Ciudadanía Y Democracia

La ciudadanía ha asumido diferentes contextos culturales-sociales a lo largo de la historia. Se entiende por ciudadanía como el derecho a tener derechos y obligaciones. Esta concepción se sostiene más en la definición de T.H Marshall, quien lo liga al factor jurídico. La relación de este conjunto de derechos y el sistema político de un país varia conforme la época y la nación. Es así, como el concepto de ciudadanía no era el mismo que se tenía antes de los años noventa al que se tiene a partir del siglo XX. Debido a que se desarrollo o mejor dicho adquirió centralidad en el debate público internacional. Esto sucedió ya que el sistema político mundial experimentaba cambios como la caída del socialismo, la globalización y el aumento de la desigualdad. Cuando la ciudadanía debería de ser igualitaria para que los derechos sociales sean el mecanismo para la integración social con el fin de que todos se sientan miembros de la sociedad y se identifiquen con la comunidad nacional, es decir se identifiquen con ser ciudadanos.

Este corto ensayo muestra como el concepto de ciudadanía se ha transformado en respuesta a los cambios políticos mundiales y como algunas naciones como Alemania, Darfur, Ruanda o hasta Guatemala, un país tan cercano al nuestro, han hecho crímenes en contra de la humanidad, violando así la identidad colectiva y el acceso a la justicia.

Este trabajo solo es una exposición corta del vasto tema de la ciudadanía, haciendo hincapié en la falta de ciudadanía en ciertas naciones antes mencionadas.

La noción de ciudadanía combina elementos como la construcción de la identidad colectiva y el sentido de pertenencia (a una nación) y tener disponibilidad al componente jurídico. También la ciudadanía comprende la equidad (igualdad), Marshall dice “que la equidad, uniformidad y universalidad requieren que las protecciones sociales tomen la forma de derechos universales de ciudadanía y no de beneficios grupalmente diferenciados”1. Una igualdad bien fomentada proporciona una completa integración social como ciudadanos. Uno de los mayores problemas que evita esta integración es la discriminación que se deriva de la desigualdad.

Un ejemplo de una nación con una completa desintegración social es la de Alemania. Donde Adolf Hitler, líder del Partido Nazi, quien tomo poder total como gobernante de Alemania con el fin de reivindicar la raza (raza aria) de esta nación como aquella que debía gobernar al mundo. Para esto, la ideología de los nazis era impedir que la raza aria perdiera su pureza al combinarse con otras razas. Es así como comienza la exterminación de los judíos, gitanos, testigos de Jehová, homosexuales y más.

Sin embargo, otras naciones como Ruanda, Darfur, Ex Yugoslavia, Darfur, Camboya y Guatemala también se ven envueltos en estos crímenes de la humanidad, mejor conocidos como Genocidios.

Los genocidios no son más que crímenes donde se busca destruir o exterminar a un grupo de personas solo por el simple hecho de ser o existir.

Es así como la historia nos muestra tanto si hay o no la implementación de la ciudadanía, esta ha experimentado cambios conforme transcurre el tiempo. La ciudadanía en esas épocas de horror para la humanidad, se puede decir que no tenia gran poder, influencia o que solo le pertenecía a aquellos con un estatus social o físico que era considerado como superior para los líderes de esas naciones.

La discriminación es la raíz del problema de la ciudadanía,

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