegarse incluso a negar que haya otra forma real de conocimiento que no sea el científico.

Nos parece que la postura más adecuada es la racionalista (que algunos denominarán cientificista) (cientificismo), pero siempre y cuando se mantenga respecto a la ciencia una postura suficientemente crítica (El mito de la ciencia). De acuerdo con esto no parece que tenga mucho sentido hablar de conocimiento religioso o artístico, y mucho menos considerar a estas «formas de conocimiento» como más «perfectas» que el conocimiento científico.

La misma idea de perfección no tiene mucho sentido aplicada al conocimiento, salvo para declarar que es perfectible. Y esto cuadra bien ante todo con el conocimiento científico. Otra cuestión es que los aspectos afectivos, emotivos, etc., que figuran en el arte o la religión cumplan también un determinado papel en la ciencia y que, por consiguiente, la separación de ésta con respecto a esas otras formas de pensamiento o de conciencia históricamente dadas sea más bien relativa.

En una teoría general del conocimiento, la teoría crítica de la ciencia ocupará por lo tanto un papel central; y paralelamente la problemática sobre las «diferentes formas de conocimiento» quedaría mejor tratada en una teoría previa sobre las «formas de pensamiento» en la que se distinguieran los aspectos histórico-sociológicos o institucionales de éstas (el arte, la religión, la ciencia) como partes de la cultura, de las cuestiones valorativas (su valor cognoscitivo en este caso).

2. Teoría del conocimiento: ¿ciencia o filosofía?

El conocimiento es un fenómeno con múltiples aspectos. Es un fenómeno psicológico, sociológico, biológico incluso. Cabe, pues, su estudio desde muchos puntos de vista, a partir de múltiples ciencias empíricas. También en el estudio del conocimiento científico cabe esta perspectiva científica, representada ya de hecho por la ciencia de la ciencia.

La epistemología genética de Piaget pretende también constituir una teoría general del conocimiento (de tipo racionalista: el conocimiento científico como modelo más desarrollado de cualquier forma de conocimiento) con base en los resultados de ciencias positivas que se ocupan de los procesos cognoscitivos, como la psicología genética fundada y desarrollada por el mismo Piaget, la biología, la sociología y la historia de las ciencias, etc. En el artículo epistemología se ocupan de este programa de investigación.

Por el momento aquí diremos únicamente que, en cualquier caso, no parece que pueda negarse que todas las investigaciones empíricas sobre los procesos cognoscitivos parten de preconcepciones filosóficas acerca de qué es el conocimiento qué entendemos por conocer la realidad sin las cuales no podrían orientarse aquellas investigaciones. Igualmente cabe señalar, al término del proceso, la posibilidad de diversas interpretaciones filosóficas de los resultados empíricos.

3. Teorías filosóficas del conocimiento

De hecho, las investigaciones sobre el conocimiento (de cualquier forma que se entiendan éstas: científica y filosófica) tienen que enfrentarse desde el principio con opciones de carácter estrictamente filosófico. Tal es el caso, fundamentalmente, de la opción necesaria a favor de una de las dos interpretaciones extremas: realismo o subjetivismo idealista.

La concepción realista parte del supuesto de que el mundo conocido es exterior al sujeto y de que constituye un ideal de nuestro conocimiento el adecuarse con una realidad previamente dada.

La actitud realista más consecuente es la que viene acompañada del calificativo «crítico». El realismo crítico añade al realismo la idea de que nuestro conocimiento nunca agota de forma definitiva, ni se adapta (o mejor, no sabemos si se adapta) de forma exacta a esa realidad previamente dada. Frente a esta posición, las diferentes formas de subjetivismo idealista, implican en diversa medida la idea de que el conocimiento es un asunto fundamentalmente subjetivo, sin que sea posible entender la conexión entre nuestro conocimiento y la realidad que pretendemos conocer.

Algunas concepciones actuales como el fenomenalismo, el operacionalismo, el instrumentalismo, representan en el fondo diversas variantes del idealismo subjetivo.

Respecto a los supuestos ontológicos que pueden acompañar a las diversas concepciones sobre el conocimiento, está claro que aunque no hay una reacción de implicación lógica, las posturas más coherentes con el realismo por una parte y con el subjetivismo por otra son, respectivamente, el materialismo y el espiritualismo o idealismo objetivo

Popper, filósofo y teórico de la ciencia, se halla entre los filósofos más influyentes de nuestra época. Sobre todo sus reflexiones en el ámbito de la teoría del conocimiento y de la filosofía social han fertilizado el pensamiento moderno.

En torno a 1930, en disputa con el positivismo lógico del Círculo de Viena, entre otros, desarrolló una concepción de la teoría de la ciencia que ha recibido el nombre de «racionalismo crítico». Popper renuncia a la idea clásica de un saber dotado de la garantía de la verdad. En consecuencia extiende la incertidumbre por principio a toda forma de conocimiento humano.

La obra, escrita bajo el prisma del racionalismo crítico, contiene 20 artículos constructivos y críticos sobre teoría de la ciencia, teoría del conocimiento, historia de la filosofía (presocráticos, Galileo, Berkeley, Kant), sobre preguntas del problema alma-cuerpo, filosofía del lenguaje, dialéctica, etc.

En el primer texto de la parte constructiva (conjeturas), «La ciencia: conjeturas y refutaciones», Popper esclarece su criterio de demarcación entre los enunciados científicos y los no científicos. Para el autor son científicos aquellos enunciados que pueden entrar en conflicto con observaciones posibles, o sea, son falsables. Según esto, las teorías no son conclusiones inductivas a partir de observaciones particulares («la inducción es un mito»); son suposiciones o invenciones que se someten a confirmación en la realidad. De acuerdo con esto, los experimentos y las observaciones tienen la función de descubrir defectos y errores en las respectivas teorías.

Tal como acentúa Popper en su artículo «Tres concepciones sobre el conocimiento humano», de acuerdo con el racionalismo crítico la ciencia aspira a las descripciones y explicaciones verdaderas del mundo, aunque su verdad nunca es absolutamente cierta.

Seguidamente Popper discute dos concepciones alternativas, a saber,

1) el esencialismo, según el cual las ciencias luchan por conseguir incuestionables explicaciones últimas, y

2) el instrumentalismo, que ve en las teorías solamente instrumentos útiles, pero no verdaderos para la deducción de conclusiones.

Popper considera el esencialismo, por una parte, como falso (problema de la certeza) y, por otra, como metodológicamente estéril, pues las apetecidas explicaciones últimas son un obstáculo para el descubrimiento de nuevos problemas que nos hacen progresar. Y considera desacreditado el instrumentalismo, entre otras razones, porque en él no puede explicarse la empresa de la ciencia, a la que de hecho sirve de guía el interés por la verdad y la falsedad. En consecuencia, para Popper es preferible una posición que ni exige explicaciones últimas ni renuncia a la idea de la verdad.

El conocimiento científico se caracteriza esencialmente por su progreso: se esbozan teorías que representan un acercamiento cada vez mayor a la verdad.

En el artículo «La verdad, la racionalidad y el desarrollo del conocimiento científico», Popper intenta precisar este pensamiento: ¿Bajo qué circunstancias una teoría t2 tiene una mayor semejanza con la verdad (verosimilitud) que su teoría precedente t1? Fundándose en la teoría de Tarski sobre la verdad como correspondencia (un enunciado es verdadero cuando lo que él afirma es de hecho el caso), Popper responde así a esta pregunta: el contenido de verdad (la correspondencia con los hechos) de t2, pero no su contenido de falsedad, supera al de t1, y/o el contenido de falsedad de t1, pero no su contenido de verdad, supera al de t2. Además a t2 hay que exigirle mayor sencillez, posibilidad independiente de comprobación y la superación de pruebas nuevas y más rigurosas.

En la parte crítica de su obra (refutaciones) Popper disputa, entre otros, con la forma de pensamiento dialéctico («¿Qué es dialéctica?»). La propia doctrina del método de Popper descansa en el principio lógico del tercero excluido. Si se presentan contradicciones entre enunciados (por ejemplo, entre una teoría y un dato de observación), por lo menos una de las dos proposiciones contradictorias no puede ser verdadera.

Teóricos del método dialéctico atacan el principio mencionado alegando que las contradicciones son fecundas para el progreso (del conocimiento). En cierto modo Popper está de acuerdo con esto, pero considera absurda la conclusión de que, por la razón mencionada, no deben evitarse las contradicciones, sobre la base de los siguientes motivos: si en un sistema de enunciados se admiten contradicciones lógicas, entonces:

1) pueden deducirse cualesquiera conclusiones, y tales sistemas teóricos son inutilizables para la ciencia;

2) se hacen posibles los blindajes dogmáticos de concepciones determinadas frente a la crítica, pues la crítica se basa en que es inadmisible la contradicción.

DEFINICIONES

Epistemología; conocimiento científico; teoría; hipótesis; análisis; Investigación; Falsabilidad, verdad.

La epistemología ha sido identificada por algunos pensadores como la teoría del conocimiento; y si a esto agregamos el hecho de que la palabra ciencia, etimológicamente significa conocimiento, tendríamos que concluir en una primera aproximación que la epistemología es una teoría de la ciencia o una filosofía de la ciencia.

Popper considera el conocimiento científico como el tipo de conocimiento mejor y más importante que tenemos, aunque él está lejos de considerarlo el único.

De acuerdo con Bache Lard "la epistemología permite pasar de un conocimiento menos verdadero a un conocimiento más verdadero" intenta descubrir la lógica del error para hallar la verdad objetiva y así exponer los resultados y métodos de la ciencia a una corrección constante; es decir a una búsqueda y eliminación de errores al servicio de la verdad, hallando "la correspondencia del conocimiento con su objeto" (Kant 2da ed; pag 82 y sgts).

El problema central de la epistemología ha sido siempre y sigue siéndolo es el del aumento del conocimiento, y el mejor modo de estudiar el aumento del conocimiento es estudiar el conocimiento científico.

Cuando Popper habla del desarrollo del conocimiento científico lo que tiene en mente no es "la acumulación de observaciones, sino el repetido derrocamiento de teorías científicas y su reemplazo por otras mejores o más satisfactorias".

Pues el examen crítico de nuestras teorías nos lleva a tratar de testarlas y derrocarlas, lo cual nos conduce a un más allá, a experimentos y observaciones que nadie habría soñado sin el estímulo y la guía tanto de nuestras teorías como de nuestras críticas a ellas.

Las ciencias empíricas son sistemas de teorías; las cuales a su vez son enunciados universales en donde nunca se puede tener la certeza que esta sea verdadera, ya que siempre cabe la posibilidad de que esta sea falsa debido a que existen verdades inciertas; incluso enunciados verdaderos que consideramos como falsas.

Según la tesis de Instrumentalismo de Popper, se concluye que la teoría no es otra cosa que una herramienta a un instrumento para predecir.

Para el autor todas las teorías son solo hipótesis; todas pueden ser rechazadas en todo momento al ser contrastadas con la realidad, es decir que no son verificadas empíricamente ya que se necesita una contrastación científica, pues el expresa que "no vale la pena buscar la certeza. Pero si vale la pena buscar la verdad"

El conocimiento científico se logra mediante la aplicación del método científico a la solución de problemas de investigación.

El conocimiento científico posee varias características que hacen que este sea diferente de otros tipos de conocimientos, debido a que está sometido constantemente a la duda metódica, tiene un origen empírico, es decir que dichas teorías, hipótesis, conjeturas son contrastadas con la realidad para encontrar la falsedad, ya que no hay verdades absolutas puesto que "el conocimiento científico es siempre provisorio o fundado en probabilidades" y su validez se basa o exige el acuerdo de la comunidad científica.

La investigación científica se especializa en crear conocimientos sobre la realidad social en donde se asocia la experiencia con su razonamiento y el conocimiento para tratar de eliminar los juicios de valor y las ideologías por medio del razonamiento inductivo, que para Popper es pasarse del estudio de unos casos particulares a una generalización que pretenda tener validez para todos los casos similares estudiados.

La epistemología o la lógica de la investigación científica deberían identificarse con la teoría del método científico las cuales puedan ser sometidas a crítica y reemplazados por otros mejores.

Popper afirma: "que la necesidad de un análisis puramente lógico de las teorías, que no tenga en cuenta el modo en que cambian y se desarrollan".

La teoría del método se ocupa de la elección de los métodos es decir, de las decisiones acerca del modo de los enunciados científicos y esta a su vez va ligada a la meta que se ha elegido.

El método científico es el camino por el que se debe incursionar paso a paso el investigador para recorrer las etapas requeridas de la investigación que busca desentrañar el sentido a la solución de un problema específico; este alude a las maneras de proceder en la investigación científica, donde el científico debe cerciorarse firme y sólidamente de la validez que va alcanzando la empresa investigativa, la cual requiere de revisiones permanentes a lo largo del proceso para convencerse de que nada ha faltado o de lo que es imperioso superar, los problemas o posibles errores con que pueda tropezar.

Lo que hoy se llama método científico no es una lista de recetas para dar unas respuestas correctas, a las preguntas científicas sino el conjunto de procedimientos por los cuales:

Se plantean los problemas científicos se ponen a prueba las hipótesis científicas… el método es normativo en la medida en que se muestra cuáles son las reglas del procedimiento que puede aumentar la probabilidad de que el trabajo sea fecundo. Dichas reglas sirven también para la detección de errores.

"El problema de la demarcación consiste en encontrar un criterio que nos permita distinguir entre ciencias empíricas y sistemas metafísicos", el problema de la demarcación es esencial y de cómo afirma Lakatos "tiene serias implicaciones éticas y políticas".

Para ampliar el concepto de los instrumentos utilizados en la epistemología contable, debemos tener en cuenta este punto de partida.

"El primero que la contabilidad no se a una ciencia y por ende este utilizando un lenguaje propio de otra categoría del saber" esta consideración excluye las ciencias sociales en especial a la contable por carecer de instrumental manejado para las ciencias naturales, en su campo científico y de la investigación.

"El segundo que la contabilidad es una ciencia pero está clasificada en las ciencias sociales, en este sentido estará utilizando para una ciencia un instrumental propio de un conocimiento con características diametralmente opuestas."

"Una tercera opción es que la contabilidad es una ciencia social y permite la utilización de instrumental metodológico que utiliza la ciencia natural, porque el método no es propio de la ciencia natural, sino de todas las ciencias lo que se puede dominar un mecanismo metodológico."

El carácter universal de las leyes nomológicas ha de ser entendido en términos relativos en la contabilidad, una ley contable o una mejor asunción contable, es universal en tanto cumple en todos los sistemas contables, pero al ser estos mutables la ley universal está sujeta cambios; Dice Tua con respecto a la demarcación de Popper.

FINES Y OBJETIVOS DEL CONOCIMIENTO CIENTIFICO

La finalidad de este tipo de conocimiento es en definitiva tratar de comprender los procesos o leyes que regulan la naturaleza, la historia o hechos sociales para que, en esta medida, poder transformarlos o modificarlos.

Podemos clasificar los objetivos de las ciencias en estos tres puntos básicos:

1. Explicar y comprender la realidad: Se entiende que algo queda explicado cuando es deducido de algún principio. El objetivo final de la ciencia sería por lo tanto encontrar unos principios últimos a partir de los cuales explicar todos los fenómenos de un determinado campo.

2. Predecir los hechos futuros: En ocasiones se entiende que algo queda explicado cuando se consigue descubrir su finalidad.

3. Manipular la realidad para ajustarla a los intereses humanos: Otra manera de entender la explicación de forma moderna es aquella que sostiene que algo queda explicado cuando puede ser encuadrado dentro de una ley.

El método científico es un conjunto de reglas básicas para desarrollar un experimento para producir nuevos conocimientos, y corregir e integrar los conocimientos preexistentes. En la mayoría de las disciplinas científicas el objetivo es reunir evidencia observable, empírica (es decir, basada exclusivamente en la experiencia) y metas mensurables y analizar el uso de la lógica. Para muchos autores el método científico no es más que lógica aplicada a la ciencia. La metodología científica, literalmente, se refiere al estudio de métodos y sobre todo el método de la ciencia, que se supone universal. Aunque los procedimientos varían de un área de la ciencia a otra (disciplinas científicas), son diferenciados por sus objetos de estudio distintos y es posible determinar algunos elementos que distinguen el método científico a otros métodos (filosófico, matemático…). La metodología científica tiene sus orígenes en el pensamiento de Descartes, que fue posteriormente desarrollada empíricamente por el físico inglés Isaac Newton. Descartes propone que, para alcanzar la verdad, es necesario actuar a través de la duda sistemática y la descomposición del problema en partes más pequeñas, las características que definen la base de la investigación científica. El Círculo de Viena añade a estos principios, la necesidad de control y el razonamiento inductivo (inferencia).Karl Popper demostró que ni la verificación ni la inducción sirven al método científico pues el científico debe trabajar con la falsedad, es decir, debe hacer una hipótesis y probarlas buscando no pruebas de que ella está correcta sino pruebas de que ella está equivocada. Si la hipótesis no resiste la prueba, se dice que fue distorsionada y se descarta. Si no, se dice que han sido corroborados y se aprueba. Popper también demostró que la ciencia es un conocimiento provisional, que trabaja a través de sucesivas distorsiones.

Thomas Kuhn señaló que los paradigmas son elementos esenciales del método científico, y los momentos de cambio de paradigma se denominan revoluciones científicas Más recientemente, la metodología científica se ha visto sacudida por las críticas del pensamiento cartesiano elaborado por el filósofo francés Edgar Morin. Edgar propone, en lugar de la división del objeto de investigación en algunas partes, una visión sistémica del conjunto. Este nuevo paradigma se conoce como Teoría de la complejidad (complejidad entendida como aquella que abarca la totalidad). En el método científico, la hipótesis es el camino que conduce a la formulación de una teoría. El científico, en su caso, tiene dos objetivos: explicar un hecho y prever otros acontecimientos derivados del mismo (para deducir las consecuencias). La hipótesis será probada en experimentos controlados de laboratorio. Si después de muchas experiencias, los resultados obtenidos por los científicos no son contrarios a la hipótesis, entonces el estudio es aceptado como una ley integrada a una teoría y/o sistema teórico.

Objetivo de la Ciencia, verdad y medidas de incertidumbre

Popper sostuvo que nunca podemos saber si una afirmación empírica es verdadera porque nunca podemos tener pruebas concluyentes de su verdad. Así, la certeza se convierte en inalcanzable. Por eso sostuvo que la meta de la ciencia era el acercamiento a la verdad o verosimilitud. Pero si esto es así, tampoco podremos saber si una teoría está más cerca de la verdad que otra. Para evitar este problema, Watkins propuso como objetivo de la ciencia la verdad posible. Pero Musgrave advirtió que la noción de verdad posible presentaba tantas dificultades como la de verosimilitud.

Ahora bien, como señala Termini, la propuesta popperiana de renunciar a la certeza coincide con la motivación inicial de Zadeh cuando introdujo su noción de conjunto borroso. De manera que, siguiendo algunas observaciones de Ostasiewicz sobre los aspectos filosóficos de la teoría de conjuntos borrosos, intentaremos una aproximación al problema de Popper desde una nueva perspectiva.

1. La noción de verosimilitud según Popper

Como señala M. Comesaña (1995, p.25), Popper ha sostenido en diversas oportunidades que la meta de la ciencia es la verdad. Esta afirmación puede, en principio, parecer trivial. Sin embargo, es una afirmación no sólo discutible sino, de hecho, fuertemente discutida por importantes epistemólogos, entre los cuales tal vez el más conocido sea Larry Laudan, quien ha sostenido con insistencia que tanto la verdad como el acercamiento a la verdad (Popper habla de verosimilitud) son metas que apuntan a un "utopismo epistemológico" (epistemic utopianism) (Laudan 1977, 1981 y 1984). De manera que la posición de Popper abre una discusión en torno al problema de si la verdad puede considerarse como el objetivo legítimo del conocimiento científico.

Sin embargo, Popper ha sostenido también que nunca podemos saber si una afirmación empírica es verdadera o falsa, y esto es algo que casi todos admiten si se entiende en el sentido de que nunca podemos tener pruebas concluyentes (incompatibles con la falsedad) de que un enunciado empírico sea verdadero.

De manera que la certeza es una meta inalcanzable, y nuestro conocimiento empírico es siempre falible. Ahora bien, si no podemos saber si un enunciado es verdadero, tampoco podemos saber si una teoría, esto es, un sistema de enunciados, es verdadera. Por eso Laudan acusa de utopismo cognoscitivo a quienes sostienen que la meta de la ciencia es la verdad, ya que sería irracional perseguir una meta cuando no se puede saber si se la ha alcanzado.

En este sentido, Newton-Smith coincide con Laudan y dice que Popper introdujo la noción de aproximación a la verdad o verosimilitud justamente porque advirtió la dificultad señalada y trató de proponer una nueva meta cuya consecución sí fuera reconocible.

Diversos autores, entre ellos los propios Laudan y Comesaña, creen que el intento de Popper no resulta exitoso y que la verosimilitud no puede evitar la objeción de utopismo cognoscitivo. El problema que advierten sería el siguiente: el reconocimiento de que se ha alcanzado una meta cualquiera M es lo que me permite reconocer que una teoría T' está más cerca de M que otra teoría T. Ahora bien, si no podemos estar seguros de haber alcanzado la verdad, entonces tampoco podemos estar seguros de haber alcanzado otra cosa, esto es, no podemos estar seguros de ninguna meta ni de estar acercándonos a ninguna meta. En efecto, como señala Comesaña, para cualquier meta M, si no podemos saber con certeza que la proposición "la teoría T' está más cerca de M que la teoría T", entonces tampoco podemos saber con certeza que la teoría T' está más cerca de M que la teoría T (p.26). Sin embargo, si aceptamos la propuesta de Laudan y admitimos que la verdad no es la meta de la ciencia, parece razonable señalar que resulta problemático llamar "conocimiento" a un conjunto de proposiciones no verdaderas. El problema es en realidad bastante antiguo. Como señala G. Klimovsky (Las desventuras del conocimiento científico, Buenos Aires, A-Z Editora, 1994, pp.21 y 55), ya Platón sostiene en Teetetos que existen tres requisitos o condiciones que se deben exigir para que pueda decirse que una proposición P expresa un conocimiento, a saber, las condiciones de creencia, verdad y prueba. Así, en primer lugar, quien formula la afirmación P debe creer en ella; además, el conocimiento expresado por P debe ser verdadero; y finalmente, deben ofrecerse pruebas de que P es una afirmación verdadera. Si no hay creencia, aun cuando existan verdad y prueba, no podemos hablar de conocimiento. Tampoco podemos hacerlo si no hay verdad, porque el concepto de "conocimiento" no puede asociarse a las afirmaciones que no corresponden con la realidad o con los estados de las cosas de que se trate. Y aunque hubiera creencia y verdad, si no existe prueba de que P es verdadera nos hallaríamos frente a una mera opinión, pero no ante un conocimiento.

De todos modos, en la actualidad ninguno de los tres requisitos se considera apropiado para caracterizar el conocimiento científico. En este sentido, la concepción actual de lo que debe entenderse por conocimiento es más modesta que la de Platón. En efecto, ya no exigimos una dependencia estricta entre prueba y verdad: sería posible que se hubiera "probado suficientemente" una teoría sin haber establecido su verdad de manera concluyente. De manera que pueda haber conocimiento científico sin que se requiera el cumplimiento de la condición de verdad.

Pero, si esto es así, y si aceptamos que la verdad es inalcanzable (en el sentido de que no podemos saber que la hemos alcanzado), parece sensato abandonar la búsqueda de la verdad como meta de la ciencia y reemplazarla, como propone Popper, por la verosimilitud.

Sin embargo, teniendo en cuenta las objeciones que recibe la noción de verosimilitud, algunos autores que siguen a Popper han propuesto tesis alternativas. Tal es el caso de Watkins.

2. Watkins: Una Visión Neopopperiana

El problema al que se enfrenta Watkins es el siguiente: la concepción popperiana de la ciencia tiene como punto de partida el rechazo total del inductivismo en cualquiera de sus variantes, que son básicamente dos: el inductivismo estrecho o ingenuo, denominado "verificacionismo", y el inductivismo sofisticado o "confirmacionismo". Según el primero, es posible dar una prueba de que las afirmaciones universales de la ciencia (esto es, las leyes) son verdaderas, y esto se logra presentándolas como conclusiones de razonamientos inductivos en cuyas premisas aparecen enunciados singulares observacionales. Para el confirmacionismo, por su parte, es posible lograr algo más modesto, a saber, se puede asignar a las leyes alguna probabilidad o algún grado de confirmación. Ahora bien, Popper aduce diversas razones para fundamentar su rechazo del inductivismo. Según él, no es posible verificar una afirmación legaliforme ni tampoco asignarle ninguna probabilidad, pero sí es posible refutarla, para lo cual alcanza con un contraejemplo. En esta línea, testear empíricamente una teoría consiste en tratar de refutarla: si no se logra refutarla, la teoría queda "corroborada", palabra que Popper utiliza para destacar que no está hablando de una confirmación inductiva. La teoría corroborada puede ser aceptada provisionalmente. La corroboración consiste solamente en el fracaso de los intentos de refutación, y no nos ofrece ninguna razón para creer que la teoría continuará funcionando en el futuro.

El hecho de que una teoría A se halle mejor corroborada que B no indica que A esté más cerca de la verdad que B, esto es, no indica que A sea más verosímil. De manera que, observa Comesaña, Popper no logra establecer el vínculo que necesitaba mostrar entre corroboración y acercamiento a la verdad.

Por su parte, Watkins intenta, en su Science and Scepticism (Londres, 1984), responder a la pregunta acerca de por qué la teoría mejor corroborada es la mejor teoría. La respuesta que ofrece, en líneas generales, es la siguiente: la teoría mejor corroborada es la mejor teoría porque es la teoría que, en su campo y en el momento presente, cumple mejor con el objetivo óptimo de la ciencia, entendiendo como tal un objetivo que cumple con cinco requisitos:

(1) ser coherente; (2) ser factible; (3) servir como guía para elegir entre hipótesis o teorías rivales; (4) ser imparcial; y (5) involucrar la idea de verdad. Para aclarar su posición se pueden ofrecer las siguientes precisiones: (a) un objetivo es incoherente si presenta componentes que apunten en direcciones opuestas, como por ejemplo "alcanzar la mayor felicidad para el mayor número", dice Watkins: en este sentido, concentrar un beneficio en poca gente puede ser correcto para el componente "mayor felicidad", pero incorrecto para el componente "mayor número"; (b) un objetivo es no-factible si sabemos que no puede ser cumplido; ahora bien, el objetivo propuesto puede ser de tres tipos: en primer lugar, alcanzar cierta meta; en segundo lugar, progresar hacia cierta meta sin alcanzarla necesariamente; y en tercer lugar, progresar en cierta dirección sin tener una meta última hacia la que se progrese; así, un objetivo del primer tipo es no-factible si sabemos que la meta es inalcanzable, pero objetivos del segundo y tercer tipo solamente resultan no-factibles si fuera imposible el progreso en la dirección que se pretende; (c) un objetivo que sea a la vez coherente y factible podría, no obstante, no proporcionar una guía respecto de la dirección que debemos seguir; así, si la ciencia debiera progresar con teorías cada vez más ϕ, donde ϕ es una propiedad que las teorías pueden tener en mayor o menor grado, pero no hubiera ninguna posibilidad de determinar si es verdadera o falsa la afirmación del tipo "La teoría T1 es más ϕ que la teoría T2”, el objetivo sería factible (puede que el paso de T2 a T1 fuera un progreso) pero no podemos saber si estamos avanzando en la dirección correcta; (d) la imparcialidad de un objetivo significa que debe ser equidistante de cualquier visión metafísica del mundo, en particular, no debe preferir, por ejemplo, las teorías deterministas por sobre las indeterministas, ni viceversa; (e) finalmente, decir que la verdad no es parte del objetivo de la ciencia es como decir que curar no es parte del objetivo de la medicina, aunque la verdad a la que se refiere Watkins es lo que llama "verdad posible"; como señala Comesaña, el retroceso de Watkins desde la verdad (a secas) hasta la verdad posible, pasando por la verdad probable, es un movimiento obligatorio para un popperiano consecuente (p. 91).

El movimiento sería el siguiente: si suponemos que el objetivo de la ciencia es la verdad, nos hallaríamos en una posición cercana al verificacionismo, donde se sostendría que la ciencia aspira a la verdad probada, y el sistema de proposiciones científicas adoptadas por una persona P debe ser para ella verdadero con certeza, en el sentido de que P sabe que los elementos de prueba de que dispone lo verifican. En una variante más atenuada, la certeza se convierte en un ideal lejano si no inalcanzable: podemos seguir aspirando a la verdad probada pero sólo podemos aproximarnos a ella a través de hipótesis cada vez más probables. Pero esta exigencia es no-factible para Watkins, por las razones ya mencionadas. De manera que, observa Comesaña dado que hemos retrocedido de "verdadero con certeza para P" a "probablemente verdadero para P", el próximo paso parecería ser "posiblemente verdadero para P". Para Watkins, "posiblemente verdadero para P" significa lo siguiente: un sistema S de hipótesis científicas es posiblemente verdadero para P si P sabe que S es internamente consistente y consistente con todos los elementos de prueba E disponible para P en un tiempo t. Sin embargo, este objetivo sigue siendo no-factible, porque S tiene infinitas consecuencias lógicas y P no puede, obviamente, formularlas todas, de manera que siempre puede suceder que entre las consecuencias no formuladas haya alguna que se contradiga con E. Así, Watkins debe aceptar que la formulación más adecuada de un objetivo factible es la que dice: la ciencia aspira a la verdad; el sistema de hipótesis científicas adoptado por P en un momento t debe ser posiblemente verdadero para P en el sentido de que, a pesar de sus mejores esfuerzos, P no ha encontrado ninguna inconsistencia ni en el sistema ni entre el sistema y los elementos de prueba disponibles para P (p. 96).

3. Musgrave Vs Watkins

Ahora bien, Alan Musgrave ("Popper on Induction", en Philosophy of Social Sciences, vol. 23, N°4, 1993, pp. 516-527) ha observado que, según el criterio de Watkins, nunca tendremos una buena razón cognoscitiva para adoptar "como verdadera" una hipótesis no implicada por los elementos de prueba ni probables con respecto a ellos: cuando Watkins dice que al adoptar un científico una teoría, lo que sucede es que el científico considera que la teoría es posiblemente verdadera o bien que es la mejor teoría en su campo; hay que aclarar que "adoptar " en este sentido no quiere decir "adoptar como verdadera", ya que no hay buenas razones cognoscitivas para hacerlo en la medida en que una teoría puede ser "posiblemente verdadera" (en el sentido de Watkins) aunque haya inconsistencias no detectadas en ella o entre ella y los elementos de prueba disponibles.

Desde el punto de vista de Musgrave, entonces, el retroceso de Watkins desde la verdad a secas a la verdad posible no constituye una estrategia adecuada para defender al popperianismo de las acusaciones de Laudan. Al parecer, tal defensa sería posible sólo en el caso de que pudiéramos vincular las nociones de verdad posible y acercamiento a la verdad. Comesaña observa que, en definitiva, lo que Musgrave le reprocha a Watkins es la búsqueda de una certeza metacientífica, es decir, la idea de que la evaluación de las teorías (que son falibles y conjeturales) debe ser infalible (p. 102). Comesaña por su parte coincide con esta posición.

4. Zadeh, ¿Es Popperiano?

Sin embargo, no es tan sencillo trasladar esta crítica al propio Popper. En efecto, como señala S. Termini en una nota de su trabajo “Notas sobre las medidas de borrosidad”, el mismo Popper ha reconocido que “es indeseable hacer un esfuerzo para incrementar la precisión como único fin, ya que usualmente esto lleva a la pérdida de claridad” y que “uno no debe nunca intentar ser más preciso de lo que el problema demanda”. Termini sostiene que esta afirmación de Popper coincide con la motivación inicial de L. Zadeh, cuando introducía su noción de conjunto borroso, y propone, siguiendo la línea de estas afirmaciones de Popper, abandonar en ciertos casos el ideal de la certeza y aceptar la existencia insuperable de lo que considera su opuesto, esto es, la vaguedad o, como suele también denominarla, incertidumbre.

BASES TEORICAS Y ORGANIZACIÓN DEL OBJETO DE ESTUDIO

La epistemología ha sido identificada por algunos pensadores como la teoría del conocimiento; y si a esto agregamos el hecho de que la palabra ciencia, etimológicamente significa conocimiento, tendríamos que concluir en una primera aproximación que la epistemología es una teoría de la ciencia o una filosofía de la ciencia.

La epistemología popperiana propuso un esquema seleccionista al rechazar la inducción y la verificación, y optar por la escogencia del mejor conocimiento disponible mediante el recurso a la crítica racional.

La filosofía de la ciencia comparte algunos problemas con la gnoseología, la teoría del conocimiento, pero la diferencia de ésta es que restringe su campo de investigación a los problemas que plantea el conocimiento científico y éste se ocupa de los límites y condiciones de posibilidad de todo conocimiento.

Según la teoría popperiana el proceso científico comienza cuando las observaciones entran en conflicto con las teorías existentes; entonces se proponen nuevas teorías que son sometidas a rigurosos pasos empíricos con el fin de refutar las hipótesis. Si una teoría es refutada, aunque sea por una única prueba en contra, debe abandonar el cuerpo de las teorías científicas. Por el contrario aquellas que sobrepasan al falsacionismo serán corroboradas y aceptadas.

El conocimiento según Popper Karl Popper lleva su pensamiento por dos caminos. Uno es la “búsqueda sin fin” en la que explica que toda teoría se puede cuestionar y por ello es necesario una búsqueda permanente de la parte científica y la organización política y social. El segundo camino es el “error fecundo”.

El Racionalismo Crítico se considera como la base fundamental de la filosofía poperiana, ya que este consiste en adquirir una actitud crítica frente a las teorías plenamente establecidas en la ciencia y se opone metodológicamente al positivismo lógico.

Popper considera el conocimiento científico como el tipo de conocimiento mejor y más importante que tenemos, aunque él está lejos de considerarlo el único.

De acuerdo con Bache Lard "la epistemología permite pasar de un conocimiento menos verdadero a un conocimiento más verdadero" intenta descubrir la lógica del error para hallar la verdad objetiva y así exponer los resultados y métodos de la ciencia a una corrección constante; es decir a una búsqueda y eliminación de errores al servicio de la verdad, hallando "la correspondencia del conocimiento con su objeto" (Kant 2da ed; pag 82 y sgts).

El problema central de la epistemología ha sido siempre y sigue siéndolo es el del aumento del conocimiento, y el mejor modo de estudiar el aumento del conocimiento es estudiar el conocimiento científico.

Cuando Popper habla del desarrollo del conocimiento científico lo que tiene en mente no es "la acumulación de observaciones, sino el repetido derrocamiento de teorías científicas y su reemplazo por otras mejores o más satisfactorias".

Pues el examen crítico de nuestras teorías nos lleva a tratar de testarlas y derrocarlas, lo cual nos conduce a un más allá, a experimentos y observaciones que nadie habría soñado sin el estímulo y la guía tanto de nuestras teorías como de nuestras críticas a ellas.

Las ciencias empíricas son sistemas de teorías; las cuales a su vez son enunciados universales en donde nunca se puede tener la certeza que esta sea verdadera, ya que siempre cabe la posibilidad de que esta sea falsa debido a que existen verdades inciertas; incluso enunciados verdaderos que consideramos como falsas.

Según la tesis de Instrumentalismo de Popper, se concluye que la teoría no es otra cosa que una herramienta a un instrumento para predecir.

Para el autor todas las teorías son solo hipótesis; todas pueden ser rechazadas en todo momento al ser contrastadas con la realidad, es decir que no son verificadas empíricamente ya que se necesita una contrastación científica, pues el expresa que "no vale la pena buscar la certeza. Pero si vale la pena buscar la verdad"

El método científico es el camino por el que se debe incursionar paso a paso el investigador para recorrer las etapas requeridas de la investigación que busca extraer el sentido a la solución de un problema específico; este menciona a las maneras de proceder en la investigación científica, don el científico debe asegurarse firme y sólidamente de la validez que va alcanzando la empresa investigativa, la cual necesita revisiones permanentes a lo largo del proceso para convencerse de que nada ha faltado o de lo que es imperioso superar, los problemas o posibles errores con que pueda encontrarse.

El conocimiento científico se logra mediante la aplicación del método científico a la solución de problemas de investigación.

El conocimiento científico posee varias características que hacen que este sea diferente de otros tipos de conocimientos, debido a que está sometido constantemente a la duda metódica, tiene un origen empírico, es decir que dichas teorías, hipótesis, conjeturas son contrastadas con la realidad para encontrar la falsedad, ya que no hay verdades absolutas puesto que "el conocimiento científico es siempre provisorio o fundado en probabilidades" y su validez se basa o exige el acuerdo de la comunidad científica.

La investigación científica se especializa en crear conocimientos sobre la realidad social en donde se asocia la experiencia con su razonamiento y el conocimiento para tratar de eliminar los juicios de valor y las ideologías por medio del razonamiento inductivo, que para Popper es pasarse del estudio de unos casos particulares a una generalización que pretenda tener validez para todos los casos similares estudiados.

La epistemología o la lógica de la investigación científica deberían identificarse con la teoría del método científico las cuales puedan ser sometidas a crítica y reemplazados por otros mejores.

Popper afirma: "que la necesidad de un análisis puramente lógico de las teorías, que no tenga en cuenta el modo en que cambian y se desarrollan".

La teoría del método se ocupa de la elección de los métodos es decir, de las decisiones acerca del modo de los enunciados científicos y esta a su vez va ligada a la meta que se ha elegido.

El método científico es el camino por el que se debe incursionar paso a paso el investigador para recorrer las etapas requeridas de la investigación que busca desentrañar el sentido a la solución de un problema específico; este alude a las maneras de proceder en la investigación científica, donde el científico debe cerciorarse firme y sólidamente de la validez que va alcanzando la empresa investigativa, la cual requiere de revisiones permanentes a lo largo del proceso para convencerse de que nada ha faltado o de lo que es imperioso superar, los problemas o posibles errores con que pueda tropezar.

Lo que hoy se llama método científico no es una lista de recetas para dar unas respuestas correctas, a las preguntas científicas sino el conjunto de procedimientos por los cuales:

Se plantean los problemas científicos se ponen a prueba las hipótesis científicas, el método es normativo en la medida en que se muestra cuáles son las reglas del procedimiento que puede aumentar la probabilidad de que el trabajo sea fecundo. Dichas reglas sirven también para la detección de errores.

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