ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Evaluación Lenguaje 7º Basico


Enviado por   •  18 de Junio de 2013  •  1.135 Palabras (5 Páginas)  •  738 Visitas

Página 1 de 5

EVALUACION SUMATIVA LENGUAJE Y COMUNICACIÓN.SEPTIMO BÁSICO

NOMBRE: _____________________________________________________

CURSO: ____________________________ FECHA: _____________________

PROFESORA: Sandra Leiva G-. Ptje Total: _________ Ptje Obt: ________ Nota:

APRENDIZAJE ESPERADO: - Identifican elementos constitutivos del género dramático

- Indican modos verbales de oraciones

- Reconocen homófonos y homógrafos

- Comprenden textos aplicando estrategias de comprensión lectora

I. Lee el siguiente texto y responde las preguntas ( 3 pts, c/u)

Romeo y Julieta

William Shakespeare, escritor inglés.

Romeo Montesco y Julieta Capuleto, ambos de familias de larga rivalidad, se enamoran en una fiesta en casa de esta última, a la que él ingresa disfrazado. Tras confesarse su amor, deciden pedir a Fray Lorenzo, amigo del joven, que bendiga su unión con el matrimonio.

ESCENA III

Celda de Fray Lorenzo

(Entra Fray Lorenzo con una cesta)

Fray Lorenzo: La aurora de ojos grises sonríe a la torva noche jaspeando las nubes orientales con franjas de luz, y lamoteada oscuridad se tambalea como un beodo ante el sendero del día y las ruedas de fuego de Titán. Ahora antesque el sol avance su ojo abrasador para animar el día y secar el húmedo rocío de la noche, debo henchir esta cestavde mimbre de nocivas hierbas y flores de precioso jugo. La tierra, que es madre de la Naturaleza, es también sutumba. Lo que es su fosa sepulcral, es su materno seno; y nacidos de él y criados a sus pechos naturales, hallamos seres de especies diversas, excelentes muchos por sus muchas virtudes, ninguno sin alguno, y todos, no obstante,distintos. ¡Oh! Inmensa es la gracia poderosa que reside en hierbas, plantas, piedras y sus raras cualidades, porque no existe en la tierra nada tan vil que no rinda a la tierra algún beneficio especial; ni hay cosa tan buena que, desviada de su bello uso, no trastorne su verdadero origen, cayendo en el abuso. La virtud misma conviértese en vicio, mal aplicada, y en ocasiones el vicio se dignifica por la acción. Dentro del tierno cáliz de esta débil flor residen el veneno y el poder medicinal. Por ello, oliéndola, deleita a todas y cada una de las partes del cuerpo; pero, gustándola, mata el corazón y los sentidos. De igual modo acampan siempre en el hombre y en las plantas dos potencias enemigas: la benignidad y la malignidad; y cuando predomina la peor, muy pronto la gangrena de la muerte devora aquella planta.

(Entra Romeo)

Romeo: ¡Feliz madrugada, padre!

Fray Lorenzo: ¡Benedictie! ¿Qué voz matinal tan dulcemente me saluda? Hijito mío, despedirse tan pronto del lecho arguye un ánimo intranquilo. El cuidado vela constantemente en los ojos del anciano, y allí donde el cuidado asienta nunca yacerá el sueño; pero donde la juventud ilesa, con el cerebro libre de zozobras, se tiende para proporcionar reposo a los miembros, allí reina el sueño dorado. Por tanto, tu madrugar me denuncia que te ha despertado alguna inquietud, o, a no ser así, y creo que lo acierto, es que nuestro Romeo no se acostó anoche.

Romeo: Eso último es la verdad. Mi reposo ha sido más dulce.

Fray Lorenzo: ¡Perdone Dios el pecado! ¿Estuviste con Rosalina?

Romeo: ¿Con Rosalina, reverenciado padre? No; he olvidado ese nombre y la amargura

Fray Lorenzo: Eso es ser un buen hijo. Pero, entonces, ¿dónde estuviste?

Romeo: Te lo diré, antes de que vuelvas a preguntármelo. Estuve en un festín con mi enemigo, donde, de repente, me hirió una persona, a quien yo, a mi vez, herí. El remedio de ambos depende de tu amparo y santa medicina.

Ningún otro abrigo, santo varón, pues, ya lo ves, mi intercesión favorece por igual a mi adversario.

Fray Lorenzo: Sé llano y explícito, hijo mío, en lo que hayas de decir. Una confesión equívoca solo muestra una equívoca absolución.

Romeo: Pues sabe, entonces, que el amor de mi corazón radica en la bella hija del rico Capuleto, y de igual modo que la amo, así soy de ella amado. Solo, pues, falta para nuestra completa unión que tú nos unas en santo matrimonio. Dónde, cómo y cuándo nos vimos, nos enamoramos y cambiamos nuestros votos de amor, te lo referiré por el camino. Ahora lo que te ruego es que consientas en casarnos hoy mismo.

Fray Lorenzo: ¡Por San Francisco bendito! ¿Qué cambio es ese? ¡Has olvidado tan pronto a Rosalina, a quien querías tan apasionadamente? Luego el amor de los jóvenes no está, de seguro, en el corazón, sino en los ojos.

¡Jesús, María! ¡Qué copioso llanto ha inundado tus mejillas por Rosalina! ¡Cuánta agua salobre vertida en vano para sazonar un amor que no tiene ni gusto de ella! ¡Todavía no ha disipado el sol en el cielo las nubes de tus suspiros!

¡En mis viejos oídos resuenan aún tus viejos lamentos! ¡Mira: aquí, sobre tu mejilla, aparece la huella de una antigua lágrima por borrar! Si algún día fuiste tú mismo y eran tuyas esas cuitas, tus cuitas y tú eran todo para Rosalina.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (9.2 Kb)  
Leer 4 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com