BIOGRAFIA SAN JUAN BAUTISTA DE LASALLE

LA ESCUELA UN SUEÑO DE INVESTIGAR QUE AUN NO SE CUMPLE

YENNY CASTIBLANCO *

En la rutina diaria de los docentes se halla frecuentemente la queja del poco o nulo interés que los estudiantes tienen por el conocimiento, se oye recurrentemente en las salas de profesores afirmaciones como, “No, a esos muchachos no les interesa nada”, “ Tanto que preparé ese tema y esos niños no pusieron atención” o “Quien sabe que querrán aprender esos muchachos, porque nada de lo que les propongo les gusta”, y muchas otras parecidas que cotidianamente se dan en nuestras escuelas; claro que como respuesta a estas quejas casi siempre se oye decir a los docentes o directivos: “ Los niños y jóvenes ahora son así” y listo, con eso nos conformamos y seguimos nuestro cotidiano sin analizar las causas verdaderas de ese desinterés. Pero realmente, ¿será que los niños y jóvenes de nuestras clases son así o es que algo ha pasado y la escuela no los inspira?, ¿no será que estamos siendo víctimas como docentes de nuestros propios inventos? Durante los siguientes párrafos intentaré dar argumentos sobre dos cuestiones, la primera es si los niños desde muy corta edad pueden tener herramientas efectivas en la realización de procesos investigativos y en segundo lugar daré argumentos sobre como la escuela formal ha sido la culpable que los niños, niñas y jóvenes siendo investigadores natos, están perdiendo angustiosamente el amor y la pasión por el conocimiento.

Los Investigadores se Hacen o Nacen?

Una de las necesidades primarias de cualquier ser humano es conocer. Imagínese usted querido lector como el primer ser humano sobre la tierra; ya lo imaginó, ahora dígame ¿Qué haría usted inicialmente? ; Si, ver su alrededor , tocar su alrededor, oler su alrededor , sentir su alrededor y probar su alrededor; ya se dio cuenta cierto , utilizaría sus cinco sentidos para conocer su entorno y así poder interactuar con él ; pues lo mismo le pasa a un niño, desde que nace el interactúa con su entorno logrando conocimientos sobre él y así inteligentemente poder cubrir sus necesidades. Según Francesco Tonucci “Desde su nacimiento, el niño conoce el mundo que le rodea, lo conoce y de manera adecuada, es decir, funcional respecto a sus exigencias. Inicialmente se conocerá a el mismo, conocerá sus propias manos, sus pies , luego lo que está en la cuna, las caras que se inclinan hacia él, las más frecuentes y ligadas a la satisfacción de sus necesidades…Se trata, en una palabra, de un ambiente que va ampliándose, que se descubre a medida que las capacidades del conocimiento del niño se desarrollan, Al principio solo lo que está al alcance de sus manos, más tarde las cosas observables con la vista, luego lo alcanzable a gatas, por último la casa entera…..Pero lo que más nos interesa es observar de qué manera el niño , en cada momento conoce con la precisión de un investigador.” (Tonucci, La investigacion como alternativa a la enseñanza, 1999, págs. 31-32) . Para que un niño recién nacido logre sobrevivir en el mundo debe investigar, esta no es una posibilidad es una exigencia natural, es así como podrá relacionarse y hacer parte de una familia, una comunidad y una sociedad. A muy corta edad los niños entienden que sus propios cuerpos tienen las herramientas suficientes para conocer lo que el necesitan, allí sus cinco sentidos y su inteligencia son aquellos elementos que le pueden procurar suplir sus necesidades de alimento, atención, cariño etc. Su mundo se los pide y es imposible no hacerlo, el niño no se niega, no pone objeción a conocer, al contrario se deleita segundo a segundo con las cosas nuevas que se encuentra, para el niño es una pasión el conocimiento y el aprender una gran aventura.

Varias son las evidencias presentadas por los niños, que hacen ver claramente que son investigadores, algunas de ellas son;

• El niño utiliza sus sentidos y los pone a prueba con su mundo exterior.

• La manera como el infante observa atentamente las características de los objetos, personas, situaciones que los rodea y como él logra realizar relaciones coherentes frente a la funcionalidad de cada uno de ellos en su entorno.

• La experimentación directa a cerca de cuáles son las reacciones de dichos objetos y personas frente a algunos estímulos (es fácil ver como los niños desde muy pequeños prueban como un grito, un juguete que se lanza o una risa tienen un resultado particular y repetitivo en los objetos y personas que componen su entorno) y logran comprender como pueden utilizar dichas reacciones a su favor.

• El niño comprende a través de su experimentación que cada acción suya tiene una respuesta, por tanto entiende que su mundo cambia y que él debe mejorar día tras día sus conocimientos y habilidades para poder servirse de las cosas que existen. Un ejemplo básico es como los niños aprenden a desplazarse, su cuerpo en un inicio no tiene movimientos de desplazamiento, todo lo hacen los adultos, lo mueven de un lado a otro, pero el observa y piensa en si es autónomo con sus movimiento podrá ir al lugar que desea y no al que el adulto lo lleve y es así como obliga a su propio cuerpo a ir mejorando día tras día el movimiento, el niño trata de erguirse, luego se sienta, gatea, intenta pararse sujetándose de algunos objetos , da pasos cortos y finalmente logra caminar y desplazarse autónomamente, todo esto lo hace a partir de sus propias experimentaciones y su necesidad de mejorar continuamente.

• Una de las características primordiales de investigador es el hacerse preguntas, el niño lo hace perfectamente, sin temor, sin ninguna contemplación a ser tildado como repetitivo y mucho menos sentirse menos inteligente si pregunta. Los niños preguntan por lo que no conocen y creen firmemente en que si encuentran las respuestas a sus preguntas, ese conocimiento les va a servir para interactuar en su entorno, es decir todo lo que logren conocer lo van a utilizar en su cotidianidad.

• Por último, el niño es capaz de realizar hipótesis sobre por qué ocurren ciertos fenómenos en su entorno y además de generarse hipótesis el niño intenta experimentar para corroborarlas o negarlas.

Bien, pareciera por todas las anteriores evidencias, que sin objeción alguna los niños nacen siendo investigadores natos, la naturaleza los ha dotado desde siempre con las herramientas necesarias para realizar un proceso efectivo en la búsqueda del conocimiento y durante toda su etapa de infancia, antes de entrar al escuela formal, el niño es un investigador de tiempo

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