Busca Un Socio

Muchas veces relacionamos la palabra socio en el campo económico. El fin de nuestra vida es la prosperidad económica, pero también debemos asociarnos para buscar nuestro bienestar personal. El matrimonio es una sociedad que busca la reproducción de la especie humana en el contexto familiar, de valores intrínsecos y de prosperidad económica.

Sociedad con la emisora Dunas FM

Debemos ser menos egoísta cuando buscamos tener prosperidad; todo trabajo en equipo es mucho mejor y nos facilita la vida, esto es uno de los pilares de los negocios multiniveles. Cuando tenía 15 años aprendí el significado de sociedad, no me lo enseñaron en el colegio en donde estudiaba mi secundaria, fue en el Grupo Scout No. 1 Biffi La Salle, en un Campamento de Instrucción CAIN (le llamábamos Campamento Infernal, debido al entrenamiento que recibíamos). Durante el campamento me impusieron como socio, un scout de la patrulla Halcones, el objetivo era aprender a confiar del compañero para las actividades. Éste scout era más hábil; en muchas ocasiones, mi falta de habilidad era el culpable de los atrasos de las actividades asignadas por nuestros dirigentes scouts. Ambos aprendimos a ser más tolerantes, la labor en sociedad se hace más fácil y la persona menos ágil se vuelve más diestra.

Un socio es una persona unida para desarrollar un proyecto. No debemos entender este tipo de unión solo en bien de los intereses comerciales, esa persona puede ser un hijo, una madre, un padre, un mentor; socio es sinónimo de consejero. Según Steven K Scott, Un socio o consejero es alguien que puede proporcionar las ideas, los consejos y la sabiduría necesarios, o cualquier tipo de ayuda practica para la consecución eficaz de un proyecto, un objetivo o un sueño específico. Para cualquier actividad a realizar en tu vida, siempre estarás en busca de alguna persona que te ayude a llegar a los objetivos esperados, si lo llegas a realizar solo, lo más probable es demorarte más tiempo o no terminar con tu labor. Existen frases utilizadas por personas orgullosas que no le gusta hacer sociedades y cuando fallan dicen: hice lo mejor que pude y, No es culpa mía; debido a no tener toda capacidad física o intelectual para llevar a buen término la asignación encomendada.

Siempre me he preguntado ¿Por qué muchos de mis proyectos no se hacían realidad?, la respuesta me llegó en el mes de septiembre de 2012, en palabras de Steven K. Scott. La Ley de la Atracción estaba encajando sus piezas en el universo para crear mi primera sociedad en España. Sencillamente mis proyectos no se hacían realidad debido a mi orgullo, descubrí ser una persona extremadamente orgullosa, siempre decía: yo lo puedo en todo y realmente solamente podía con la mitad de mis sueños. Tengo muchos sueños sin cumplir y cuando Steven plasmó sus ideas sobre la sociedad en mi mente, decidí apartar mi orgullo y buscar a una persona que estuviera persiguiendo unos objetivos parecidos a los míos. Meses antes conocí a un majorero[1], Oliver Gutiérrez, un estudioso, practicante y divulgador de la Ley de la Atracción en la isla de Fuerteventura. Le mostré lo adelantado; si no fuera por sus observaciones, no siguiera por la senda del éxito. Muestra de ello es este libro nacido de una pregunta formulada por él.

Nadie tiene la verdad absoluta sobre como escoger un buen socio, muchas veces puedes equivocarte a escoger a una persona para emprender un negocio, buscar un empleo o vivir con ella el resto de tu vida. Tus planes y objetivos se verán frustrados si sigues viviendo del orgullo y no te asocias; ir solo en un emprendimiento se puede volver una empresa difícil. En el año 2003 fundé mi primera empresa, se llamaba 3G CoNection (N mayúscula como contracción de las dos n de la palabra inglesa connection). Esta empresa se fue al traste al año y medio de entrar en operación, nunca consultaba a mis socios financieros sobre las actividades futuras del negocio. Era

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