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Drenaje Toracico


Enviado por   •  18 de Noviembre de 2013  •  2.965 Palabras (12 Páginas)  •  616 Visitas

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DRENAJE TORACICO

Definición.

El drenaje torácico es una técnica que pretende drenar y liberar de manera continuada la cavidad pleural de la presencia anómala de aire o líquido excesivo restaurando así, la presión negativa necesaria para una adecuada expansión pulmonar; o bien, permitir el drenaje de la cavidad mediastínica que permita el correcto funcionamiento del corazón en los post-operados de cirugía torácica o cardiaca. Por tanto, las situaciones que con la técnica se pretenden evitar son: el colapso pulmonar o el taponamiento cardíaco.

Indicaciones.

 Neumotórax cerrado o entrada de aire en el espacio pleural desde el pulmón, que puede producirse de manera espontánea o por traumatismo torácico no penetrante, siempre que supongan un compromiso respiratorio para el paciente (si > al 15%).

 Neumotórax abierto debido a la entrada de aire exterior al espacio pleural y/o neumotórax o colección de sangre en dicho espacio, habitual en politraumatizados.

 Neumotórax iatrogénico que puede surgir como complicación de la ventilación mecánica, en cuyo caso siempre deberán ser evacuados; o por perforación no intencionada del pulmón durante procedimientos invasores como la inserción de catéteres centrales a subclavia o yugular.

 Neumotórax a tensión, que requiere de una actuación inmediata pues supone una urgencia vital provocada por la acumulación excesiva de aire en el espacio pleural, con un aumento de la presión intratorácica hasta el punto de provocar el colapso pulmonar y el desplazamiento de las estructuras mediastínicas vitales hacia el lado contralateral.

 Los derrames pleurales o acumulación de líquido que sean persistentes o conlleven compromiso respiratorio. El hidrotórax es un tipo específico de derrame iatrogénico que puede ocurrir por colocación incorrecta de una vía central o extravasación de la misma.

 Los derrames paraneumónicos que constituyan empiemas o exudados tabicados que puedan requerir de tratamientos específicos a través del tubo torácico.

 Post-operados de cirugía cardiaca para liberar el mediastino en su zona antero y retrocardíaca de la posibilidad de sangrado, previniendo el riesgo de taponamiento cardíaco.

 En la mayoría de post-operados de neumectomías para poder evacuar el excedente de líquidos de la zona intervenida y recuperar de manera más fisiológica i progresiva el equilibrio de presiones entre ambos hemitórax.

Procedimiento. Colocación de un tubo torácico

La colocación de un drenaje torácico es una maniobra de cirugía menor, que se indica con una finalidad terapéutica para la extracción de acúmulos de líquido o aire en la cavidad torácica, generalmente el espacio pleural.

Una vez colocado se conecta a una unidad de recolección de drenaje torácico, tipo pleur-evac, la cual a su vez se puede conectar a aspiración continua.

Aunque existen varios tipos de drenajes torácicos con variedades técnicas de introducción, como son el Pleurocath y otros como el Thoraguide, o set de drenaje torácico para introducir con técnica de Seldinger, únicamente voy a referirme a la técnica más usual de implantación de un tubo de drenaje, conocida como toracostomía cerrada y como pleurotomía.

Se requiere una analítica de coagulación con valores normales o poco alterados, debiendo corregirse este si suponen un riesgo de hemorragia. Cualquier otra anomalía analítica por sí sola no va a contraindicar la colocación del drenaje.

Es importante informar al paciente de la maniobra a realizar, de las sensaciones que va a sentir, y solicitar su colaboración ganándose su confianza. En pacientes muy ansiosos, con grandes acúmulos de aire o líquido, y con patología asociada, puede ser aconsejable un pre medicación con atropina 1 amp. i.m. media hora antes y algún sedante tipo Tralixilitun 10 mg. i.m. o i.v. media hora antes de la introducción del drenaje.

Los casos con cámaras pleurales grandes y sin loculaciones o adherencias, se suelen tratar en su propiacama. Si se prevé una mayor dificultad por existir engrosamiento pleural o loculación o un riesgo mayor del paciente por patología asociada, especialmente cardiorespiratoria, se debe realizar en quirófano con monitorización, sedación controlada por médico anestesista, y mayor disponibilidad de medios quirúrgicos.

La posición del paciente será en decúbito supino si el tubo se va a introducir en 2º espacio intercostal, línea medio clavicular; que es uno de los puntos preferidos por muchos médicos en casos de neumotórax. 0 en decúbito lateral sobre el lado contrario a drenar, y con la extremidad superior homolateral elevada con la mano sobre la cabeza dejando ampliamente expuesto el hueco axilar, que es la posición preferida por nosotros, tanto para drenar cámaras de contenido líquido como aéreo.

El tubo se colocara en línea axilar media y a una altura variable entre el 4º y 7º espacio intercostal según preferencias del cirujano y naturaleza del contenido a extraer, más superior para el aire y más inferior para líquido. Las ventajas de la colocación del tubo en esta última posición y lugar, son de facilidad de introducción por ser escaso el grosor de la pared muscular a penetrar, de comodidad para el paciente mientras deba llevar el tubo colocado, y algo mejor estética de la cicatriz al poder ser tapada por el miembro superior.

En casos de cámaras pleurales más pequeñas, y sobre todo muy localizadas o loculadas, la posición del paciente y la elección del punto de introducción del drenaje vendrán determinadas por la de la cámara, siendo precisa a veces su señalización previa por ecografía o por control fluoroscopio.

Una vez informado y tranquilizado o sedado el paciente, y colocado en la posición elegida, se cubre con antiséptico la zona de piel a incidir, generalmente con Betadine, y se aísla con paños estériles. Se introduce anestesia local usual, Scandicain o lidocaína, haciéndolo suavemente primero en piel y tejidos subcutáneos; debemos esperar unos segundos y frotar suavemente con gasa sobre el habón formado para infiltrar los tejidos.

El anestésico. Después infiltraremos el plano muscular y por último el intercostal y la pleura parietal. Se comprobará, introduciendo la aguja en cavidad torácica, y aspirando suavemente, que estamos en la cámara elegida.

Practicaremos una incisión de la piel anestesiada con bisturí, de 1 a 2'5 cm. de ancho, según el calibre del tubo a introducir y en la dirección de las costillas. Después haremos una disección roma de los planos musculares con tijera o pinza roma

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