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Ensayo Sobre Derechos Fundamentales Y Democracia


Enviado por   •  19 de Agosto de 2011  •  4.843 Palabras (20 Páginas)  •  1.812 Visitas

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ENSAYO

¿ES POSIBLE LA COMPATIBILIDAD DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES CON LA DEMOCRACIA?

Cuando inicié mi carrera de Derecho y recibir las clases magistrales de Derecho Constitucional de personas como la Dra. Sonia Picado, fueron realmente deslumbrantes y de un arraigo penetrante en mi pensamiento. Pero ya desde muy tempranas edades manejábamos el concepto llano de democracia, cual era: democracia se deriva de dos palabras griegas: demos (pueblo) y kratos (poder). Esto quiere decir que es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. En donde cada ciudadano participa libremente, en forma individual o colectiva, en la elección de los de los gobernantes y en la toma de decisiones que afectan o pueden afectar su vida en sociedad.

Tal y como lo hizo en esa ocasión la distinguida Dra. Picado, debemos iniciar con el concepto básico de definición de ambos conceptos: Derechos Fundamentales y Democracia.

La democracia es una forma de gobierno que consiste en una democracia representativa donde la capacidad de los representantes electos para la toma de decisiones políticas se encuentra sujeta al Estado de Derecho, normalmente regida por una Constitución que regula la protección de los derechos, libertades individuales y colectivas, estableciendo restricciones tanto a los líderes como a la ejecución de la voluntad de una determinada mayoría. (www.wikipedia.org). La democracia se suele caracterizar por la tolerancia y el pluralismo; las ideas sociales y políticas diferenciadas, incluso las más extremas, pueden coexistir y competir por el poder político siempre sobre una base democrática.

Los derechos y libertades garantizados por las constituciones de las democracias son variados, pero normalmente incluyen gran parte de los siguientes derechos: a la vida, a un debido proceso, a la intimidad, a la propiedad privada y a la igualdad ante la ley, así como las libertades de expresión, asociación y culto, entre otros. En las democracias esos derechos (a veces conocidos como "DERECHOS DUNDAMENTALES") suelen estar regulados ya sea constitucionalmente o bien, mediante ley. Además generalmente existen instituciones civiles con la capacidad de proteger, administrar o reforzar dichos derechos.

Sobre la definición de Derechos Fundamentales, el Dr. Luigi Ferrajoli, (2006. p. 11), los define de esta forma: “Son derechos fundamentales todos aquellos derechos subjetivos que corresponden universalmente a “todos” los seres humanos, dotados del status de personas, ciudadanos o personas con capacidad de obrar; entendiendo por derecho subjetivo cualquier expectativa (de prestaciones) o negativa (de no sufrir lesiones) adscritas a un sujeto por una norma jurídica; y por “status” la condición de un sujeto, prevista así mismo por una norma jurídica positiva, como presupuesto de su idoneidad para ser titular de situaciones jurídicas y/o autor de los autos que son ejercicios de éstas”. Continua diciendo el Dr. Ferrajoli: En otras palabras, son derechos fundamentales porque los reconoce un ordenamiento jurídico (sin importar de qué ordenamiento jurídico se trate) y por ello tampoco es preciso dirigirse a un ordenamiento en particular. Por otra parte, si los reconoce un ordenamiento y además es adjudicado a todos los que tienen un status exigido, entonces son derechos fundamentales.

Considero que estas afirmaciones del Dr. Ferrajoli, definen en forma clara los derechos fundamentales que nos cubren a todos los habitantes de este planeta ya que en todos los países existen constituciones o leyes que rigen, protegen, preservan o salvaguardan los derechos fundamentales de los ciudadanos de esos estados.

Como antecedentes históricos podemos mencionar que La democracia toma sus orígenes (y su nombre) de la época de la ilustración europea. En aquel momento casi todos los estados de Europa eran monarquías, con el poder político puesto en la cabeza del Rey o por la aristocracia. La posibilidad de la democracia no había sido considerada de forma seria por la teoría política desde la época grecorromana, y la creencia inherente a ella era, la de la inestabilidad y el caos debido a los caprichos de la gente. Más adelante llegó a creerse que la democracia era algo antinatural, pues los humanos eran vistos como malvados por naturaleza, violentos y necesitados de un líder fuerte que reprimiera sus impulsos destructivos. Muchos de los reyes europeos mantenían que su poder había sido inspirado por Dios, y que cuestionarlo era prácticamente una maldición.

Estas ideas convencionales fueron desafiadas en un primer momento por un pequeño grupo de intelectuales, quienes creían que los problemas humanos deberían ser guiados por la razón y los principios de libertad e igualdad. Argumentaban que todos los hombres habían sido creados iguales y por tanto la autoridad política no podía justificarse basándose en la "sangre azul", una supuesta conexión privilegiada con Dios, o cualquier otra característica que fuese alegada para hacer a una persona superior a otras. Finalmente pensaban que el gobierno estaba para servir al pueblo y no al revés, y que las leyes habían de ser aplicadas tanto a quienes gobiernan como a los gobernados.

Vemos como en la historia del Siglo XVIII, estas ideas inspiraron la Guerra de la Independencia en los Estados Unidos de América y la Revolución Francesa en Europa, que dieron a luz el liberalismo, implantando diferentes formas de gobierno que intentaron llevar a la práctica, pero ninguna de estas formas de gobierno era precisamente la que hoy llamamos democracia (la diferencia más significativa es que el derecho a voto estaba restringido a una minoría de la población).

Cuando fueron fundadas las primeras democracias, sus simpatizantes eran vistos como un grupo extremista y peligroso que amenazaba la paz y estabilidad internacional. Los totalitarios que se oponían a la democracia se consideraban los defensores de los valores tradicionales y del orden natural de las cosas, y su crítica a la democracia parecía justificada y así fue como sale el famoso Napoleón Bonaparte y tomó el control de la Primera República Francesa, y comenzó su proceso de conquista de Europa. Cuando Napoleón fue finalmente derrocado, la monarquía tradicional entró en decadencia y las reformas y revoluciones ayudaron a que la mayoría de los países europeos se acercasen a la democracia, dejó de ser una opción extrema y pasó a ser la corriente dominante en política. La democracia liberal fue calando en la gente hasta ocupar la posición dominante en la política. Tras la Primera Guerra Mundial y especialmente después de la Segunda, la democracia alcanzó una posición dominante entre las teorías

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