Decadencia En La Calidad De La Educacion Superior De Colombia

DECADENCIA DE LA CALIDAD EN LA EDUCACION SUPERIOR DE COLOMBIA

Bien se sabe que la educación superior en Colombia es un tema que genera controversia y polémica en la sociedad colombiana, mas aun cuando es considerado con un “negocio” o “privilegio”, más que un derecho, y diversos factores como el fallido intento de privatización de la educación, la disminución del porcentaje de PIB que el gobierno invierte en esta, entre otros, entorpecen la calidad de la educación universitaria, situación que se ve reflejada cuando “Colombia ocupa uno de los últimos puestos en los rankings de países latinoamericanos que ofrecen mejores condiciones para el desarrollo de la educación superior” (“finanzaspersonales.com,2011”).

Aunque el gobierno, ha tratado de mejorar la situación actual de la educación, no lo ha hecho de la forma correcta y por eso es que sus propuesta no han tenido acogida entre los alumnos, profesores y padres de familia.

Todo lo anterior son temas de suma importancia porque compromete directamente tanto a la sociedad joven colombiana y su futuro como a la economía de los hogares colombianos, por consiguiente a la economía del país también, por eso se considera que es algo que se debe tratar con detenimiento y a gran profundidad para lograr mayor claridad y entendimiento, lo cual será el principal objetivo en este escrito.

En Colombia la educación es considerada por la sociedad como un “Privilegio” pues solo un “30% de personas interesadas en estudiar pueden acceder a educación superior de ciclo profesional, a no ser de que el otro 70% este dispuesta a embargar el patrimonio familiar o sus ingresos laborales futuros” para poder accesar a este tipo de educación; como lo afirmo Leopoldo Múnera, profesor de la universidad nacional de Bogotá en una entrevista concedida

a notiagen en octubre del año pasado: este es un panorama entristecedor al que se tienen que enfrentar los cientos de bachilleres que anualmente se gradúan de los colegios. Mùnera también afirmo que “la educación técnica y tecnológica que el gobierno ofrece como posibilidades al otro 70% que corresponde a los aspirantes que no pueden ingresar a las universidades, es de muy baja calidad” debido al poco apoyo financiero que esta recibe por parte del estado, pues cuando de financiamiento a la educación se habla siempre van a existir otros factores que para el estado es mayor prioridad que la misma educación de los jóvenes, como restaurar los daños causados por la ola invernal que atraviesa nuestro país. Teniendo en cuenta que “países como estados unidos, Suecia, Canadá, Finlandia, Dinamarca, suiza, noruega, Australia, Holanda, Francia y Reino Unido, encabezan la lista de países que ofrecen la mejor calidad en el estudio superior, también ofrecen alta calidad en el estudio técnico y tecnológico” (“finanzaspersonales.com, 2011”), Colombia también debería pensar en apoyar y fortalecer este tipo de educación que también puede aportar y garantizar un buen desarrollo en la economía de nuestro país.

El deterioro de la educación superior se debe a que el nivel de la calidad de esta es directamente proporcional al apoyo financiero que el estado le brinde, y es triste ver como en la última década este aporte en vez de aumentar a tomado el rumbo contrario; mientras en el 2002 el gobierno aportaba 4,8 millones de pesos por cada estudiante que se matriculara en la universidad, en el 2010 y 2011 esa cifra bajo a 3,5 millones de pesos por estudiante (Múnera, oct 2011). Lo paradójico es que la cobertura por parte de las universidades públicas ah aumentado, por lógica esto implica que el nivel del profesorado y la capacidad de las estructuras sea mucho mejor, pero se ha dado todo lo contrario pues el estado ha pasado de aportar un 0.51% del PIB a la educación superior pública, a un 0.40% (Múnera, oct 2011)

teniendo en cuenta que el total de porcentaje destinando a la educación superior es de 1.01 ; cifra que aturde por lo pobre que es y que ayuda cada vez más a la decadencia de la calidad de la educación.

Como respuesta por parte del estado al negativo nivel de calidad de la educación superior colombiana. El gobierno propuso una reforma de ley que buscaba “aumentar la calidad de la educación para generar conocimiento e innovación y a si formar personas líderes en la transformación social y productiva

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