Cesare Beccaria

Cesare Bonesana, marqués de Beccaria fue un literato, filósofo, jurista y economista italiano, y padre de Giulia Beccaria. Ligado a los ambientes ilustrados milaneses, formó parte del círculo de los hermanos Pietro y Alessandro Verri, colaboró con la revista El Café y contribuyó a fundar la Academia de los Puños estimulado por Alessandro Verri, protector de los encarcelados, se interesó por la situación de la justicia. Sus influencias principales fueron de John Locke, Montesquieu, Claude-Adrien Helvétius y Étienne Bonnot de Condillac. Después de publicar algunos ensayos de economía, publicó De los delitos y las penas en 1764, un breve escrito que tuvo mucho éxito en toda Europa, particularmente en Francia, donde obtuvo el aprecio entusiasta de los filósofos enciclopedistas.

Ante esta obra cesare beccaria parte de la idea de lo vivido en su época y plasma la cruda realidad de la legislación en materia penal y procesal desde detallar cada uno de sus defectos hasta demostrar el excesivo abuso de las penas dejando así ambiguos los delitos. De su obra pesada y de sublime entendimiento resultaba una serie de preceptos, principios éticos, valores desde los cuales buscaba el renacimiento de las políticas legislativa del sistema penal y procesal.

Beccaria ante su realidad cuestionaba desde su legislación hasta las penas impuestas al presunto delincuente, mencionando además la carencia de higiene en los sistemas penitenciarios. Abogaba además en su obra por la rehabilitación del penado, no era necesario un castigo atroz como por ejemplo la tortura para cohibir la conducta del imputado sino más bien ir en miras de una rehabilitación la cual no solo era benefactora para el sino también para la sociedad, cuestionando así que si bien era cierto existían muchas leyes penales pero que sin duda alguna siempre iban a favorecer la autoridad de la monarquía aplicando sanciones penales de gran carga para lograr intervenir en nuevas áreas sociales tales como atacar las necesidades básicas de los ciudadanos (destierros, fuertes penas pecuniarias, penas corporales y aflictivas), se usaban como medios de manipulación para lograr la obediencia y mantener estable su poder.

Sin duda alguna beccaria consideraba que existía una gran desigualdad entre el presunto delincuente y la parte acusadora no se respetaban los derechos, no se respetaba el debido proceso en el juicio, existía una gran arbitrariedad en el sistema y ante los ojos de él partiendo del deseo de hacer justicia no se aplicaba realmente una pena al presunto delincuente sino más bien una tortura, un acto de crueldad injustificado ya que no castigaban a bases de pruebas si no con bases a indicios o sospechas no sustentadas, sin mencionar la pena de muerte siendo este castigo histórico de la antigua Grecia, donde sin lugar a dudas no existía una evolución en el sistema penal, pues tal acto no debería estar plasmado en ningún sistema, no debe existir ningún delito penado por la muerte, ante cualquier ley la vida de una persona debe estar resguardada respetando así su derecho a vivir.

Aun cuando esta obra fue escrita hace más de 200 años, en un contexto y realidad social totalmente distinta a la actual, presenta por primera vez una serie de postulados completamente novedosos para la época, los cuales trascenderían y se convertirían en los principios fundamentales del Sistema Penal Venezolano.

En sus postulados Beccaria manifiesta que es necesaria una reforma de la Legislación Penal, así como una humanización en la aplicación de la justicia. Funda la sociedad sobre un contrato encaminado a salvaguardar los derechos de los individuos, garantizando el orden, definió los delitos como violaciones de este contrato. En este sentido, estableció que la sociedad en conjunto al regirse por un contrato, todos los individuos que la conforman tienen el derecho a defenderse, y este derecho debe ser ejercido con medidas proporcionales a los delitos cometidos, es decir, que debe existir un principio de la proporcionalidad de la pena un ejemplo más concreto seria

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