Distintas Formas De Evaluacion

Evaluación y medición

Las distintas formas de evaluación

Todos nos hemos enfrentado a una evaluación, ya que, de una forma u otra, forma parte de la educación reglada. No obstante, la evaluación no constituye un fin en sí misma. Cumple una serie de funciones que pueden variar según las necesidades y la persona que evalúa.

Evaluación basada en el alumno

Actualmente el aprendizaje se centra cada vez más en los alumnos.

• En sus propias experiencias

• En sus proceso de aprendizaje individual

• En el autocontrol de su aprendizaje

La evaluación también debe contemplar esos aspectos. La evaluación debe tratar diferentes resultados del aprendizaje ya que los procesos y los resultados del aprendizaje son distintos según los tipos de alumnos.

El alumno debe ser capaz de responder a las siguientes preguntas:

• ¿Qué estoy aprendiendo?

• ¿Cómo lo estoy aprendiendo?

• ¿Por qué lo estoy aprendiendo?

El aprendizaje consciente requiere una inspección reflexiva y una evaluación de las propias acciones y experiencias del alumno. Nadie aprende por el alumno, lo cual significa también que nadie mejor que él puede evaluar sus resultados en el aprendizaje. La educación basada en el alumno no debe ser sinónimo de que el alumno se autoevalúe. Debe implicar ayuda y orientación para desarrollar su capacidad de autoevaluación. La educación basada en el alumno no excluye el aspecto social del estudio y de la evaluación. Los demás alumnos actúan a menudo como espejo en el que mirarse.

Cada vez más las materias que se imparten en la Universidad proponen métodos alternativos de evaluación que sustituyen al tradicional examen. Se ha concedido una mayor importancia al proceso de aprendizaje y la responsabilidad activa de aprender ha pasado a manos de los propios alumnos. El trabajo independiente (como la educación a distancia) confiere más libertad al alumno, pero también requiere capacidad de aprendizaje y de autoevaluación.

A través de la autoevaluación los alumnos aprenden a evaluar sus propias acciones, los requisitos para llevar a cabo dichas acciones y los resultados de las mismas. Todo ello implica una introspección consciente y crítica que puede ser difícil al principio. El resultado final puede tener una gran recompensa ya que el objetivo principal es que cada uno desarrolle sus propias actividades de aprendizaje y progrese.

¿Qué significa realmente la evaluación?

¿Puede evaluar una máquina? ¿Puede corregir un examen una máquina? Una máquina siempre trabaja en función de un programa pero no puede inferir, por ejemplo, en los razonamientos que se esconden detrás de las respuestas de los alumnos, si han asimilado correctamente un concepto o no.

Antes de un examen, los alumnos piensan en posibles preguntas. Durante el examen buscan entre sus recuerdos casi olvidados (o intentan) y tras el examen el profesor intenta determinar cuál es la mejor nota para el alumno. Posteriormente es el alumno el que intenta determinar la relación entre la nota que ha obtenido y su trabajo.

Más información sobre la evaluación

Cabe pensar que la función básica de la evaluación es orientar y desarrollar las acciones. En este sentido la evaluación es una acción que puede compararse a la conciencia. ¿Cuáles son las diferencias conceptuales entre la reflexión y la evaluación? El nacimiento de la conciencia ha supuesto también el nacimiento de la evaluación, ya que en ambos casos reflexionamos sobre si lo que hemos hecho es correcto. El concepto de estudio independiente también está relacionado con la capacidad de las personas para autoevaluarse. Los profesores pueden pensar con acierto que los alumnos no son capaces de evaluar sus propias acciones. No obstante, este planteamiento es erróneo ya que todo el mundo es capaz de demostrar algún tipo de autoevaluación. Otra cuestión es si los alumnos quieren autoevaluarse, confían en su capacidad de autoevaluación, son conscientes de la importancia de la evaluación como parte de la enseñanza o simplemente consideran que la autoevaluación es sólo una forma de obtener mejores notas.

La evaluación se puede clasificar según el siguiente análisis:

A: Inclusiva: Autorregulación

B: Participativa: Colaboración, ayuda

C: Observación: control, normas, medición

El autodominio o autorregulación forma parte del autocontrol (nivel A). Por otro lado, la autorregulación puede ser también adaptación latente a la sociedad o incluyo autoobservación enfermiza. La evaluación participativa (nivel B) está relacionada con la evaluación en desarrollo. La evaluación participativa ayuda a los demás, es decir, implica la consecución de un resultado a través de la colaboración. Las bases de la evaluación mediante observación (nivel C) se encuentran en los ritos de iniciación. La persona que evalúa a través de la observación, al igual que la que corrige un examen, tiene poder ilimitado sobre la persona a la que evalúa.

La imparcialidad de la evaluación se basa en dos aspectos fundamentales: individual y colectivo. Pueden parecer contradictorios. Si los criterios, los objetivos y la evaluación se han definido colectivamente, se puede decir que la imparcialidad de la evaluación estriba en la autoevaluación o en la evaluación del profesor a partir de dichos criterios. La evaluación “objetiva” también contempla criterios claros y explícitos. Esto supone que la persona que evalúa es consciente de su punto de vista y de que, en cualquier caso, la evaluación es subjetiva. La objetividad se puede lograr a través de la transparencia de los criterios de evaluación (cf. matriz de evaluación). Evaluar un resultado forma parte también de la evaluación objetiva. La evaluación del proceso es subjetiva en sí misma. Al evaluar tanto el proceso como el resultado, es importante aplicar los mismos criterios para todos los alumnos. La evaluación basada en la observación presta especial atención a la capacidad del profesor para tratar de forma equitativa a todos los alumnos a la hora de evaluar. Existen varios planteamientos que pueden servir como contrapunto en este debate sobre la imparcialidad de este tipo de evaluación. Se puede argumentar que cada persona tiene derecho a ser evaluada

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