Ensayo Sobre El Poder Presidencial Y Los Recursos Nacionales

Introducción al Ensayo.

“La década de los 70 significó para México el tránsito entre los modelos desarrollistas y el neoliberal”.

En estos años se siguió un modelo económico que pretendía continuar con el crecimiento industrial, la creación de empleo, liquidar la deuda externa e incrementar el nivel de exportaciones que se tenía en ese entonces, lamentablemente para el país la situación fue muy distinta, ya que el desgaste del modelo económico hasta entonces vigente estaba llegando a su límite, también el descontento de la población iba en aumento. Lo que se esperaba fuera el tiempo de administrar la riqueza pasó a ser el tiempo de administrar la crisis heredadas por los sexenios anteriores.

SEXENIO DE LUIS ECHEVERRIA ALVAREZ.

En este sexenio se implementa el “Modelo de Desarrollo Compartido”, como mencionaba en la introducción del presente ensayo, se pretendía seguir industrializando el país, aumentando las exportaciones y disminuyendo las importaciones pero con la principal característica de que las riquezas generadas se repartieran entre la población para satisfacer las demandas sociales que originaron los conflictos sociales de finales de los años 60’s. Lamentablemente esta situación sólo quedo en buenas intenciones, ya que esta década sobrepasó la corrupción que se dio en sexenios anteriores.

Aunado a la corrupción también se siguió con la práctica de políticas económicas que estancaron el desarrollo y crecimiento económicos, el proteccionismo siguió en boga, el endeudamiento externo aumentó en vez de disminuir debido a la necesidad de inyectar recursos para compensar la ineficiencia productiva del país.

Lo rescatable de este sexenio, es que el poder presidencial se vio menguado al darse una apertura al pluripartidismo, aunque continuó reprimiendo violentamente a los grupos armados. De igual forma se crearon instituciones que se encaminaron a atender diversas demandas sociales como el Infonavit, Profeco, Fonacot, la UAM, el Colegio de Bachilleres, los Colegios de Ciencias y Humanidades, entre otros.

Ante la presión social que tenía fresco el recuerdo del régimen de Díaz Ordaz, Echeverría se vio obligado a cambiar el modelo económico seguido por su predecesor, pero a mi parecer cometió un grave error, gastar sin objetivos claros de crecimiento, en lugar de invertir en industrias que le redituaran utilidades al Estado y apuntalar los sectores más productivos de la economía nacional, se gastó en ampliar el aparato burocrático del país, creyendo erróneamente que engrosando la administración pública federal se daría un crecimiento económico como en décadas anteriores.

También en este sexenio se iniciaría la tendencia de presidentes que habían sido funcionarios públicos en el gabinete de sus antecesores y que no tenían previa experiencia en puestos de elección popular.

Es destacable mencionar que el intento de Echeverría por fortalecer el poder presidencial al tener mayor injerencia en las decisiones económicas le trajo una ruptura con la clase empresarial.

En términos económicos, en este sexenio acabó el período de desarrollo sostenido que comenzó desde finales de los 30’s y empezaba un período de graves crisis económicas de las que aún hoy en la actualidad no se ha podido recuperar.

El detonante de la primera crisis económica sufrida en los 70s fue la coyuntura que se dio con una crisis internacional y los problemas de inflación ocasionados por las malas decisiones económicas que condujeron a una crisis económica interna.

SEXENIO DE JOSE LOPEZ PORTILLO.

El sexenio de López Portillo comenzó con un sombrío panorama, lamentablemente se siguió con las prácticas despóticas del sexenio echeverrista, “Echeverría y López Portillo creyeron que podían cambiar la política económica sin transformar la esencia de la política misma, caracterizada por: corrupción, compadrazgo, favoritismo, imposición, etcétera”.

El endeudamiento externo siguió creciendo, la estabilidad cambiaria que caracterizó el período denominado “Desarrollo Estabilizador” llegó a su fin, la menor dependencia de capital y tecnología extranjeros que se pretendía lograr aumentó ya que era lo que mantenía la economía mexicana, se incrementó la inflación y empeoró el nivel de vida de la población al aumentar considerablemente la tasa de desempleo.

Este conjunto de problemas de carácter económico trajeron consigo la devaluación de la moneda, algo que no había ocurrido desde hace 22 años.

Al igual que en el sexenio de Echeverría, López Portillo también creo instituciones, entre las que destacan el CONALEP, INEA y UPN.

Para superar la crisis, López Portillo planteó un programa que denominó “Alianza para la Producción”, el eje de dicho programa fue la explotación de los recursos petrolíferos del país, aunque el panorama parecía viable en un principio por la cantidad de dicho recursos petroleros y el descubrimiento de aún más yacimientos, que lo hacía uno de los países con mayores reservas en el orbe, malas administraciones, corrupción y la caída de los precios del petróleo a nivel mundial hicieron que la economía del país se desplomara al depender principalmente de la explotación de este recurso.

El vínculo política-petróleo no es casual, como menciona Buchanan en su artículo “Choques Petroleros”, “De los 10 principales países exportadores de petróleo, sólo Noruega tiene una democracia madura. Otros son dictaduras o, como Nigeria, tienen gobiernos "democráticos" hundidos en la corrupción. Otros, entre ellos México, han tenido aperturas democráticas cuya validez se cuestiona cada vez más por propios y extraños.

Como igual menciona, Buchanan, “La cuestión energética ha representado más el reparto del botín que usarlo como proveedor de recursos para aumentar el potencial de otros sectores”.

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