ESCRIBAMOS UNA CANCION BILL KAULITZ

Me encontraba sentada en la mecedora recordando cómo había sido mi experiencia laboral con Tokio Hotel a pesar de que habían ya pasado 5 años de eso, sobre todo ese último momento con Bill, esa confesión por la cual había decidido dejar de trabajar con ellos.

Después de eso tuve la oportunidad de hablar con Tom, quien dijo que de una u otra manera se sentía atraído hacia mi desde que me conoció pero que cuando Bill, le confeso que se había enamorado de mí se sintió frustrado por lo cual evitaba verme, pero luego entendió que ese sentimiento hacia mí no tenía futuro y lo comprendió aún más cuando Patrick le contrato una asistente personal Ría, con quien llevaba una relación muy intensa tú los veías peleando como si se odiaran de toda la vida y a los 5 minutos, se encontraban “haciendo las pases” en su habitación, era una relación tan basada en el sexo que varias veces le advertí a Tom que tuviera cuidado y él siempre decía que nunca se enamoraría, pero se había equivocado una vez más ya que el día de mañana se casaba con Ría.

Todos esos recuerdos eran muy valiosos para mí, aunque había sufrido mucho en esa época pero esos pequeños baches en mi vida eran el resultado de la maravillosa vida que llevaba ahora.

- Ya se durmieron – me pregunto Bill desde la puerta de la habitación de nuestros hijos.

- Si al fin, logre que ambos durmieran – Bill se acercó a mí, tomo a Johan entre sus brazos y lo llevo a su cuna, en tanto yo me levantaba con Lucas en mis brazos para acomodarlo en su cuna.

- Te, dieron muchos problemas ¿No? – pregunto mientras posaba su mano en mi cintura y besaba mi cabello.

- Algunos, creo que es consecuencia de que ambos se parezcan a su tío – sonreí, y me aferre a su brazo.

- La vamos a tener muy difícil – me dijo mientras salíamos de la habitación de nuestros gemelos.

- Bueno en realidad, todo lo que se refiere a ti, en mi vida, en si ya es complicado – dije de manera juguetona, tratando de apaciguar la carga emocional que conllevaba lo que acababa de decir, ya que de verdad no la había tenido muy fácil, primero luchando con su hostilidad hacia mí por no estar seguro de que era lo que el sentía por mí, fue muy duro había sufrido mucho. En segundo lugar estaba el problema por la confusión de Tom y por último los ataques constantes de Mónica que no superaba a Bill. Pero en todo momento estuvo el ahí, desde que le brinde esa oportunidad que según él había salvado su vida, sin percatarse que también había salvado la mía.

- Señora Kaulitz se está usted quejando de su esposo – se acerba a mi abrazándome por la espalda juntando sus manos en mi cintura.

- Yo… jamás lo haría – el empezó a depositar pequeños besos en mi cuello

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