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DEUDA EXTERNA


Enviado por   •  24 de Agosto de 2011  •  1.977 Palabras (8 Páginas)  •  1.262 Visitas

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INTRODUCCION

La Deuda externa es un fenómeno relativamente reciente y sin embargo, su papel en el marco político y económico internacional en este último cuarto de siglo ha sido fundamental.

Valdría la pena preguntarnos, que entendemos por Deuda?, a lo cual podríamos decir que muchas personas adquieren préstamos para comprar bienes de consumo o de equipo, o una vivienda, los países también lo hacen, toman dinero prestado en los mercados de capitales o lo piden a instituciones financieras internacionales para pagar infraestructuras: carreteras, servicios públicos y centros de salud. Al igual que las personas, los países tienen que devolver el principal y los intereses de los préstamos que reciben. No obstante, hay diferencias importantes. Si una persona contrae un préstamo, recibe el dinero directamente y cuando lo devuelve lo hace conforme a las condiciones de ese préstamo. Pero si es un país el que adquiere el préstamo, a sus ciudadanos no se les informa acerca del uso del mismo ni de las condiciones de su devolución. En la práctica, muchos Gobiernos han utilizado préstamos para proyectos que no cumplen los requisitos mínimos de viabilidad social, ecológica o económica. Una segunda diferencia es que, cuando una empresa o persona no puede hacer frente a sus obligaciones financieras va a la quiebra, entonces se nombra un tribunal encargado de evaluar la situación del deudor al que los bancos reconocen la incapacidad de pagar la totalidad de su deuda, sin embargo, los países no pueden pedir que se les declare en quiebra: no existen procedimientos ni árbitros a tal efecto. En el ámbito internacional son los acreedores y no un tribunal, quienes deciden si condonan o no la deuda al país deudor.

La economía mundial durante los últimos dos siglos ha fluctuado entre períodos de auge y recesión. Históricamente conocemos tres etapas con el nombre de gran depresión; es decir, a las crisis y depresiones de las economías capitalistas. La recesión actual es una de las mas largas y complejas ocurridas durante la onda descendente mundial que lleva alrededor de treinta años.

En medio de lo que en los próximos años podrían denominar la gran depresión de finales del siglo XX, se han padecido cuatro desniveles cíclicos generalizados: 1967-1970, 1973-1976, 1980-1983 y 1990-1996, el mas largo de los cuatro; en el que confluyen distintos factores. Lo que empezó como una típica crisis cíclica de rentabilidad que puso fin al pequeño auge globalizador de algunos años de las décadas del setenta y el ochenta, se complicó con las secuelas del desenlace de la guerra fría, los inicios de la reconversión capitalista de Europa del Este, el ocaso del milagro japonés y las políticas recomendadas por el Consenso de Washington para los países periféricos.

En la década del 90, se sucedieron acontecimientos de cambios internacionales que permitieron precisar el rumbo de la globalización y el regionalismo. En el nuevo escenario económico mundial podemos considerar entre otros aspectos: los cambios en las relaciones de poder entre los países centrales, la evolución del mercado internacional, el avance de las negociaciones comerciales, el vacilante desempeño reciente de las principales economías industriales, etc.; El escenario social viene marcado por el aumento del desempleo y subempleo, el deterioro del estado de salud en el mundo, la carencia de vivienda digna, aumento de la pobreza y marginalidad, etc.

Es así como podemos afirmar que existen fuerzas que originan el auge de los ciclos económicos; también hay fuerzas que provocan el salto atrás de grandes depresiones. Aunque esta última afirmación sea discutible, en los parámetros y evidencias que surgen de investigaciones podemos afirmar que son verdaderas. Se comprueba que los ajustes de la recesión la pagan en mayor medida los países en vías de desarrollo.

En una apretada síntesis, durante los últimos cincuenta años, América Latina ha sufrido un proceso de desarrollo en condiciones extremadamente exigentes. Se experimentó un profundo cambio demográfico triplicando la población y alcanzando el número de habitantes de Europa, al mismo tiempo que esa población ha pasado a ser predominantemente urbana, lo que supone un gigantesco esfuerzo en inversión y de transformación productiva y cultural. Como exportadora de productos primarios, ha debido superar una evolución marcadamente negativa en la relación de los precios del intercambio. La pobreza ha registrado variaciones importantes, ha crecido a 220 millones de habitantes. Regresaron las enfermedades endémicas erradicadas en la década del 50. Persisten elevados niveles de desigualdad y rigidez en la distribución del ingreso, incluso en los países que han logrado altas tasas de crecimiento.

Sin analizar otros problemas críticos de América Latina, el crecimiento indetenible de la deuda externa, que aumenta la gran deuda social existente, bloquea toda posibilidad de desarrollo y de lucha efectiva contra la pobreza y la exclusión social.

Este preámbulo es para que más que una introducción en el tema nos sirva de reflexión.

Antecedentes de la deuda externa venezolana

El origen de la deuda externa venezolana se sitúa en los años 70 y mediados de la década de los ochenta. Operaciones multimillonarias que fueron realizadas por el sector público violando leyes de crédito público vigentes para la época, la propia Constitución Nacional y leyes federales norteamericanas. Curiosamente el endeudamiento se genera en el momento de mayor bonanza económica del país. Deuda para financiar compra de armas y la corrupción clientelar No instalada en el Estado Venezolano.

Es así como el crecimiento de los ingresos impulsó al Gobierno de turno a poner en marcha un ambicioso plan de desarrollo, en el cual se contemplaban vastas inversiones en proyectos de expansión en todas las industrias básicas, así como un acelerado crecimiento de los servicios gubernamentales.

Bajo tales circunstancias, el territorio nacional ya no fue suficiente para extender la acción paternalista y benefactora del Estado venezolano. Así, se emprendieron los más generosos programas de ayuda a nivel internacional; por lo que Venezuela (en proporción al nivel de sus ingresos), pasó a ser el país que mayor ayuda internacional concedía.

Lo cierto es que los recursos

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