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Estructura Y Sociedad


Enviado por   •  23 de Noviembre de 2011  •  5.315 Palabras (22 Páginas)  •  917 Visitas

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1. Concepto de Estructura. Infra y Súper Estructura

La estructura es la disposición y orden de las partes dentro de un todo. También puede entenderse como un sistema de conceptos coherentes enlazados, cuyo objetivo es precisar la esencia del objeto de estudio. Tanto la realidad como el lenguaje tienen estructura. Uno de los objetivos de la semántica y de la ciencia consiste en que la estructura del lenguaje refleje fielmente la estructura de la realidad.

Estructura social, en sociología, es el concepto que describe la forma que adopta el sistema global de las relaciones entre individuos; para explicar las relaciones sistemáticas que vinculan a miembros de una determinada comunidad aunque no se encuentren en ningún momento en contacto directo, ha resultado uno de los conceptos más problemáticos de la disciplina y el comportamiento humano.

La infraestructura es la base material de la sociedad que determina la estructura social y el desarrollo y cambio social. Incluye las fuerzas productivas y las relaciones de producción. De ella depende la superestructura, es decir, el conjunto de elementos de la vida social dependientes de la infraestructura. Los aspectos estructurales se refieren a la organización misma de la sociedad, las reglas que vinculan a sus miembros, y el modo de organizar la producción de bienes.

La organización global del sistema está conformado por niveles o instancias, unidas por una determinación específica: la Infraestructura o la base económica (unidad de fuerzas productivas y relaciones de producción) y la superestructura, que consta de dos niveles: la jurídica-política (El derecho y el Estado) y la Ideología (religiosa, moral, jurídica, cultural, etcétera.)

2. La Producción y el Proceso de Trabajo

La actividad económica dirigida a la producción de bienes para la satisfacción de necesidades es inherente a la vida del ser humano. Desde su aparición en el planeta, el Homo Sapiens debió procurarse los medios que le aseguraron la sobrevivencia. Así, al realizar actividades tan primitivas como la caza o la pesca, se diferenció de los animales inferiores y fabricó (Homo Faber) los instrumentos que para ello necesitaba, comenzando a organizar su trabajo y la sociedad que emergía como tal, donde los vínculos de la solidaridad eran entonces insustituibles.

El proceso de trabajo (las condiciones y el medio ambiente) es un elemento básico que debe ser evaluado en cualquier sistema productivo, sobre todo en pequeñas empresas productoras de bienes, en las cuales no se otorga la importancia necesaria a este elemento.

Se define el proceso de trabajo como una actividad racional de intercambio de materias entre la naturaleza y el hombre, mediante el cual éste se apropia de los elementos que aquélla le ofrece y los transforma, con la finalidad de obtener los medios necesarios a su existencia. A la vez, en el mismo proceso, el hombre también se transforma: desarrolla su propia naturaleza, sus músculos, su capacidad de pensar y crear.

En todo proceso de trabajo intervienen tres elementos fundamentales: el trabajo, es decir, el uso de la fuerza de trabajo humano; el objeto sobre el cual se trabaja y los medios con los cuales se lleva a cabo el trabajo. El objeto de trabajo en la manufactura es generalmente materia prima, un producto de un trabajo anterior como puede ser el cuero, la tela, el aluminio, entre otros. Entre los medios de trabajo, además de los instrumentos de trabajo como las tejedoras, cortadoras, hornos, entre otros; están también todas las condiciones materiales que hacen posible la producción, tales como las edificaciones, iluminación, servicios sanitarios, medios de acceso al lugar de trabajo, entre otros.

Los medios de trabajo y el objeto de trabajo constituyen los medios de producción y el trabajo es el uso de las capacidades físicas y mentales del ser humano. Estos son, pues, los elementos que forman parte de todo proceso de trabajo, independientemente del contexto social en el que se lleve a cabo, de las formas de propiedad o de las relaciones de producción imperantes.

El proceso de trabajo es entonces una actividad humana común a todas las formas sociales históricas, pero reviste características diferentes dependiendo de cada forma social particular, es decir, de las relaciones sociales de producción a las que corresponda. El proceso de trabajo ha evolucionado entonces desde las primitivas formas de solidaridad, hasta los grados de complejidad de la informática alcanzados en el presente.

La segunda mitad del siglo pasado, por ejemplo, fue en América testigo del alto nivel de deshumanización del proceso de trabajo con la aparición en la industria del taylorismo y el fordismo, cuyo objetivo fue el de incrementar al máximo la productividad de la fuerza de trabajo (división del trabajo y producción en cadena). Es reconocido científicamente que los efectos sobre el cuerpo y el sistema nervioso de una persona sometida durante gran parte de su vida a una actividad alienante, pueden ser graves. En los Estados Unidos durante los años de experimentación de esos métodos de trabajo, enfermedades como el alcoholismo hicieron estragos entre los obreros fabriles, sin olvidar a los trabajadores que construyeron los primeros automóviles de la Ford en Detroit.

Así, a medida que la producción de valores de uso (bienes exclusivamente para la satisfacción de necesidades) cedió el paso a la producción de valores de cambio (bienes para el intercambio, para el mercado), la actividad económica se alejó cada vez más de su objetivo primario de mantener y reproducir las condiciones materiales para la vida. El intercambio de materiales entre la Naturaleza y el Hombre, al desarrollarse, terminó por transformar el trabajo en el mito bíblico de la expulsión del paraíso terrenal.

Al organizarse el proceso de trabajo en torno al interés del mercado, sus elementos materiales, es decir, los medios de producción, terminaron por constituir una serie de condiciones objetivas y subjetivas atentatorias del bienestar de los trabajadores. Los valores de la solidaridad sucumbieron frente a los dominantes valores impuestos por la competencia. Los riesgos y las dificultades en el proceso de trabajo fueron acentuándose cada vez más, atenuados solamente cuando las luchas de los trabajadores por sus derechos y reivindicaciones lograban éxito.

3. La Relación de Producción y las Fuerzas Productoras

Las relaciones de producción son las que se establecen entre aquellas personas que, de una u otra forma, participan en el proceso productivo con respecto a los medios de

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