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Didactica De La Lengua Oral


Enviado por   •  6 de Agosto de 2013  •  4.069 Palabras (17 Páginas)  •  360 Visitas

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DIDÁCTICA DE LA LENGUA ORAL

INTRODUCCIÓN

Partimos de un axioma comúnmente aceptado como es el de que el objetivo esencial de la enseñanza de la lengua en la educación primaria es la mejora del uso del lenguaje como herramienta de comunicación y de representación.

Desde un enfoque comunicativo, para participar de una manera eficaz en los intercambios verbales que caracterizan la comunicación entre las personas se requieren habilidades comprensivas y expresivas tales como conversar de manera apropiada, intervenir en un debate, entender lo que se escucha o lo que se lee, expresar de forma adecuada las ideas, los sentimientos o las fantasías, saber cómo se construye una noticia o un anuncio, persuadir y convencer, escribir un informe o resumir un texto, etc.

Concebir la educación lingüística como un aprendizaje de la comunicación exige en primer lugar entender el aula de lengua como un escenario comunicativo (como una comunidad de habla) donde alumnos y alumnas cooperan en la construcción del sentido y donde se crean y recrean textos de la más diversa índole e intención. En segundo lugar, esta concepción de la educación lingüística supone contribuir desde el aula de lengua al dominio de las destrezas comunicativas más habituales (hablar y escuchar, leer y escribir) en la vida de las personas y favorecer, en fin, la adquisición y el desarrollo de las habilidades discursivas que hacen posible la competencia comunicativa de los hablantes. Esta competencia es entendida, desde la antigua retórica hasta los enfoques sociolingüísticos y pragmáticos más recientes, como la capacidad cultural (adquirida en la escuela y en otros ámbitos públicos de uso) de los hablantes y oyentes para producir y comprender enunciados adecuados a intenciones diversas de comunicación en comunidades de habla concretas.

La realidad de las aulas y de los manuales escolares, frente a las buenas intenciones de los diseños curriculares, pone en evidencia que en las clases de lengua se dedica un tiempo casi absoluto al conocimiento del sistema fonológico de la lengua, al estudio de la morfología de las palabras, al análisis sintáctico de las oraciones, a la corrección ortográfica o al comentario de los rasgos formales de los diversos textos literarios en detrimento de una enseñanza orientada a la adquisición de las estrategias discursivas que nos permiten saber qué decir a quien y qué callar, cuando y cómo decirlo, cómo otorgar coherencia o textura a los textos que construimos y cómo adecuarlos a las diversas situaciones comunicativas en las que intervenimos en nuestra vida cotidiana. Porque, además, en las aulas casi nunca se habla.

La responsabilidad de la escuela es, en primer lugar, reconocer que el niño llega a ella con una competencia adquirida, tanto lingüística como discursiva. Y a partir de ella, la labor del profesorado es la de ampliar, desarrollar y activar de forma flexible ambas competencias, introduciéndole en situaciones comunicativas que requieran unas condiciones determinadas de realización a las que el niño deberá ir adaptándose. El puente que hay que tender entre la situación inicial de cada niño y la situación que debe lograr al final de la educación obligatoria es el reto de la educación lingüística. El entrenamiento oral, a medida que va avanzando la edad, es paralelo al entrenamiento en habilidades de escritura, pero su funcionalidad ha de ir adquiriendo características propias adecuadas a la situación. El hecho de tomar la palabra para hacer intervenciones largas; el hecho de hablar ante adultos no familiares; el hecho de dirigirse a un público amplio y no al corro de amigos; el hecho de dar cuenta de los conocimientos interiorizados explicitándolos de forma coherente, son algunas muestras de las demandas de discurso que se dan normalmente en el ámbito escolar.

En definitiva, la educación lingüística debe contribuir al desarrollo de las capacidades comunicativas de los aprendices de forma que les sea posible avanzar, con el apoyo pedagógico del profesorado, hacia una desalienación expresiva que les permita comprender y expresar de forma adecuada los diversos mensajes orales que tienen lugar en ese complejo mercado de intercambios que es la comunicación humana y adoptar actitudes críticas ante los usos y formas que denoten discriminación o manipulación entre las personas.

CARACTERÍSTICAS DEL CÓDIGO ORAL

 Está constituido por un conjunto de códigos llamados variantes lingüísticas:

1. Variedades dialectales

 Diatópicas (dialectos)

 Diacrónicas

 Diastráticas

2. Variedades funcionales (registros). Vienen determinados por cuatro factores (ver cuadro 1):

 Tema

 Canal

 Intención

 Relación entre los interlocutores

3. Idiolecto (conjunto de los rasgos lingüísticos específicos de cada hablante

 Es natural. Se adquiere, no se aprende (1)

 Se transmite a través del canal auditivo y es, por lo general, efímero

 La comunicación es bidireccional. Los papeles de E y R son intercambiables

 El R percibe sucesivamente (uno tras otro: proceso serial) los diversos signos del texto

 Comunicación espontánea

 tiene un grado elevado de redundancia y de ruido.

 El E puede rectificar, pero no borrar

 El R está obligado a comprender en el momento de la emisión

 Los significados han de negociarse

 Hay interacción que permite modificar el discurso

 Se utilizan estrategias de autocorrección

 Utiliza otros códigos no verbales (fisonomía, vestido, gestos, movimientos (65% +35%)

 El contexto extralingüístico, la situación comunicativa, es muy determinante

 Características del léxico:

 Menos abstracta.

 Presencia de repeticiones, muletillas, interjecciones, exclamaciones

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