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De Los Delitos Y Las Penas De Cesar Beccaria


Enviado por   •  16 de Marzo de 2014  •  1.288 Palabras (6 Páginas)  •  501 Visitas

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Cesare Becaria

De los delitos y de las penas, publicado para el año de 1764. Con este trabajo el autor logra plantear la necesidad que tenia la sociedad para este entonces de establecer la existencia de un derecho penal que regulase el comportamiento del ciudadano dentro del estado. En síntesis su trabajo recoge casi todos los aspectos que contemplan hoy los códigos penales. Si bien es cierto que Becaria no es considerado el padre del derecho penal, si se le reconoce el merito de haber sido quien sembró la semilla para su crecimiento.

En sus escritos se encarga de describir lo antihumano del proceso de pena de muerte para los años de 1757, concluye que el panorama era desolador porque había gran abuso de la pena de muerte, con la tortura como medio de prueba, convirtiendo a esta en un medio público de entretenimiento y no de adoctrinamiento para lo que no convenía al bien público. En varias oportunidades de su escrito Becaria deja claro que mira al derecho penal con función de control social y no con función castigadora al reo.

El autor y su obra de filosofía penal y política criminal hablan grandemente del problema penal; describiendo que el origen del derecho de castigar hace referencia al origen del poder. Uno de los puntos centrales de su trabajo fue la crítica a las penas inhumanas. Afirma que la pena debe ser proporcional al delito e igual para todos los ciudadanos. Aquí Beccaria da muestras del adelantado pensamiento para la época que poseía, siendo su lema central que era mejor prevenir los delitos que castigarlos.

Empieza planteando que la ley es la condición bajo la cual y en su visión los hombres en sociedad sacrifican parte de su libertad para poder gozar del resto de la misma en segura tranquilidad. Entonces tenemos que el origen de derecho de castigar sin la absoluta necesidad es simplemente un acto tiránico alejado de toda concepción de justicia. En consecuencia resume que es la ley la única con potestad de decretar las penas para los delitos. Tanto la sociedad como un particular están ligados por un contrato que obliga las dos partes. Entonces el soberano que representa a la sociedad puede formar leyes generales que obliguen a todos los miembros con el fin primario de impedir el delito.

Dedica especial atención a la importancia de saber interpretar la ley, describiendo que esta es una facultad que se encuentra manos del legislador. El juez debe hacer un silogismo perfecto, la premisa mayor será la ley general, la menor acción conforme o no con la ley de donde se infiere por consecuencias la libertad o la pena. Para concretar esta idea citamos lo siguiente:

“No hay cosa tan peligrosa como aquel axioma común de que es necesario consultar el espíritu de la ley. Es un dique roto al torrente de las opiniones.” (pág. 14; 1998)

Explica con mucho detenimiento que la oscuridad de las leyes, o el desconocimiento de la misma conlleva a la interpretación. “Cuanto mayor fuere el numero de los que entendieren y tuvieren entre sus manos el sacro códice de las leyes, tanto menos frecuentes serian los delitos”. Aseverando así que la ley escrita es lo que permite que la sociedad tome forma de gobierno.

Además habla de la innegable necesidad de la obligada proporcionalidad que debe existir entre los delitos y las penas infligidas. Esta afirmación nace de la necesidad de que las medidas que retraigan a los hombres para delinquir sean proporcionales a lo contrario del bien público; porque recordemos que el derecho penal es una forma de control social, no está creado para castigar. La medida de los delitos son los males que se ocasionan a la sociedad. Describe que los atentados contra la seguridad

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