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CESSNA CUARTA SECCION.


Enviado por   •  6 de Enero de 2015  •  351 Palabras (2 Páginas)  •  187 Visitas

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Por supuesto, México no es el único país de mentiras ni es el único tampoco que ha creado esas muy barrocas habilidades de supervivencia. Pero lo que Sefchovich se ha propuesto hacer no es sólo mostrar la manera en la cual mentir es inherente a la vida mexicana, sino también buscar los orígenes de este proceder; documentar sus interacciones específicas con los problemas de la sociedad mexicana contemporánea, y pensar sobre cuáles son los efectos que ello ha tenido en la vida colectiva e individual.

El trabajo de Sefchovich es al mismo tiempo y de muchas maneras un análisis retórico y una investigación de la semiótica del discurso social y político. Por una parte, hace un catálogo sumamente detallado de las distintas formas de mentir y de sus estructuras lingüísticas y semánticas y, por otra, organiza el texto como un documento de ciencias sociales, lo cual dada la extensiva documentación en que se apoya, hace que el suyo no sea un escrito de opinión personal sino una laboriosa investigación académica.

Querida Vero:

Tu decisión de estudiar ingeniería, me lleva a algunas reflexiones que plasmo en esta carta. La primera de mis reflexiones toca un aspecto, el de tu vocación para la profesión que has elegido.

Quiero expresarte que estaré satisfecho si seleccionas la actividad profesional que te ofrezca la posibilidad de realizarte a plenitud, de buscar caminos nuevos y retos de altura, que te lleve al desarrollo y al goce pleno de tus facultades. Esa es la llave para que seas una profesional de excelencia.

No siempre ocurre que se analicen las aristas de un asunto tan especial como es decidir a qué te vas a dedicar profesionalmente el resto de tus días.

Hace no mucho, las familias mexicanas aspiraban a contar entre sus miembros a un militar, a un médico y a un sacerdote, ya que las mujeres estaban claramente limitadas a atender el hogar, cuando no a consagrarse a Dios.

Aunque se han modificado tales patrones, continuamos orientando a nuestros hijos por los senderos que juzgamos más seguros, más dignos o más rentables. Todos conocemos al padre que exige a su hijo, quien pretende ser torero,

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