EL VINO DE ENSENADA BAJA CALIFORNIA

EL VINO DE ENSENADA BAJA CALIFORNIA

INDICE

• Historia

• Introducción

• Cultura

• Economía

• Propuestas

• Problemas y ventajas

• Objetivo

• Fuentes de informacion

EL VINO DE ENSENADA BAJA CALIFORNIA

Historia

México es el lugar de América en donde se sembraron las primeras vides. Alrededor de 1500 los misioneros españoles empezaron a producir los primeros caldos.

Sin embargo, el interés por crear vinos de alta calidad bajo estándares internacionales empezó hace apenas unos 70 años.

La producción de vino se remonta a muchos siglos atrás, teniendo una evolución en cuanto al modo de cultivo de la vid y la forma de almacenamiento para su añejamiento. Pero hablar de vino no es solo referirse a estas características concernientes al cultivo de uvas y producción de vino, sino también al aspecto cultural que generalmente lo acompaña.

La cultura se define de diferentes maneras, y generalmente tiene que ver con la forma de expresión de la sociedad, o con un determinado sector de esta misma. En el caso de la cultura del vino en Ensenada, no inicia al mismo tiempo que en el viejo continente. Sino que proviene de un legado iniciado originalmente en Grecia, España, Italia… Y es traído a México durante la conquista. Al ver las tierras prósperas para el cultivo de la vid, y por formar parte de la alimentación diaria de los españoles, se decide cultivar uvas en este nuevo país.

Es en distintas partes de México donde se inicia el cultivo, para finalmente llevarlo a la parte norte. Los misioneros jesuitas son quienes se encargan de esta labor, trayendo las vides desde Loreto hasta la alta California. De esta manera la región se convierte en zona vitivinícola, una de las principales del país

Introducción

El hecho de que la zona de Ensenada se situé dentro de la conocida franja mundial de producción de vino ha hecho posible producir excelentes vinos, con una tradición de mas de 200 años, Las zonas de cultivo se ha extendido más allá del famoso Valle de Guadalupe, Los Valles de San Antonio de las Minas, San Vicente y por supuesto el Valle de Santo Tomás han dado mucho de que hablar con sus excelentes vinos.

La especial geografía del noroeste de Baja California a favorecido desde tiempos remotos el florecimiento de viñedos silvestres o “incultos” como se llamaban en la época desde que los misioneros jesuitas llegaron a la zona y trajeron la cultura europea a la península, y con ella muchas de sus tradiciones como la gastronomía y el vino.

Aunque en esas tierras se notaba la presencia de vides nativas, éstas no eran aptas para la elaboración de vino, fue necesaria la importación por parte de los misioneros de variedades de la vitis vinífera europea, plantas que se adaptaron fácilmente al clima y el ambiente peninsular.

Fue el Misión de San Javier en Baja California sur, en donde se dio el primer vino a principios del siglo XVIII cuyas parras procedieron de Misión del Yaqui, en Sonora.

La Misión de Santa Gertrudis, fue el lugar donde se dio origen a los primeros cultivos en la zona de Ensenada aunque los primeros vinos fueron exclusivos para la celebración de las misas, la labor fue comenzada por el padre Jorge Retz para después extenderse a las misiones del norte del estado. El trabajo de los misioneros dominicos también dejo huella en las misiones de la Señora del Rosario (1774), Santo Domingo de la Frontera (1775), San Vicente Ferrer (1780) solo por mencionar algunas. La tradición vinícola, más que perderse, retomó fuerza en el ámbito comercial, su principal productor fue la antigua Misión de Santo Tomás, en el valle del mismo nombre, con Loreto Amador, quien en 1880, debido a problemas económicos, vendió sus tierras a Francisco Andenogui y Miguel Ormat, para 1888, ellos fundaron la compañía Bodegas de Santo Tomas, la vinícola más antigua del estado que sigue elaborando deliciosos caldos hasta nuestros días.

Ensenada es la zona de mayor producción vinícola en México, mas del 90% de su elaboración parte de sus valles. Durante muchos años, la única casa vinícola establecida en la ciudad fue Bodegas de Santo Tomàs, cuya presencia urbana data del año 1937, no seria hasta 1983 cuando se instalan Cavas Valmar y posteriormente Vinos y Vides Californianos. A partir del año 2000, numerosos ensenadenses han incursionado en este arte y en los ultimos nueve años, has surgido pequeñas casa de muy limitada producción, pero de gran calidad como Canto Rodado, Navegante, Don Jaime, Vinart, Cicuta, Tres Mujeres, Cruz, M3, Quintas Lizàrraga, Vena Cava, Sol y Barro, Palabras, La niña L`Blanc, La niña au Rouge, Alximia, y muchos otros.

Hablar de Ensenada es hacer alusión a los grandes atractivos que posee, las playas, la gastronomía y el buen trato de la gente. Pero entre ellos hay uno que toma relevancia, al ser no solo un atractivo turístico, sino una actividad económica que genera ingresos para una parte de la población: el vino.

El vino a través de la historia se ha convertido en un icono con diferentes significados. Entre ellos el otorgado por la iglesia, donde esta bebida toma un papel importante dentro de los ritos sagrados de la religión. Aunque también forma parte de la otra parte no eclesiástica, donde se convierte en una bebida embriagante, que dependiendo de la calidad se destina a cierta clase social.

.Cultura

Regresando al tema de la cultura del vino, se le llama de esta manera al conjunto de aspectos relacionados al producto final de la vid. Puesto que cultura incluye una región geográfica, un grupo de personas, sus costumbres y tradiciones.

Por ello la cultura del vino se relaciona con las experiencias y el aprendizaje de quienes están cercanos a este ambiente; es decir, los consumidores, y personas que intervienen en el cultivo de la vid y en la producción del vino, en este caso de Baja California.

Ensenada y sus condiciones

Tiene condiciones ideales para

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