El Bono Que Los Empleados Realmente Quieren, Aunque Ellos No Lo Sepan.

El Bono que los empleados realmente quieren, aunque ellos no lo sepan.

Pregunte a sus empleados lo siguiente: "¿Cómo le gustaría ser recompensado por su esfuerzo y desempeño, además de su salario fijo?" Ellos probablemente responderán que quieren una recompensa en forma de un aumento de sueldo o un bono, que puedan entonces gastarlo en sí mismos. Incluso podrían convencerte de que gastar este dinero extra en el Smartphone más nuevo en el mercado, o el próximo álbum de Daft Punk, los motivará a trabajar "más duro, mejor, más rápido, más fuerte."

Tome lo que ellos dicen con un grano de sal.

Darles a sus empleados el dinero, y la libertad para que ellos gasten en cualquier cosa que elijan, puede sonar como la receta para un lugar de trabajo feliz y más productivo. Pero la evidencia de una serie de estudios científicos dice lo contrario. Recompensas individuales que van desde pago por rendimiento de por bonos- han demostrado ser perjudiciales para la moral y la productividad de los empleados. Como así?

En primer lugar, las recompensas monetarias tienden a disminuir la motivación intrínseca del individuo y el interés por el trabajo. En segundo lugar, a menos que el trabajo es extremadamente simple (que no requiere de la creatividad, resolución de problemas, o las habilidades de razonamiento complejo), las recompensas monetarias pueden perjudicar el rendimiento paradójicamente porque los empleados podrían centrarse demasiado en el dinero extra por-venir. Por último, cuando los empleados comparan sus bonos de fin de año, vemos más los celos, la ansiedad, y la competencia, y menos confianza, el intercambio y el trabajo en equipo en el lugar de trabajo. Si sus empleados están trabajando en grupos, el efecto se agrava: el deterioro de estas relaciones daña tanto su felicidad individual, así como la forma en que trabajan juntos como un equipo.

Entonces, deben tirar la toalla de una vez por todas? No del todo. Le sugerimos que pruebe algo nuevo y potencialmente más eficaz: las bonificaciones pro-sociales.

En lugar de dar a sus empleados más dinero para gastar en lo que ellos quieran, que tal si lo que si les proporciona son bonos con una condicionante: deben ser gastados en acciones pro-sociales hacia organizaciones benéficas y compañeros de trabajo? Pusimos a prueba esta idea, con nuestros colaboradores Lara B. Aknin, Michael I. Norton, y Elizabeth W. Dunn: en tres países, se analizó el poder de bonos pro-sociales a través de diferentes profesiones y culturas.

Primeramente, el Banco Nacional de Australia dio a algunos de sus empleados dinero para gastar en obras de caridad. Esto difiere del modelo de responsabilidad social corporativa clásico, donde la empresa dona una suma global de dinero a una organización benéfica generalmente seleccionados por el director general. Bajo este método, la empresa no puede medir el impacto de este acto de bondad en la dinámica dentro de la empresa o en la

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