Conductas Disruptivas

SITUACIONES QUE MANTIENEN O AUMENTAN LAS CONDUCTAS DISRUPTIVAS ACCIONES DE LOS PADRES PARA CONTENER LA CONDUCTA DISRUPTIVA ACCIONES QUE TENDRÍA QUE HACER EL MAESTRO PARA AYUDAR AL NIÑO ACCIONES A REALIZAR POR PARTE DE LA INSTITUCIÓN

• Reírse o burlarse de él, ponerlo en evidencia en cada momento que se pueda.

• Mantener poca comunicación con él, sobre lo que siente, quiere o desea.

• La falta de afecto o muestras de cariño por parte de sus padres o mayores.

• El dejarlo actuar o hacer lo que él quiera, aunque esté mal.

• Apoyarlo en todo, sin ponerle límites u objetivos para alcanzar un fin o recompensa.

• Darle todo a manos llenas, sin pedirle un mínimo de esfuerzo en las acciones que no le gusta realizar.

• El no prestarle atención por parte de los adultos que lo rodean.

• Falta de interés por los padres, maestros o directivos.

• Decirles y expresarles palabras y sentimientos de cariño o afecto (aspectos positivos), nunca destructivas, ni agresivas, insultantes o hirientes.

• Debe de exigirle a su hijo que cumpla con su trabajo académico (tareas), es decir, estar al pendiente de su rendimiento escolar.

• Apoyarlo o alentar lo a que siga estudiando. Motivarlo, mencionándole que el estudio y su educación es algo importante que le servirá en un futuro.

• Que demuestren su apoyo en las acciones correctas y erradicar las conductas o acciones incorrectas.

• Estar siempre al pendiente de lo que haga, en cualquiera de los contextos donde se desenvuelva su hijo, así como las compañías que tiene, gustos y preferencias de éste. Nunca obligarlo o imponerle nada.

• Adaptar el currículo a las necesidades o capacidades del alumno.

• Verificar o evaluar que la conducta que presenta con él, también la presenta con los demás maestros, quizás el que está haciendo mal el trabajo es el docente.

• Platicar con los docentes con los que no presenta esa conducta disruptiva y pedirles algunas estrategias, formas de trabajo o consejos para implementarlos en clase.

• Evitar regañarlo. Sólo llamarle la atención cuando sea necesario.

• Ponerle actividades que lo motiven a participar más en la clase o mantenerlo ocupado.

• Buscar ayuda de sus compañeros de grupo, para que lo apoyen en sus acciones.

• Darle algunas libertades, ajustando al objetivo del tema o aprendizaje.

• No ponerlo

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