Apologética

1. No existe un espíritu que sobreviva a la muerte.

Según diversas doctrinas, la biblia no apoya la existencia de lo que en español decimos “Alma” la cual sobrevive a la muerte física.

Utilizan como pasajes versículos como los siguientes:

EC.9.5

Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido.

Para refutar la inconsistencia de análisis de este pasaje veamos un verso más atrás para comprender el significado de estas palabras:

EC. 9:3

Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que un mismo suceso acontece a todos, y también que el corazón de los hijos de los hombres está lleno de mal y de insensatez en su corazón durante su vida; y después de esto se van a los muertos.

EC. 9.4

Aún hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto.

EC.9.5

Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido.

Analizando los tres versículos vemos que el autor habla de un mal, un mal que acontece a los que están vivos (la muerte). Dice que un mismo suceso acontece a todos y que el hombre está lleno del mal e insensatez durante su vida.

Y sigue, “aún hay esperanza para los que están vivos”… Ve el autor “todo lo que se hace bajo el sol”, indicando la vida misma como tal, razón por la cual solamente mientras se vive se puede hacer alguna cosa, la que sea.

Finalmente señala que los vivos saben que han de morir, pero los muertos no saben nada, y que su memoria es puesta en el olvido (el recuerdo de ese ser, porque con el pasar de los años la gene lo olvida).

Si se refiriera a la memoria del muerto como tal, ¿cómo puede ser puesta la memoria en el olvido? Por tanto concuerda más al decir que el recuerdo de esa persona es puesto en el olvido, es decir, los que viven lo olvidarán.

También puede referirse a que su memoria (la del muerto) es puesta en el olvido de los que viven.

Ahora sobre el punto de que los muertos no saben nada. Notemos que el autor se refiere a lo que espera el que está vivo. El que vive sabe que va a morir, pero el muerto no sabe que le espera.

Es decir, la expresión “no saben nada”: aquí denota que no saben que les espera, debido a su conexión con el tema tratado que es que los vivos saben, esperan la muerte.

Esto concuerda con la interpretación católica que señala que la revelación ha sido progresiva. Si todo hubiera sido enseñado, no habría sido necesario que Jesucristo dijese que el espíritu santo :

JN.16.13

Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.

JN.8.32

y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

Los anteriores pasajes demuestran que en el antiguo testamento no se conocía a profundidad la verdad sobre estos temas. Más adelante en la venida de Cristo se puede ver a Moisés y Elías hablando con Jesús:

LC.9.31

quienes aparecieron rodeados de gloria, y hablaban de su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén.

Ellos hablaban con Jesús de un tema muy importante, sobre su partida hacia Jerusalén, pues allí se cumpliría lo dicho por los profetas:

HCH.17.3

declarando

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