El Docente Como Mediador "Figura Ecléctica En La Educación"

Introducción

Al comenzar la materia “Formas, tipos y funciones del quehacer docente” se plantearon dos preguntas, ¿Cuál es la concepción del maestro? y ¿Cuál es la concepción del alumno? las cuales retomo como nombres del presente ensayo.

Las preguntas a lo largo de las actividades y lecturas que se realizaron dentro del desarrollo de las clases, fueron respondidas desde varios ámbitos, aquí tratare de explicar a partir de mi punto de vista, la idea con la que inicio sobre el significado de cada concepto (maestro y alumno) y la que me forjo al término de la correlación y reflexión de dichos consignas.

Comenzaré explicando la evolución que ha tenido a lo largo de las décadas la tarea docente, en contextos internacionales que han impactado el nuestro, las concepciones grupales y/o dinámicas de grupo que se dan dentro del aula, la dualidad de los planes y programas y por ende el tratamiento del contenido, para aterrizarlo en el alumno y su contexto, resaltando lo que el docente tiene que hacer para interesar y motivar al educando, así como para organizar las situaciones de aprendizaje.

De lo individual a lo colectivo

La labor docente ha ido evolucionando con el paso del tiempo, en mucho las investigaciones y/o aportaciones de diversas ciencias que han ido estableciendo el trabajo que se lleva a cabo en el aula.

Las ciencias que destaco han logrado en mucho realizar aportaciones para hacer más eficiente a la educación, son la psicología, sociología y la pedagogía, entre otras éstas han logrado ir cambiando la dinámica en los grupos.

Gracias a diversos estudios en ámbitos internacionales el pensamiento grupal ha venido posicionándose como base del trabajo en los sistemas educativos de diversos países incluidos el nuestro, hace ya algunas décadas se comenzaron a realizar investigaciones en el ámbito laboral donde se ve plasmado el trabajo colectivo, cooperativo y colaborativo.

De ahí que creo surge la necesidad de que en las escuelas se comience a practicar el trabajo en grupo, como sabemos, las escuelas responden a las necesidades de la sociedad, estas varían de acuerdo al contexto, llámese época, lugar, cultura, etc.

Los sistemas educativos o prácticas educativas estaban abocadas al trabajo individual, no tenían cabida para el trabajo en conjunto, esto hacía que los alumnos se vieran como personas aisladas donde las interacciones quedaban cuartadas por las consignas que el propio profesor emprendía.

La escuela activa comienza a promover en la práctica educativa reconociendo las exigencias de la sociedad y como “conjunto de actividades y responsabilidades asumidas en grupo” (Díaz Barriga, A.,1993, p. 41).

La dinámica de grupos que para los autores Dorwin Cartwright y Alvin Sander extrapolan de las aulas a las industrias; pienso que si se consolida desde niveles básicos y se educa a los alumnos a la forma de trabajo, cuando se enfrenten a su vida laboral, serán productivos y competentes, con lo que respecta a las habilidades que se pretenden desarrollar.

La otra parte es convertir a la persona en un ser pensante capaz de aprender a aprender y responsable de sus acciones, con un grado alto de valores y ética profesional, por lo que opino que en las aulas se debe de practicar día a día la dinámica de grupos.

Estoy segura que entre más tiempo le invirtamos al trabajo en grupos, (en grandes y pequeños) la micro sociedad que tenemos en nuestras aulas va a llegar a ser efectiva y eficaz y con valores bien cimentados que irán en pro de una mejor sociedad.

Por su parte el docente tiene una tarea difícil al intentar desarrollar ser operador de grupo, pero eso queda opacado por la infinidad de aspectos positivos que se encuentran en el trabajo en grupo, a la vez el alumno de manera gradual tiene que irse involucrando en esta forma de trabajo diseñada, organizada y animada por el docente, donde se facilite las situaciones de aprendizaje.

Los programas de estudio ¿Imposiciones o sugerencias?

Hasta hace unos años los planes y programas de estudio no contemplaban el trabajo en grupos como lo hace hoy en día, partiendo de ese punto creo que nuestro sistema mexicano se ha tenido que ir adaptando a las tendencias educativas internacionales.

Aunque si bien no llegamos al ideal (lo que sería una utopía) hemos logrado ir abatiendo los rezagos que nos alejaban cada día más de las sociedades de aprendizaje, contemplando en nuestras contenidos la dinámica de grupos.

Parte de esta tarea me hace preguntarme, si nuestras prácticas educativas se basan en las dinámicas de grupo y estás cambian de acuerdo al conjunto de personas que la integran, ¿es posible seguir un mismo método?, ¿hay que adecuar los planes y programas?, qué es lo que realmente importa, ¿cumplir con el programa o lograr el aprendizaje significativo en nuestros alumnos?

En lo personal siempre he creído que los planes y programas, y por ende el contenido son flexibles y moldeables a cualquier contexto, solo hay que adecuarlos para desarrollar con éxito el aprendizaje significativo que se quiere lograr.

En la práctica comienza a ser más fuerte el hecho de querer cumplir el programa, usar el mismo método sin adaptarlo a tu contexto, sustituir el trabajo grupal por el individual, etc., aunque tengamos claro lo que se debe hacer, en el aula comienza a tomar fuerza, tanta que se convierte una práctica común entre los docentes.

De acuerdo con Díaz Barriga, hay elementos fundamentales que se deben de tomar en cuenta en la organización del contenido como, ir de lo fácil a lo difícil, de lo particular a lo general y de lo concreto a lo abstracto.

Nos dice también que para que el contenido sea significativo debe de estar ligado a la cultura del contexto donde los estamos aplicando, partiendo de lo que el niño conoce (conocimientos previos)

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