Ensayo De Los Tratado S De Los Delitos Y Las Penas

Ensayo de los tratados de los delitos y de

las penas

Este libro nos habla un poco de la historia del derecho penal y haciéndonos ver y reflexionar acerca de cómo se ha ido transformado y las lagunas que tienen estas transformaciones, nos intenta dar una visión de cómo serían las cosas si se siguiera un buen orden y se cumplieran todas las reglas, pero así mismo nos habla de le equidad entre los delitos y las pena.

En este ensayo intentare mencionar los puntos principales de algunos capítulos que considero que son los más importantes y tratando de dar un punto de vista que ayude a mostrar como sería mejor para la sociedad estos procesos penales.

El origen de las penas, en este primer capitulo nos da la visión de cómo era la sociedad a falta de normas que rigiera la conducta y como esta se fue transformando periódicamente, nos habla acerca de la necesidad de las personas para crear reglas, esto debido a que ya se encontraba una inconformidad por tantas guerras, de tal manera que se formara un contrato social para buscar una mejor convivencia, pero así mismo menciona que para poder lograr esto, se necesitaba entregar una parte de su libertad. Gracias a esto se crean las “penas” y así ayudando a una mejor convivencia y que imponen a los hombres que intentan romper el orden social.

El derecho a castigar nos comenta que las penas solo se deben de llevar a cabo si hay una necesidad excesiva, que cualquier acto que no sea necesario vendría siendo tiránico y por lo tanto injusto, también nos habla que entre más justas son las penas mayor seguridad habrá y como en el príncipe , también nos menciona que habrá una mayor confianza al soberano que en ese momento este gobernando en ese momento, esto es que mientras mayor seguridad de el soberano y demuestre que tiene el control de la sociedad las personas confiaran más en su soberano. En este capítulo nuevamente menciona la necesidad de los hombres de renunciar a una parte de su libertad para hacerse justicia.

Las consecuencias de dichas penas son:

La primera consecuencia es que las penas de los delitos sólo pueden ser decretadas por las leyes; y esta autoridad debe residir únicamente en el legislador. Ningún magistrado puede decretar a su voluntad penas contra otro habitante de la Nación; como tampoco puede modificarla si la considera injusta o extenderla más allá del límite pactado, ni castigar por bien público. Esto es que no importa si sea un magistrado este no puede modificar la ley en ningún momento ya sea para su beneficio o para otros.

La segunda consecuencia establece que el soberano puede formar leyes generales que sean obligatorias para todos los habitantes; pero cuando alguna persona no cumpla con alguna de esas leyes, el soberano no puede juzgarlo, le correspondería ese deber a un magistrado

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