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Cronicas De La Revolución Bonita


Enviado por   •  7 de Julio de 2011  •  685 Palabras (3 Páginas)  •  893 Visitas

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Crónicas de la Revolución Bonita – Capítulo I

“Espionando” en busca de la Papa

Diariamente escuchamos a los detractores de la robolución, perdón revolución bonita quejarse de la escasez de algunos productos de la cesta básica alimenticia, “Que si no hay leche, que si las sardinas se fueron nadando para Cuba, que si la azúcar se puso amarga, que si a los pollos le nacieron nuevas alas ...”, etc., etc., y más etc.

Como siempre hemos pretendido ser objetivos y no escuchar parcialidades exageradas nos dimos una vuelta por los supermercados más importantes de la ciudad para constatar el fenómeno y, oh! Sorpresa. Lo que descubrimos. La culpa no es del gobierno, ni mucho menos del estado, la culpa es nuestra. Si nuestra, que nos hemos vuelto delincuentes. Culpables del crimen de especulación, acaparamiento y conspiración. Ah! No me creé? Fíjese bien.

Entramos en un supermercado en donde había leche y azúcar blanca y allí escuchamos la siguiente conversación vía celular. - Alo comadre! Mana estoy aquí en el … (omitimos nombre porque no nos pagan para hacer propaganda), véngase comadre que hay leche en polvo y azúcar. No, no te puedo llevar pues sólo se puede comprar una lata y dos kilos de azúcar por persona pero si te vienes ya te la aguanto y te espero.

La llamada se repite unas seis o siete veces. Sólo cambia el saludo de comadre, por manita, cuñada, amiga o mija. Luego, repica el celular y la señora atiende y escuchamos un: “Si hija te llame para que te vengas al … con tu hermano para que podamos llevar más leche y azúcar para la casa. No! te me vienes ya, porque te voy a esperar. Si vienes más tarde se acaba”. Vuelve a sonar y ahora escuchamos “Alo, si? Hola mi amor, cómo estás? Dónde? Leche? Y azúcar no hay? Caraotas, que bueno? Bueno chica estoy en el … aquí conseguí leche y azúcar, estoy esperando a los muchachos para que lleven ellos también, tu sabes hay que aprovechar cuando se encuentra, pero en lo que salga de aquí paso por allá a ver si aún queda”

Así mismo, vemos a otras damas y caballeros usando su celular y al espiar las conversaciones nos percatamos que el diálogo es muy similar. Por supuesto, en cuestión de minutos el surtido de estos productos había sido extinguido por los ávidos consumidores. Lo curioso es que la historia se repite en cada supermercado, con éstos y otros productos, a veces aceite, a veces margarina; pero también se sucede con los huevos, las sardinas, las caraotas negras,

Hasta aquí, como verá nos hemos convertidos en conspiradores para cometer el delito de acaparamiento, según la nueva tipificación en los códigos legales de la revolución bonita. Si chico, acaparamiento. Sigues sin creer? Visita de improviso a cualquiera de tus amigos y pide permiso para curiosear

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