Eutanasia

Eutanasia.

Etimológicamente, eutanasia es una palabra que deriva del griego eu (bien) y thanatos (morir), o sea, buen morir. En la actualidad ésta palabra es usada principalmente para referirse a la muerte provocada de un enfermo incurable para evitar dolores y sufrimiento o una larga agonía.

Tipos de eutanasia.

Existen dos tipos de eutanasia:

1) Eutanasia directa: adelantar la muerte de una persona en caso de una enfermedad incurable. Este tipo de eutanasia a su vez, posee dos formas:

a) Activa: consiste en provocar una muerte indolora a petición del afectado, en caso de enfermedades graves.

b) Pasiva: es cuando se deja de tratar al enfermo (dejar de alimentar, suspensión de tratamiento, etc.).

2) Eutanasia indirecta: consiste en efectuar procedimientos terapéuticos que tienen como efecto secundario la muerte, como sobredosis de analgésicos, como la morfina, la cual alivia los sufrimientos y malestares, pero sin embargo, con el tiempo disminuye el tiempo de vida (cuya sobredosis con el tiempo provoca la muerte)(una sobredosis grande de morfina puede causar un paro respiratorio, y eventualmente la muerte si la persona no recibe atención médica).

Opiniones:

En contra:

Una de las opiniones más férreas en contra de la eutanasia, es la de la OMS (organización mundial de la salud), la cual la define como “aquella acción del médico que provoca deliberadamente la muerte del paciente”, o sea, la califica literalmente como homicidio, debido principalmente a que entra en conflicto con los principios rectores de la medicina.

Otra de las opiniones de mayor peso en contra la eutanasia es la de la iglesia católica, la cual podemos apreciar claramente en el siguiente extracto:

“No todos los asuntos morales tienen el mismo peso moral que el aborto y la eutanasia. Por ejemplo, si un católico discrepara con el Santo Padre sobre la aplicación de la pena de muerte o en la decisión de hacer la guerra, éste no sería considerado por esta razón indigno de presentarse a recibir la Sagrada Comunión. Aunque la Iglesia exhorta a las autoridades civiles a buscar la paz, y no la guerra, y a ejercer discreción y misericordia al castigar a criminales, aún sería lícito tomar las armas para repeler a un agresor o recurrir a la pena capital. Puede haber una legítima diversidad de opinión entre católicos respecto de ir a la guerra y aplicar la pena de muerte, pero no, sin embargo, respecto del aborto y la eutanasia”.

Tercer punto de la carta de Joseph Ratzinger al cardenal Theodore McCarrick, arzobispo de Washington DC.

A favor:

Existen

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