Educacion Psicmotriz

Un bebe de 7, 8 o 9 meses es mejor permitirle es el gateo y la exploración de su mundo que se logra solo estando boca abajo.

Para caminar tendrá toda la vida, lo hará cuando esté listo para pararse y se sienta seguro de dar sus primeros pasos, por lo que en general los caminadores o andadores no son necesarios

Gatear en cambio es solo unos pocos meses es la base de su desarrollo motriz, y conductas físicas que necesitará más adelante

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Gatear le permite al bebe no solo avances en su desarrollo sino su independencia, el desarrollo de su creatividad y la capacidad de desplazarse para llegar al lugar que desea, cumpliendo el objetivo que el mismo se ha impuesto.

Con lo cual reforzamos el cumplimiento de sus propias metas, la seguridad y confianza en sí mismo y su deseo de superación.

El gateo es una etapa indispensable en el desarrollo de todo bebe, aquellos que por diferentes motivos no logran gatear en su primera infancia por lo general tienen problemas posteriores con su desarrollo físico y motor.

Los músculos de los brazos y los pies se desarrollan durante el gateo, así como la coordinación y precisión de movimientos.

Lo que se debe reforzar en esta etapa es precisamente el gateo y no precipitarse a que camine cuando no solo no es lo ideal sino que su cuerpo no está preparado para ello.

Aunque esta herramienta facilite la movilidad del menor y sirva como apoyo para que él dé sus primeros pasos, su uso siempre debe ser bajo atenta vigilancia de un adulto.

No ocasiona daños en la cadera del bebé; tampoco detiene el desarrollo de sus piernas. Varios mitos (como estos) ruedan alrededor del empleo del caminador.

“No es cierto que el empleo del caminador produzca daños en la cadera del bebé. No hay ningún estudio que demuestre esta creencia. Por el contrario, se pudiera pensar que la posición en la cual queda el bebé favorece el desarrollo adecuado de la cadera”

“Como el niño gana movilidad, puede caerse y sufrir traumas faciales y craneoencefálicos. De ahí la importancia de que cada vez que se monte, los padres estén pendientes y cuente con puntos de contacto para que, solo en caso de emergencia, se sostenga con los brazos, que quedan libres”

No obstante, no todos los niños pueden circular con un caminador. Por ejemplo, no debe ser empleado por niños sanos menores de 9 meses pues a esta edad no hay todavía control cefálico ni del tronco; es decir, la cabeza del bebé se descuelga, por lo que se corre el peligro de graves lesiones a nivel neuromuscular. “De la misma manera, este implemento no se debe utilizar en niños con alteraciones musculo esqueléticas, trastornos del tono muscular, problemas neurológicos o retardo del desarrollo sicomotor”

¿Beneficios extra?Es frecuente pensar que un menor que usa el caminador tiene ventajas sobre otro que no lo emplea. Esto es completamente falso. “Además, hay registro de un mayor riesgo de accidentes entre los bebés que emplean el caminador. Por eso no se recomienda su uso, pues no estimula el desarrollo del niño, pero sí es un mecanismo que facilita que él se ruede por las escaleras o tome gran velocidad y se caiga de cabeza”, enfatiza Ospina.

A medida que se produce la maduración neuro-motora, el niño y la niña irá dejando atrás su actividad automática refleja, adquiriendo la capacidad de desplazamiento y llegando a la capacidad de realizar movimientos disociados. A través de hallazgos al azar o por imitación, descubre las partes interiores y los fragmentos de su cuerpo. Adquiere autonomía propia cuando hay madurez de los mecanismos de acomodación y asimilación volviéndose experimentador y viviendo sus experiencias.

- En la pequeña infancia, toda educación es educación psicomotriz.

- En la mediana infancia, la educación psicomotriz sigue siendo el núcleo fundamental de una acción educativa, que empieza a diferenciarse en actividades de

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