Actividad Integradora Unidad 2 Entorno Sociopolítico Y Económico De México

Entorno Sociopolítico y Económico de México

Actividad Integradora Unidad 2

El cambio social en la Independencia de México

Es importante entender porque a lo largo de doscientos años, desde que México es un país libre e independiente, la herencia cultural, las condiciones, las ideologías, la situación económica, y los diferentes actores han influenciado de manera decisiva para consolidar un verdadero cambio social en el país.

Conocer la situación socioeconómica que reinaba en México en los tiempos previos y durante la independencia, es vital para comprender porque el cambio social fue tan lento. Porque aún con la conciencia clara de la problemática, nunca se soluciono a fondo, si no que fue a paso lento avanzando hacía una verdadera igualdad de clases, hacía una democracia real; por lo que debemos entender la historia, como un campo de acción entre clases y personas, y no solo como una sucesión de acontecimientos y transformación de las instituciones.

Después de casi trescientos años de dominio español, la historia sobre la sumisión de los indígenas y el abuso sobre ellos, fue casi la misma, debido en parte, a que la corona española dotaba de grandes extensiones de tierra a los nobles y soldados, y con ello jurisdicción absoluta sobre todos los indígenas que la habitaban, provocando con esto, la existencia de clases sociales muy marcadas: los indígenas, los mestizos (un grupo que se incrementó progresivamente durante la época colonial), los blanco, y los esclavos negros. Los mexicanos blancos a su vez estaban divididos.

La clase más alta era la de los peninsulares, aquellos nacidos en España, que se oponían a los criollos, descendientes de españoles que habían nacido y crecido en la Nueva España, con el tiempo el resentimiento de los criollos llegó a ser una fuerza que motivó más tarde el movimiento de la independencia.

La presión tan intensa y generalizada que en esta época se ejerció sobre el grupo indígena sólo tiene comparación con los peores momentos de la conquista y primeros años de la colonización. Las tierras comunales sufrieron ésta vez el asalto combinado de la hacienda y el rancho en expansión; grandes haciendas, ingenios azucareros, ranchos y estancias ganaderas convirtieron a los campesinos tradicionales en peones y jornaleros. Las transformaciones políticas, económicas y sociales que padece el país en esta época producen una gran inestabilidad, y con esto, el desequilibrio de la sociedad novohispana en todas sus clases, fue ya irremediable.

Ejemplo del desajuste social, fue el provocado por el crecimiento económico rápido y la aparición de nuevos grupos que no tenían cabida en el orden establecido; las castas, que hacia 1800 forman el 2% por ciento de la población total; menos numeroso pero de mayor peligrosidad política fue el grupo de los nuevos ricos que nació con el auge, estos individuos repentinamente enriquecidos se adaptaba en forma imperfecta al sistema, y eran frecuentemente rechazados por éste. Por otra parte, los criollos y mestizos empezaron a ser relegados, pues les fue negado el acceso a puestos y posiciones políticas importantes, así como a los altos puestos militares y eclesiásticos; marginándolos, de manera sistemática y creciente.

Así, desterrados de la vida política propiamente dicha, pero teniendo abierto el acceso a los cabildos municipales, los curatos y los niveles inferiores y medios del ejército, comenzaron a transformar estas instituciones en cuerpos políticos dedicados a la defensa de sus intereses. De ahí la participación de curas y oficiales del ejército criollos en todas las conspiraciones anteriores a 1810.

Otro factor fue la modernidad, la penetración en la nueva España de las ideas y la cultura del siglo de las luces. Con lo que se filtró en la vida corriente los principios del despotismo ilustrado, el filantropismo social, etc. La clase media mejor que ninguna otra, tenía conciencia de no se podía desarrollar en sociedad de acuerdo a su preparación y vocación, por lo que empezó a reunirse en torno de las artes y las ciencias, formando de esta manera una elite intelectual unida por la insatisfacción común. Económicamente improductivos, acaparaban un arma terrible: la ilustración,

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