ACERCA DE DONES Y ADQUISICIONES ¿DE QUE TRATA LA LIBRE EXPRESION?

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¿DE QUE TRATA LA LIBRE EXPRESION?

La lectura habla acerca de la educación plástica, pues nos dice que esta suele apelar a la libre expresión para dar sentido a la disciplina y delimitar su campo de acción. Pero hablar de libre expresión merece algo más que invocar estas dos palabras que parecen haberse convertido, por sí mismas, en el paradigma y la fundamentación de toda actividad plástica.

El concepto de libre expresión está conformado por dos términos: espontaneidad y libertad. Los cuales no son sinónimos, y nos dice que lo espontaneo alude a una calidad de pensamientos y acciones “naturales de la persona, sin intervención de motivos externos” mientras que la libertad se refiere a la capacidad del ser humano de “obrar de una u otra manera, según su propia elección”

Una propuesta didáctica apunta a la libertad no porque cada alumno “hace lo que quiera”, si no porque no todos lo hacen igual en cuanto a la educación plástica

Las distintas experiencias que el docente ofrece constituyen para los alumnos categorías donde lo plástico puede ser concebido como “realidad posible”.

Nos dice que hablar de expresión, es hablar de una capacidad propia del ser humano. Se refiere a una determinada calidad de manifestación, caracterizada por una intencionalidad de comunicación. Excepto a través de un determinado lenguaje. En el que intervienen:

*La necesidad, el deseo o la intención

*La organización operativa (¿Qué?, ¿Cómo? Y ¿Con que?)

*El empleo instrumental de los elementos (materiales)

La libertad y la expresión no son “dones” si no más bien conquistas que se logran progresivamente.

Hablar seriamente de libre expresión en la educación plástica significa el compromiso de brindar los medios y generar las condiciones que permitan a los alumnos conquistar esa libertad. No debe ser entendida como liberación emocional, si no como la gradual conquista de los medios que permitan idear y proyectar.

LOS INTERESES DE LOS CHICOS

En esta parte nos menciona que el docente, para concretar una propuesta, muchas veces contraria a la curiosidad de los niños, debía utilizar incentivos no necesarios, esta era la parte conocida como la clase de motivación. Entonces la educación plástica también participó en este proceso y recibió la idea de trabajar a partir de “los intereses de los alumnos”, o sea, trabajar a partir de lo que el niño tiene dentro de sí.

Un segundo aspecto a considerar es como trabajar con ellos en el aula. Se podría comenzar con el “campo de referencias de los alumnos” Pues el interés de los

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