BODEGON HOLANDES

Bodegón holandés del S. XVII. Pintura al óleo. ITESO.

Contexto histórico (político, social, económico y tecnológico)

En 1568 las Siete Provincias que firmaron la Unión de Utrecht montaron una rebelión contra Felipe II de España que llevó a la Guerra de los ochenta años. Antes de que se pudieran reconquistar por completo los países bajos estalló la guerra entre Inglaterra y España, obligando a las tropas de Felipe II a detenerse. Mientras tanto, las tropas españolas ya habían conquistado las importantes ciudades comerciales de Brujas y Gante. Amberes, que era quizás el puerto más importante del mundo, tenía que ser conquistado. El 17 de agosto de 1586 sucumbió Amberes a las fuerzas españolas, estableciendo los límites de los Países Bajos del Sur (la mayor parte de la Bélgica de hoy). Las Provincias Unidas (los Países Bajos actuales) siguieron luchando hasta la Tregua de los Doce Años, que no puso fin a las hostilidades. La Paz de Westfalia finalmente puso fin a la Guerra de los Treinta Años en 1648.

Bajo las condiciones de la rendición de Amberes en 1585, se le dio dos años a la población protestante (indispuesta a convertirse) para cerrar sus asuntos y dejar la ciudad y el territorio de Habsburgo. Se llegó a arreglos similares en otras localidades. Muchos de los habilidosos artesanos y ricos comerciantes de las ciudades portuarias de Brujas, Gante y Amberes eran protestantes, quienes emigraron al norte entre 1585 y 1630. De estos, muchos se establecieron en Ámsterdam, que en 1585 era un pequeño puerto, y para 1630 ésta ciudad se había convertido en uno de los puertos y centros comerciales más importantes. Esta migración de Flandes y Brabante fue una de las fuerzas más importantes para la formación de la Edad de Oro holandesa.

Hubo otros factores que favorecieron el florecimiento del comercio, la industria, las artes y las ciencias de este período. Una condición necesaria fue el suministro de energía barata de molinos y de la turba (material orgánico, de color pardo oscuro y rico en carbono formado por una masa esponjosa y ligera que se emplea como combustible y en la obtención de abonos orgánicos) que era fácilmente transportada por canales a las ciudades. La invención del aserradero hizo posible la construcción de una flota masiva de barcos para el comercio internacional y para defender los intereses económicos de la república por medios militares.

Durante la última parte del siglo 16 los holandeses, quienes tradicionalmente eran hábiles marinos y diestros en la elaboración de mapas, obtuvieron una posición cada vez más dominante en el comercio mundial, que antes había sido ocupada por los portugueses y los españoles.

En 1602 se fundó la Dutch East India Company, la primera corporación multinacional, financiada por el intercambio de acciones que establecieron el primer mercado bursátil moderno. Esta compañía obtuvo el monopolio del intercambio económico con Asia, que conservaría durante dos siglos. Se convirtió en la empresa comercial más grande del mundo del siglo 17. Se importaban especias en grandes cantidades de las cuales se obtuvieron enormes ganancias, dadas las dificultades que esto implicaba y la demanda aparentemente insaciable. Para financiar el comercio de la región se estableció el Banco de Amsterdam en 1609, que fue el precursor, si es que no fue el primer banco central.

En 1640 la Dutch East India Company (VOC) estableció un monopolio de comercio con Japón por medio del puesto comercial de Dejima, haciendo posible también el intercambio con China. Hasta 1854 los holandeses eran la única ventana al mundo occidental. El conjunto de conocimientos científicos europeos se llegaron a conocer como Rangaku, o “conocimiento holandés”, dado que los holandeses fueron los responsables de que el conocimiento de la revolución industrial y científica europeo llegara a Japón. Durante el siglo 17 y 18 Holanda fue posiblemente la nación más rica y científicamente más avanzada de Europa.

El Imperio Holandés llegó a ser una de las fuerzas marítimas y económicas más grandes del siglo 17, estableciendo centros comerciales alrededor del mundo entero. El establecimiento holandés en Norte América comenzó con New Amsterdam, en la punta sur de la Isla de Manhattan, en 1614. Igualmente se establecieron colonias en Sudáfrica.

Contexto cultural y religioso

Las imágenes de temas religiosos estaban prohibidas en las iglesias protestantes de la Reforma holandesa ya que se veían como una forma de idolatría. Llegó a darse en varios casos la destrucción de cuadros religiosos en iglesias protestantes, autorizada por el gobierno. Por este motivo, y aunado al hecho de la creciente riqueza de la clase burguesa en comparación con la iglesia y el estado, los temas en la pintura dejaron de ser religiosos. Sin embargo, sí hubo un desarrollo de la ilustración religiosa para libros, biblias y grabados.

La nueva clase media formada por comerciantes y artesanos se convirtió en el principal comprador de arte en Holanda. Uno de los pintores que ejemplifican esta tendencia es Pieter Bruegel, que en su cuadro “Boda de campesinos” muestra una escena de una boda dentro de un granero, sin hacer referencia a temas religiosos. Algunos de sus cuadros tienen temas religiosos (p.e. la Torre de Babel, Las tentaciones de San Antonio), pero la religión pasa a ser más bien un pretexto para representar paisajes y espacios fantásticos.

Además de esto se puede mencionar la afición de los holandeses por la horticultura, especialmente por los tulipanes, que llegaron a ser un símbolo mismo de Holanda. Estas flores encontraron su lugar en los cuadros de bodegones holandeses que, cabe mencionar, eran irreales en muchos casos puesto que mostraban copiosos arreglos florales cuando en realidad incluso los ricos generalmente mostraban sus flores de manera individual en floreros pequeños. Las flores eran apreciadas tanto por sus cualidades estéticas como por ser símbolos religiosos, y esto dio pie a la creación de un fuerte mercado alrededor de este tipo de bodegones.

Los bodegones, así como otros géneros en el arte holandés, se vendían generalmente ya sea en mercados o en galerías, o en los estudios de los mismos artistas, y rara vez se comisionaban; por ello, los artistas eran los que decidían los temas y composiciones.

Características formales y temas del bodegón holandés del S. XVII.

Los bodegones eran una gran oportunidad para que los artistas mostraran sus aptitudes al pintar texturas y superficies con gran detalle y efectos de luz realistas. Se representaban toda clases de alimentos, utensilios y cubiertos de plata, patrones intrincados y pliegues sutiles de los

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