Equlibrio De Poder E Interés Nacional

Escritos sobre política internacional

Hans J. Morgenthau

Equilibrio de poder e Interés Nacional

Morgenthau nació en Alemania en el seno de una familia judía el 17 de febrero de 1904. Como alemán vivió un especial momento en la historia de su país, como judio sufrió humillaciones personales.

Los desafíos de Morgenthau fueron las corrientes behavioristas que rechazan el conocimiento empírico, y el idealismo.

Califica su aproximación teórica a las relaciones internacionales de realismo político. Se presenta como alternativa a la interpretación idealista de las relaciones internacionales dominante en el periodo de entreguerra.

El autor rechaza el principio ideal para utilizar el hecho real como objeto de conocimiento y a partir de él establecer leyes.

Morgenthau se identifica con el padre del realismo académico, Maquiavelo, por su pesimismo antropológico. Concibe el sistema internacional formado por Estados soberanos como un fenómeno histórico y, como tal, susceptible de desaparecer.

La normativa que utiliza es la que está reservada a una élite que lucha por el poder y la moral en la acción política que está ligada al éxito de la acción emprendida. Adquiere finalista de sistema de valores. Ve la posibilidad de una paz permanente en el seno de un Estado mundial.

Morgenthau está considerado un teórico del poder y equilibrio del poder. La aspiración por el poder es el elemento diferenciador de la política internacional, al igual que de la política internacional. El poder como fenómeno racional como la probabilidad de imponer la propia voluntad. El poder-posesión o capacidad del Estado para alcanzar fines basándose en sus recursos que constituyen ese poder nacional que determina la potencia de un Estado.

Luego del equilibrio de poder dio hincapié al Interés Nacional como principio de actuación en la política exterior calificándolos de universales y perennes. Éste es necesario en la supervivencia física, política y cultural de la nación.

El carácter moderno del mundo social da su confianza en el poder de la razón para resolverlos problemas sociales, de este modo, la filosofía política del liberalismo es la manifestación más clara en la escena política.

De la experiencia del fascismo se pueden aprender no sólo las condiciones de la civilización occidental, sino también la manera de defenderla. Así, los alemanes rechazaron el racionalismo y el liberalismo de la tradición occidental y encontraron en el fascismo una filosofía que les prometía reinterpretar sus experiencias, guiar sus acciones y crear una nueva sociedad. Pero también su fracaso le ha proporcionado otra oportunidad para reexaminar su propia filosofía.

La política debe

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