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EL MUNDO INDIGENA DE ARGUEDAS-L


Enviado por   •  12 de Octubre de 2013  •  2.724 Palabras (11 Páginas)  •  410 Visitas

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Arguedas el encuentro de Dos Mundos

José María Arguedas Señores, real, propio, y hasta profundo indigenista. Arguedas ha sido un hombre cuya biografía marcó profundamente sus relatos, sobre todo en Agua, Amor Mundo, Yawar Fiesta y Los Ríos Profundos. Su dura experiencia alrededor de culturas e idiomas le motivaban a filosofar al respecto, aumentando su curiosidad ante el diverso aire indígena. José María Arguedas se involucra en su cultura, él les creía, creía en sus magias, el sol, la luna, los ríos y la naturaleza debían ser adorados, que al salir una flor entre tierra y agua era obra de Dioses, Y estos indios lo protegían, lo querían, lo cuidaban, remplazando el amor Paterno-Maternal que él necesitaba, El mundo andino le regalaba experiencias, historias y anécdotas. Es como si le preparasen para que él fuese el escritor que podría revelar el ande Peruano. José María Arguedas regaló sus manos para dar voz al indígena con su escritura mágica, Los lectores lo llegamos a sentir, lo vemos, pero como él, ¿Quién?, ¿Quién sabrá con qué cristal vio la vida? Panoramas diferentes, conociendo él desde niño la problemática del indio. Él supo escribirlo con las palabras justas y exactas, José María Arguedas es uno de los mejores del siglo XX, En las letras peruanas. Él nos dejó la impetuosidad de nuestra tierra y proyecta a través de su obra narrativa, De por sí él dejó mucha influencia a la nueva generación Peruana.

Arguedas siempre con simpatía cuenta sus vivencias con su creencia hacia la magia siendo él realista, de ahí los finales enigmáticos de sus obras, La necesidad de José María era de comunicar, de narrar, de expresar lo que ocurre tanto a sí mismo y a los demás, Lo realiza de una manera bella, buscando transmitir el mensaje que ha quedado en el tiempo. Su sinceridad proclamaba la sabiduría siendo base la realidad. Su planteo de lo que ha vivido en esos momentos traumáticos ha sido mostrado con excelencia y han quedado respuestas y dudas bajo su brazo, ¿Ahora quién tendrá la verdad en la mente, en el corazón y en la identidad? El indio de Arguedas es el apurimeño, con diluvio en los ojos, con destino en la frente, Su indio habla quechua y es sureño. En Arguedas hay un proceso de liberación, la búsqueda seguro fue atormentada pero encontró satisfactoriamente los elementos. Da a conocer la existencia de una prosa silenciosa y lírica. Arguedas comprende la verdadera identidad del indio peruano y será contado a través de él como un artista intenso y profundo, Transmitiendo así nuestra cultura nacional. Los temas personales que abarcan en cada hoja son expuestos a nuestros ojos. ¿Cómo nos puede tocar cada mensaje?, ¿De qué maneras? Por luces a veces nos perdemos y nos hallamos en terrenos extraños, con cada sentimiento distinto en nuestro corazón, con cada pensamiento diferente en la cabeza, pero algo en común tenemos, el de estar solos. ¿Y cómo los escritos de José María Arguedas nos unen con la misma fuerza? Tenemos miedo de ser colores sin saber que sólo somos de un solo color, el de la esperanza. El racismo en tiempos de ignorancia crea barreras entre dos mundos, ¿Quién puede cruzar las líneas negras hechas por nosotros mismos?, ¿Quién? A parte de José María Arguedas y otros tantos como Ciro Alegría. Todos callamos. Damos un paso al frente y cantamos el himno nacional. ¿Libres?

Pero no dejemos que la furia entre aquí al menos nuestra imperfección humana nos hace necesitar esperanzas, esperanzas para ser una persona mejor por ver nuestro país con ojos de ternura, encontrar el pedazo de luz en cada rincón que Arguedas encontró.

Estamos distraídos, Somos ciegos a todo lo minúsculamente bello, una visión diferente tan sólo. Los detalles que sólo José María Arguedas pudo detectar fueron aprovechados para hacernos ver la realidad, la fuerza y la rapidez con las que se mueven las cosas. Detengámonos unos segundos a pensarlo un poco más. José María Arguedas nos descubre una ventana de experiencias, un mundo mágico lleno de coherencia y de vida, ¿Cómo consideramos practicarlo en carne y hueso?

Los libros que Arguedas ha escrito siempre han dejado en rincones de nosotros la justicia por todo el territorio, llena el alma de afecto puro y verdadero, un novelista por vocación. Durante toda su infancia aprendió a odiar la injusticia alimentándose de sí mismo con ternura y pasión cosechando de su propia semilla algo de ayuda, Su arte de saber elegir los pasos en cada oración y el poder de la honestidad en cada consonante, dejando huellas imborrables. La relación evidente que tiene con los personajes, El maltrato que sufrió le obligó a buscar lugares donde esconderse, presencias para llenar sus vacíos, encontrándolos en los buenos seres, la naturaleza y la literatura. Toda la dulzura para poder superar sus pasados, los pasos no dados, las palabras no dichas, y las injusticias vividas día a día, condenado a pasar largo tiempo bajo el mantel de las apariencias, el mantel que parecía cubrir la verdad, Arguedas no tenía el hogar que le debía de ser otorgado, vivía fastidiado por individuos con malas intenciones queriéndole ver las tristes expresiones en su rostro que sólo quedaba en él, Llegó a creer que era el único humano, pero él encontró un mejor lugar para estar y estaba dentro de él, la esperanza, Un nuevo porvenir. Los indios que le querían le enseñaron aquellas cosas que se aprenden en un bello lugar, palabras, gestos, canciones, bailes. Toda una cultura para abrazarla y encariñarse de ellas, Algo que no se obsequia a cualquiera, Arguedas claro que no era cualquiera, él hablaba perfectamente el quechua y el castellano, él tenía dos culturas en sus manos.

La naturaleza de Arguedas es sencilla, corta la exageración y lo resuelve con nombres culturales, Él poseía la maniobra del conocimiento indígena, Él se mezclo entre ellos, Él llego a ser parte de ellos, vivió algunas veces de ellos, era un tipo con gran brillo alrededor de su alma, quizá por eso desde luego mantuvo cordiales amigos cerca de él. Tanto como indígenas como escritores e intelectuales que admiraban su ser y obra y como ya dije con diferente cristal.

Todos con pestañas podemos tranquilizar nuestra mirada fija hacia un brilloso punto fijo, podemos parpadear para ver mejor eso es lo que debemos hacer tratar de ver mejor las cosas, mirarla desde otra perspectiva así como ha dicho Emilio Adolfo Westphalen en una crítica sobre José María Arguedas

“¿Cuál será la actitud del lector común y corriente, y aún del versado en literatura, según puede deducirse por reacciones diversas a las páginas iníciales de El Zorro de Arriba y el Zorro de Abajo cuando se publicaron? Predominarían en tal caso probablemente el desconcierto,

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