ESTIGMAS SOBRE LA JUVENTUD Y LAS TRIBUS URBANAS EN LOS MEDIOS DE COMUNICACION

ESTIGMAS SOBRE LOS JOVENES Y LAS TRIBUS URBANAS

EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

INTRODUCCION

Pareciera ser que los vínculos sociales intra e intergeneracionalmente se están diluyendo, dejando a su suerte a la gran mayoría de jóvenes y por lo tanto buscan integrarse a grupos afines en busca de una identidad. No obstante, estas nuevas generaciones están construyendo sus propias oportunidades que las instituciones no les dan, por lo tanto indagando y experimentando caminos nuevos.

Los jóvenes atreves del tiempo han enfrentado un sin fin de problemáticas con todo y sus actuales características socio-culturales, una de ellas es la estigmatización de los aparatos de control y algunos sectores de la sociedad, pero sobre todo de los medios de comunicación, que en su gran mayoría solo reproducen las discursividades de las instituciones, ya que estas, siempre han considerado a la juventud como “homogénea” y “hegemónica”, además de ser vistos como fetiches (consumidores)

La juventud a nivel mundial, pero concretamente en México, es catalogada como sinónimo de muchas cosas, que si bien no son del todo certeras en la gran mayoría de los casos, la construcción social que se tiene de ellos tiende a asimilarles como equivalentes de inmadurez, inexperiencia, rebeldía, excesos, adicciones, conductas negativas, delincuencia, etc.

Estos sinónimos con los que negativamente se identifica a la juventud, han creado una pre concepción de lo que significa ser joven, evidenciando un cierto rechazo hacia ellos y colocándolos como un grupo homogéneo y por tanto estigmatizado.

Es debido a estos prejuicios, que los medios de comunicación muchas veces “inflan” a los adolescentes con respecto a todos los sucesos que ocurren en cuanto a disturbios, escándalos, etc. “....la prensa es una arista de la comunicación que ejerce manipulación, poder que se objetiva en el discurso para hacer prevalecer una sola visión de la realidad” (Reguillo 1991)

Por todo lo anterior, la pregunta fundamental para el desarrollo de este ensayo, será ¿cómo están construyendo los medios, la visión y perspectiva de los jóvenes?

DESARROLLO

Aunque la juventud en otras épocas fue un grupo social inexistente, hoy en día es reconocida como categoría social, sin embargo, actualmente ser joven significa ser un problema para la sociedad, aunque el verdadero problema en realidad, es esa concepción que han tenido los gobiernos acerca de los jóvenes: que son personas inmanejables que no se adaptan a la sociedad de la forma en que deberían hacerlo, que solo se preocupan por ellos mismos y la estitación del cuerpo, que se reúnen en sus nichos etnográficos y siempre están causando escándalos por su rara concepción de ver la vida.

Debido a la percepción que se tiene sobre los jóvenes, frecuentemente se les niegan oportunidades de empleo, educación, participación (en diversos ámbitos), opinión, pensamiento, en suma, su existencia, y por ello al llegar a una edad determinada las estructuras sociales del sistema se le presentan como incompatibles.

De tal forma que los jóvenes ven en las tribus urbanas una nueva vía de expresión, es decir, un modo de alejarse de la normalidad institucional que no les satisface y por ello buscan la construcción de una nueva identidad y su vez apropiándose de un espacio simbólico.

Cabe mencionar que los jóvenes no tienen una problemática específica de juventud, no es de ellos, es una construcción de la sociedad, los jóvenes solo buscan y encuentran su identidad dentro de modas, estilos musicales, adscripciones identitarias o por sus preferencias sexuales, si bien para muchos encontrarse con personas similares a ellos o con los mismos gustos les hace sentirse parte de una comunidad.

La identidad es un proceso permanente y complejo, no presupone igualdad y menos acciones de homogeneización, la identidad es un proceso participativo al interior de las acciones del grupo, esta se logra en un proceso histórico concreto de apropiaciones y expropiaciones, en que se pierden y ganan espacios; es en definitiva, una práctica social con sentido de acumulación, "....nuevos modos de vida que renacen bajo nuestros ojos" (Michel Maffesoli1990)

Sin embargo, los medios de comunicación que estigmatizan a la juventud y la catalogan como homogénea, poseen un alto grado de poder y legitimidad para plasmar su discurso y así poder operar eficazmente en las representaciones sociales, de esta manera, pueden adoptar posturas críticas y valores sobre la realidad pues tienen soberanía para “decir y hacer sobre ella”.

Al constituir una red de intereses tan fenomenal tienen la potestad de conformar individuos a quienes pueden nombrar a través de jerarquías identitarias diferentes que de acuerdo a sus cualidades socioculturales los ubicarán en una determinada capa de la estructura social, "....el poder se ejerce mediante la producción de discursos que se autoconstituyen en verdades irrefutables" (Foucault 1987)

Homogeneizar a la juventud, es pensar que los jóvenes “son todos iguales” por lo que no se elabora ningún nivel de distinciones entre los tipos de jóvenes, ni entre géneros, razas, clases sociales, estilos (contra) culturales, etc., por lo tanto,

existiría sólo una juventud, "....en realidad la juventud no posee un carácter universal, constituye un referente conceptual que precisa de contextualización y especificidad desde sus acepciones más básicas: momento de la vida, grupo social, estado de ánimo, estilo de vida, entre otras” (Duarte 2000)

Aunado a esto, la permanente estigmatización de los medios de comunicación hacia el grupo social “juventud” y de sus prácticas y discursos, crean una concepción que tiende a “patologizar”” a la juventud, no reconociendo sus capacidades de aporte, y de esta forma se le saca de la historia, se les sitúa como no aporte y como una permanente tensión para el orden, el progreso y la paz social, por el sólo hecho de ser jóvenes. Estas imágenes son las que permiten al imaginario dominante argumentar con fuerza todas sus desconfianzas, temores y represiones contra la juventud.

La imagen de "lo joven" puede ser fácilmente asociada con sospechas de un peligro latente que debe ser ahogado o controlado, de ahí, que la mirada de los medios de comunicación, en su gran mayoría muestra por lo general a los adolescentes en situaciones negativas para poder vender, sin embargo, muy pocos tratan de mostrar

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