ENSAYO SOBRE EL ARTE DE LA GUERRA DE SUN TZU

Introducción

A mi parecer el libro El arte de la Guerra de Sun Tzu, es un texto muy vigente a pesar de la gran cantidad de años que han pasado. Es una lectura que se puede aplicar en muchos aspectos de nuestra vida y trabajo, pues habla de estrategias para superar los obstáculos, aunque en el libro se refiera a la guerra este material se puede trasladar a casi todos los trabajos que realizamos, además es muy fácil de entender. El libro se escribe en 13 capítulos en los que el autor va abordando los temas que a su parecer pueden presentarse en un campo de batalla, pero como dije antes no solo se aplica en la guerra como tal, sino también en nuestros trabajos cotidianos, recordemos que la vida diaria es una lucha por salir adelante, es una competencia entre nosotros mismos, tenemos que superar obstáculos, pues seguramente nadie de nosotros queremos ser unos mediocres.

El arte de la guerra

Nos dice que la guerra es de vital importancia para el Estado; es el dominio de la vida o de la muerte, el camino hacia la supervivencia o la pérdida del Imperio: es forzoso manejarla bien. No reflexionar seriamente sobre todo lo que le concierne es dar prueba de una culpable indiferencia en lo que respecta a la conservación o pérdida de lo que nos es más querido; y ello no debe ocurrir entre nosotros, el arte de la guerra se basa en el engaño. Por lo tanto, cuando es capaz de atacar, ha de aparentar incapacidad; cuando las tropas se mueven, aparentar inactividad. Si está cerca del enemigo, ha de hacerle creer que está lejos; si está lejos, aparentar que se está cerca. Aprovechar para golpear al enemigo cuando se encuentra en desorden pero por el contrario estar preparados para enfrentarlo cuando está seguro en todos sus flancos, incluso evitarlo cuando representa fortaleza y buscarle sus debilidades para atacarlos.

En la batalla como en la vida diaria debemos tomar acciones con estrategias, viendo aspectos como situación de lugar, geografía, etc., pues dice que si estás sitiando una ciudad, agotarás tus fuerzas. Si mantienes a tus tropas en constante batalla, tus alimentos y municiones se agotarán y por lo tanto serás débil a tu enemigo, en este punto de la lectura hay una frase muy importante que nos dice que un general inteligente lucha por desproveer al enemigo de sus alimentos. Cada porción de alimentos tomados al enemigo equivale a veinte que te suministras a ti mismo, pues como todos sabemos el alimento es la base para tener fortaleza primeramente en nuestro cuerpo para después luchar y quien utiliza al enemigo para derrotar al enemigo, será poderoso en cualquier lugar a donde vaya. En las batallas de nuestra vida lo más importante son nuestras victorias y no la persistencia, o dicho de otra forma, lo importante es el fin no los medios para obtenerlo: Un ejército es como el fuego: si no lo apagas, se consumirá por sí mismo.

En todos los momentos que vivamos debemos tomar en cuenta las proposiciones de la victoria y la derrota, es mejor conservar a un enemigo intacto que destruirlo, es de mayor valía conseguir que se rindan sin luchar y eso hablará bien de nosotros, por otro lado nunca se debe atacar por cólera y con prisas. Es aconsejable tomarse tiempo en la planificación y coordinación del plan, ver los pros y los contra de nuestra estrategia que llevaremos a cabo, nos dice que un verdadero maestro de las artes marciales vence a otras fuerzas enemigas sin batalla, conquista otras ciudades sin asediarlas y destruye a otros ejércitos sin emplear mucho tiempo, una victoria en todos sus aspectos es posible cuando el ejercito no entabla batalla y las ciudades no son asediadas, tampoco que haya destrucción de la misma, pero todo esto se logra con una buena estrategia. Lo mejor es conocer primero a uno mismo, nuestras debilidades y fortalezas pero también conocer al enemigo para correr el menos peligro posible. Como podemos ver hasta aquí, todo lo que hemos dicho se aplica en nuestros días o mejor dicho se debería de aplicar. Un caso muy concreto es el de la batalla contra la delincuencia que de parte del gobierno se ha venido realizando, nos podemos hacer una pregunta, qué tan beneficioso o productivo ha sido que nuestro ejercito haya salido a las calles para enfrentar a los malosos, será qué en verdad ha disminuido la delincuencia o ha tenido serias consecuencia que a la luz pública no ha salido.

La invencibilidad está en uno mismo, la vulnerabilidad en el adversario. Pues la primera es una cuestión de defensa, la segunda, una cuestión de ataque. Mientras no hayas observado vulnerabilidades en el orden de batalla de los adversarios, oculta tu propia formación de ataque, y prepárate para ser invencible, con la finalidad de preservarte la defensa es para tiempos de escasez, el ataque para tiempos de abundancia. Todos deberíamos de tomar en cuenta de que el mundo nos oculta muchas cosas por lo tanto habría que ser capaces de sacar triunfos de donde menos los podríamos esperar, eso si seria algo para elogiar, pues si eres capaz de ver lo sutil y de darte cuenta de lo oculto, irrumpiendo antes del orden de batalla, la victoria así obtenida es un victoria fácil. Un ejército victorioso gana primero y entabla la batalla después; un ejército derrotado lucha primero e intenta obtener la victoria después.

Para toda batalla deberíamos tener una firmeza en nuestros actos pues dice que los expertos son capaces de vencer al enemigo creando una percepción favorable en ellos, así obtener la victoria sin necesidad de ejercer su fuerza. Tenemos que estar consientes de nuestras debilidades para revertirlas pues el desorden llega del orden, la cobardía surge del valor, la debilidad brota de la fuerza. Si quieres fingir desorden para convencer a tus adversarios y distraerlos, primero tienes que organizar el orden, porque sólo entonces puedes crear un desorden artificial. Si quieres fingir cobardía para conocer la estrategia de los adversarios, primero tienes que ser extremadamente valiente, porque sólo entonces puedes actuar como tímido de manera artificial. Si quieres fingir debilidad para inducir la arrogancia en tus enemigos, primero has de ser extremadamente fuerte porque sólo entonces puedes pretender ser débil.

En toda batalla debemos de desconcertar al enemigo, ser como el agua que se adapta y se moldea a los recipientes que la contengan, siempre hay que hacer que los adversarios vengan a nuestro terreno para que no tengan la misma fortaleza y la de nosotros esta completa atacando donde menos se lo esperen. Se extremadamente sutil, discreto, hasta el punto de no tener forma. Sé completamente misterioso y confidencial, hasta el punto de ser silencioso. De esta manera podrás dirigir el destino de tus adversarios. Hay

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