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Cuento Realista


Enviado por   •  6 de Junio de 2015  •  506 Palabras (3 Páginas)  •  210 Visitas

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Una estrellada noche estaba en un prado verde cerca de un gran y frondoso bosque, me hallaba tirado en el gras mirando el cielo, pensando que bella es la naturaleza, de repente cerré los ojos. Y luego de varias horas sentí una suave brisa por mi rostro, tras un pausado parpadeo, conseguí abrir los ojos por completo. Las remanentes brumas del sueño me hicieron desconfiar de mis sentidos durante unos instantes, y cuando éstas se disiparon, no quedó sombra de duda alguna: todo estaba sumido en la más absoluta oscuridad.

Acto seguido intenté situarme dentro de mis habituales referencias; fue mi sorpresa cuando comprendí que las desconocía. ¿Qué ocurre? ¿Dónde estoy? –pensé aterrorizado.

Pero la amarga sorpresa no había hecho sino empezar. Lo peor fue que el resto de mi cuerpo estaba paralizado, indiferente a mi voluntad de movimiento. Los titánicos esfuerzos por arrancar la más ligera señal de vida a alguna parte de mi cuerpo fueron inútiles.

Intenté mantener la angustia bajo control y pasé a revisar el estado de mi mente. Tras un breve intervalo, el autoanálisis arrojó alarmantes conclusiones: aunque mi capacidad de raciocinio permanecía intacto, no podía recordar como llegué al bosque al cual desde pequeño temía por múltiples historias que mi abuelo me contaba.

La situación parecía confirmar que sólo se trataba un cerebro ignorante. No podía imaginar ideas más espantosas.

La incapacidad de asimilar la evidencia se apoderó de mi mente incompleta, no sabía dónde me encontraba, solo recordaba que era una noche muy estrellada y me encontraba tirado en el gras admirando la naturaleza calurosa y que de un momento a otro cerré los ojos.

Creí estar dormido ya que el veía en el cielo color la luna y el sol, por un momento creí estar loco, pensé que mi cerebro creaba esas incoherencias.

No sé por cuanto tiempo estuve en ese estado, y poco importaba, pues el tiempo tampoco existía para mí.

De repente, sentí un golpe en mi mejilla, el cielo volvía a estar estrellado con una hermosa luna llena, no se trataba de otra alucinación, pues ningún producto de la imaginación podría originar semejante dolor. Era mi prima quien me llamaba para la cena, ya era muy tarde y yo era el único que faltaba en la mesa. En la cena no dejé de pensar en lo que me pasó, no podía creer que todo fue parte de un sueño.

Luego de cenar estaba confundido, no podía creer que en los sueños podía pasar cualquier cosa, esa noche no puede dormir, por mi mente pasaba miles de cosas a las vez, así que decidí ir al baño y lavarme la cara repetidas veces, cada vez veía mas cansancio sobre mi rostro, de repente fui corriendo a mi ventana, miré el cielo, levanté la palma de mi mano y me di una bofetada y dije:

Pierdo

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