El Funcionamiento De La Escuela Y Su Papel Como Fuerza Socialmente Conservadora

El funcionamiento de la escuela y su papel como fuerza socialmente conservadora

Hoy por hoy nos seguimos cuestionando sobre el papel que tiene la escuela en la perpetuidad de las desigualdades sociales y aunque la apreciamos en todos los ámbitos educativos, no se toma en cuenta realmente, ya que nos apoyamos en la ideología jacobina que no toma en cuenta la desigualdad ben lo que respecta al sistema escolar, por ser partidaria de una definición formal de equidad educativa. Sin embargo al reconocer las desigualdades en el ámbito educativo debemos decir que la igualdad formal a la que está sujeto todo el sistema educativo es en realidad injusta y que cualquier sociedad que pretenda tener ideales democráticos protege a los mismos privilegios y no su abierta transmisión.

Como docentes debemos ayudar a evitar que siga haciendo más grande la brecha de la desigualdad educativa y tratar a todos por igual a los niños de diferente clase social y proporcionar los mismos conocimientos y proporcionar una igualdad formal dentro de las aulas. De tal forma que en la educación secundaria o superior se proporcione una pedagogía estimulante (que como dice Weber) ayude a estimular los dones ocultos de ciertos individuos excepcionales por medio de técnicas mágicas, tales como las habilidades y poderes verbales del maestro.

Pero en oposición a esta teoría de igualdad universal se antepone y solo proporciona educación a las clases consideradas como educadas y con una herencia cultural satisfactoria, mientras que los alumnos pertenecientes a la clase obrera serán despreciados por la sociedad considerada de elite.

Como docentes debemos evitar realizar exámenes con gran contenido temático porque sólo obligará al alumno a prepararse para el examen, pero no le será significativo. Algunas veces nosotros mismos tratamos de seguir una enseñanza aristocrática porque esa es la educación que recibimos y es muy difícil olvidar.

Son muchos condicionantes que hacen notar la enorme diferencia entre una persona de clase social alta y una persona perteneciente a la clase trabajadora, tales como los modales, la forma de vestir y hablar, os cuales le permiten al maestro hacer un juicio sobre los dones natos de esa persona.

La educación de elite está muy lejos de la clase baja pues aun cuando tengan acceso a ella, deben redoblar sus esfuerzos para aprovecharla pues se tienen que apoyar completamente en la escuela y en sus cualidades para compensar todo lo que no les proporciona su entorno social y que dejan a la escuela toda la obligación de enseñarles aún a pesar de que sean considerados como macheteros.

Lo que el sistema educativo promueve es una educación aristocrática, de tal manera que ayude a crear en el alumno una receptividad hacia la gracia y un uso tradicional del lenguaje universitario como vehículo para alcanzar una cultura consagrada, donde compartan un lenguaje y un sistema de valores común, pero esto solo sucede cuando el sistema trata con sus propios herederos. D e cierta manera con el uso del lenguaje puede verse todo el significado alcanzado por las clases educadas en la cultura aprendida y en la institución responsable de transmitirla.

Es claro que el sistema antes mencionado solo puede funcionar mientras pueda reclutar y seleccionar alumnos capaces de satisfacer sus exigencias objetivas, o sea en tanto pueda ser dirigido a individuos que posean un capital cultural, lo que presupone y garantiza. Sin exigirlo abiertamente o sin transmitirlo de forma metódica.

En la actualidad se habla mucho de la educación en masas, que es lo opuesto a la educación reservada para un pequeño número de herederos de la cultura exigida por la escuela, como de la educación reservada a cualquier número pequeño de alumnos de cualquier tipo. Pero este tipo de educación tiene la capacidad de aceptar un gran número de alumnos siempre y cuando cumplan con las aptitudes requeridas para su ingreso, pero esto a la larga hará más evidente la gran diferencia de clases sociales que existe, puede la clase privilegiada al tener a su disposición mayores oportunidades de educarse a lo largo de toda su vida, cuenta con mayores habilidades que los de la clases más necesitadas, lo cual hará más grande la gran brecha cultural existente.

El funcionamiento de la escuela y su papel como fuerza socialmente conservadora

Hoy por hoy nos seguimos cuestionando sobre el papel que tiene la escuela en la perpetuidad de las desigualdades sociales y aunque la apreciamos en todos los ámbitos educativos, no se toma en cuenta realmente, ya que nos apoyamos en la ideología jacobina que no toma en cuenta la desigualdad ben lo que respecta al sistema escolar, por ser partidaria de una definición formal de equidad educativa. Sin embargo al reconocer las desigualdades en el ámbito educativo debemos decir que la igualdad formal a la que está sujeto todo el sistema educativo es en realidad injusta y que cualquier sociedad que pretenda tener ideales democráticos protege a los mismos privilegios y no su abierta transmisión.

Como docentes debemos ayudar a evitar que siga haciendo más grande la brecha de la desigualdad educativa y tratar a todos por igual a los niños de diferente clase social y proporcionar los mismos conocimientos y proporcionar una igualdad formal dentro de las aulas. De tal forma que en la educación secundaria o superior se proporcione una pedagogía estimulante (que como dice Weber) ayude a estimular los dones ocultos de ciertos individuos excepcionales por medio de técnicas mágicas, tales como las habilidades y poderes verbales del maestro.

Pero en oposición a esta teoría de igualdad universal se antepone y solo proporciona educación a las clases consideradas como educadas y con una herencia cultural satisfactoria, mientras que los alumnos pertenecientes a la clase obrera serán despreciados

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