Actores Del Proceso Educativo

Introducción

El liderazgo educativo busca despertar en el docente el interés por innovar su función primordial: conducir el proceso de aprendizaje de los alumnos hacia el logro académico. La idea es lograr una comunidad escolar más participativa y facilitar el desarrollo integral donde se hacen vida, en personas y comunidades, los valores de respeto y responsabilidad. Son líderes quienes introducen los cambios de paradigma a partir de nuevas perspectivas.

Las perspectivas que hoy se nos proponen son:

a. La educación para la vida, formulada sobre la base de cuatro pilares: aprender a aprender, aprender a hacer, aprender a convivir y aprender a ser.

b. La integración en el ámbito escolar de la educación basada en competencias.

c. La calidad de la educación.

d. La evaluación de la educación centrada en el logro académico.

Estas exigencias a las instituciones educativas se han ido fortaleciendo y el maestro, líder de la comunidad de aprendizaje, ha de tenerlas muy claras para asegurar mejores resultados a las nuevas generaciones. He aquí la propuesta sobre cada una, para su discusión y análisis:

De acuerdo con Abilio De Gregorio, una educación de calidad debe ser integral: completa y dirigida al desarrollo de todas las facultades específicamente humanas. Además, es indispensable una adecuada relación entre medios y fines (libros, programas, contenidos, metas, etcétera) y una eficacia que asegure el aprendizaje de los alumnos.

Existen también algunos rasgos más específicos, considerados como los indicadores de la calidad de un centro educativo; entre otros que:

a. La institución educativa favorezca en los estudiantes aprendizajes significativos con rigor científico y pedagógico.

b. La educación escolar ofrezca nuevas motivaciones a los alumnos.

c. Los estudiantes reciban una educación adecuada a sus rasgos personales.

d. En la labor educativa se integre a los padres de familia. Sin su presencia la educación escolar se limita a unas cuantas experiencias de formación.

En las instituciones educativas tienen un papel insustituible los alumnos, los directivos, los maestros, los padres de familia y la infraestructura escolar. Sin embargo, no es posible hablar de calidad en abstracto, sino referida a resultados concretos en el logro académico de los estudiantes. Por ello hoy existe una serie de indicadores para la evaluación de la calidad educativa que va de la evaluación de su estructura hasta la concreción en los aprendizajes de los alumnos. Esto se realiza a través de exámenes y pruebas comparativas que nos otorgan una información detallada de lo que los alumnos están aprendiendo. Tales pruebas son PISA, ENLACE, EXCALE, etcétera.

Las actuales reformas educativas, en todos los niveles, muestran la necesidad de incorporar nuevos elementos y enfoques en los programas, como las competencias y el aprendizaje a lo largo de la vida, entre otros.

Pero las reformas, las evaluaciones y los nuevos paradigmas no tendrán los resultados de aprendizaje esperados si no existe un mayor compromiso de los integrantes de la comunidad en la labor educativa y se deja solos a los maestros. La educación es responsabilidad de todos: de la nación entera, del gobierno y de las autoridades educativas, de la familia –en primerísimo lugar, como comunidad de aprendizaje ― por supuesto de la escuela, de las entidades culturales, en fin, de todos.

Entonces, ¿cómo hacer que todos participen de la educación, que la familia se convierta en una comunidad de aprendizaje, que los padres de familia participen de manera proactiva en las instituciones educativas?, ¿cómo facilitar la labor educativa del maestro y de la propia escuela?, ¿cómo reconvertir las escuelas en escuelas de calidad mundial?, ¿cómo lograr que los procesos educativos sean de calidad?, ¿cómo alcanzar la equidad en el aprendizaje? Y en todo ello, ¿qué papel juega el maestro en su función de líder de su comunidad?

1. Visión y compromtiiso del líder educativo

El liderazgo participativo es un fenómeno que se origina EN la comunidad, se promueve CON la comunidad y se desarrolla PARA el beneficio común.

Todo profesor ha de ser un líder en el ejercicio de su tarea docente. Esto significa actuar sin demora y promover el cambio de la realidad en que la que se desenvuelven alumnos, maestros y padres de familia. El liderazgo entendido así es una tarea compartida entre todos los responsables de la comunidad educativa. Los directores debido a su cargo, perfil y responsabilidad, han de ser líderes y actuar como tales e involucrar a todos los actores educativos hacia un mismo fin, a partir de la realidad de su comunidad.

Un auténtico líder piensa en grande. Es un visionario firmemente convencido de que la única manera de construir una sociedad es educando bien a las generaciones futuras. Un líder educativo tiene visión de futuro al plantear propuestas sobre la formación del hombre del mañana; no es un simple apaga fuegos inmediatista .

¿Cuál debe ser la visión de un líder educativo?

Su objetivo primordial ha de ir más allá de preparar a sus alumnos y hacerlos autosuficientes. Deberá persuadir y motivar tanto a ellos como a sus padres y al resto de la comunidad educativa para que quieran aprender a aprender a lo largo de toda la vida. Para ello, tendrá que ser creativo e influir positivamente en la sociedad.

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El auténtico líder educativo influye en los alumnos, en sus compañeros maestros y en los padres de familia para que todos juntos generen una sociedad más responsable y participativa.

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Como menciona Cañas, el líder debe actuar tanto en la educación formal como en la informal. La actividad educativa se da en variados ámbitos: familia, escuela, medios informativos, programas de televisión, páginas de Internet, entorno sociocultural, etcétera. Por eso, el líder ha de potenciar las sorprendentes capacidades humanas aprovechando las nuevas fuentes de conocimiento

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