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Antecedentes Y Origen Del Pensamiento Juridico Occidental


Enviado por   •  5 de Octubre de 2011  •  7.131 Palabras (29 Páginas)  •  1.519 Visitas

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INTRODUCCION

El derecho es un fenómeno esencialmente social. El hombre está hecho para vivir en sociedad, pero esa convivencia no sería posible si cada uno de los componentes de esa sociedad hiciese lo que le viniera en gana. Un agregado humano que convive en un determinado territorio, pero privado de la más elemental organización no sería nunca una sociedad. Para que se pueda hablar de verdadera sociedad se requiere el reconocimiento de un conjunto de reglas, de normas de conducta que hagan posible la vida pacífica, el desenvolvimiento normal de la actividad de los asociados, con el convencimiento de parte de ellos que la violación de tales normas trae consigo una sanción, un castigo.

El hombre que vive en sociedad distingue perfectamente un conjunto de reglas, de normas que él puede cumplir o no, como son las de cortesía, urbanidad, etiqueta, y otras que son de cumplimiento obligatorio y cuya violación acarrea una sanción. Estas reglas obligatorias cuyo incumplimiento da lugar a una sanción son las normas jurídicas, las cuales constituyen el derecho en sentido general.

El orden social no puede de ninguna manera, asegurar solo la convivencia humana de la colectividad, hace falta que ese orden social y ese sistema de controles sociales sea apuntado por el orden jurídico y también por un sistema de controles jurídicos.

En la actualidad, comenzando el siglo XXI se estudia todavía el Derecho Romano analizando aquellas viejas normas por las cuales se rigió el pueblo romano en el antiguo Lazio y muchos nos preguntaríamos el por qué se ha mantenido su estudio a través de las épocas.

El pueblo romano demostró una especial aptitud para el derecho, así como el pueblo griego la tuvo para la filosofía.

Ningún pueblo de la antigüedad demostró mayor sentido jurídico y se dice que los romanos sintieron el derecho como poesía, esto es, como vocación espiritual que era intuición y arte.

LA ESTRUCTURA SOCIAL DE LA POLIS GRIEGA Y LA CIVITAS ROMANA

Las polis son una de las características que mejor definen la civilización griega porque representaban el centro político, cultural y ciudadano de la sociedad griega. Aparecieron alrededor del siglo VIII a. C. Cada una de estas ciudades o Estado se consideraba como una especie de nación separada e independiente y denominaba «extranjeros» a los habitantes de las demás polis. A pesar de esta autonomía y de que luchaban hasta la muerte por su libertad e independencia, todas se consideraban parte de una misma civilización. Este sentimiento estaba basado en una lengua y unas religiones comunes, una tradición legendaria y grandes creaciones culturales en los campos del arte, literatura, ciencia y filosofía. Paradójicamente la hostilidad entre polis fue la que desencadenó la Guerra del Peloponeso, conflicto que permitió la conquista de Grecia por Filipo II, rey de Macedonia y la unificación política y la supresión de la autonomía de las polis llevada a cabo por su hijo Alejandro Magno.

Surgió para satisfacer las necesidades vitales del hombre, pero su finalidad es permitirle vivir bien. El hombre que, naturalmente y no por azar, no viva en la polis es infrahumano o sobrehumano

Aunque el fenómeno urbano y las ciudades-estado son realidades históricas anteriores a los griegos, su concepto de polis es totalmente original, hasta el extremo de ser uno de los rasgos que identifican la civilización griega.

La ciudad para los griegos no es únicamente el centro político, económico, religioso y cultural, sino un ideal de vida, la forma más perfecta de sociedad civil. En ella se integran de forma armónica los intereses del individuo con el Estado, gracias a la ley, y con la comunidad, mediante la participación del ciudadano en los asuntos públicos. En definitiva, la ciudad es un elemento distintivo del hombre civilizado.

El concepto de ciudad-Estado presenta una diferencia sustancial con la idea moderna de nación: para los griegos la polis no se identifica con un territorio sino con el conjunto de sus ciudadanos, por eso, aunque se hubiese perdido el territorio en alguna contienda, si el cuerpo cívico había sobrevivido y podía rehacer sus tradiciones en otro lugar, consideraban que la polis estaba a salvo.

El nacimiento de la polis es fruto de un largo proceso. Durante la edad Oscura, s. XII a VIII A.c., los habitantes de la Hélade vivían dispersos en aldeas, organizados en torno a vínculos de sangre. Fue en la época arcaica, a partir del s. VIII a. C., cuando estas localidades se reunieron en agrupaciones urbanas a las que fueron llegando también artesanos y comerciantes dando lugar a la polis; este fenómeno se conoce con el nombre de sinecismo.

Poco a poco las polis se convirtieron en una comunidad política con leyes e instituciones propias en la que sus habitantes ejercían una intensa vida cívica, más importante para el ciudadano que la vida privada, refrendando así la máxima de Aristóteles de que el hombre es un animal político.

En este incipiente núcleo urbano se levantaron dos espacios; en la parte más elevada, la acrópolis (ciudad alta), zona fortificada con templos, destinada al culto religioso y a proteger a los habitantes en caso de peligro; y en la parte baja, los grandes espacios públicos como santuarios, teatros, gimnasios y el ágora ("plaza"), lugar dedicado a la vida civil, institucional y económica. La más representativa fue el ágora de Atenas. En torno a estos edificios públicos se desarrollaba una red de calles residenciales

Para garantizar la seguridad de la polis se amurallaba todo su perímetro. La estructura urbana de estas ciudades era caótica porque los barrios se construían sin ningún orden adaptándose a la topografía del terreno. A partir del s. V a. C, las ciudades de nueva construcción y los nuevos barrios siguieron un plano ordenado, con calles paralelas y perpendiculares entre sí, formando una cuadrícula geométrica

La sociedad estaba compuesta por ciudadanos aristócratas, que formaban la cúspide y provenían de las familias con más historia y riquezas de la polis; los éticos, o ciudadanos influyentes con papeles de desempeño en el funcionamiento de la polis; los damodeys, integrantes del demos, ciudadanos con derechos, voz y voto; y los emotai, personas sin derechos en la polis, ya sea porque eran desterrados u ostratizados de otras polis, o porque los perdieron por algún delito. También existían algunos

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