Fundamentos Filosóficos De La Educación

ENSAYO ARGUMENTATIVO SOBRE LOS FUNDAMENTOS FILÓSOFICOS, SOCIOLÓGICOS Y PSICOLÓGICOS DE LA EDUACIÓN

Las voces silenciadas: estudiante sin poder y sin identidad social

Las visiones, los pensamientos y las creencias sobre la finalidad de la educación influyen fuertemente sobre las actitudes, las acciones y las formas de relación con los otros para realizar la socialización de la generación más joven.

Introducción

El ser humano es valioso por el simple hecho de haber nacido con ese derecho, la presente reflexión va en función de establecer que el sistema educativo en conjunción con sus modelos, se terminan concretizando en un institución educativa y principalmente en el aula, es en ese pequeño espacio especializado donde el docente y el estudiante socializan, se trasforman, se reproducen, se antagonizan, se dominan dependiendo de la claridad con la que los ejecutores intelectuales de los saberes concretizan los ideales del modelo educativo presentado por el sistema Nacional, es aquí donde la metáfora educativa cobra vida y cobra vidas; todo, inmiscuido en el marco referencial de las creencias, pensamientos y visiones de una educación por y para la sociedad a través de la formación del individuo como parte de ese grupo al que pertenece, al cual modifica y es modificado en una dialéctica interminable.

La definición que sobre educación guiará el trabajo es "La educación es la acción ejercida por las generaciones adultas sobre aquellas que no han alcanzado todavía el grado de madurez necesario para la vida social. Tiene por objeto el suscitar y desarrollar en el niño un cierto número de estados físicos, intelectuales y morales que exigen de él tanto la sociedad política en su conjunto como el medio ambiente específico al que está especialmente destinado". (Durkheim, 1990: 46)

Hacer referencia al padre de la Sociología con su definición, es como una consecuencia de que la educación sigue manteniendo su carácter eminentemente social, integradora, con una finalidad de desarrollar hombres individuales con conciencias sociales, creyendo con fe y esperanza de que es posible educar hombres con sentido de dominio propio, libres y con un deseo de ser, primeramente individuos emocionalmente, intelectualmente y físicamente equilibrados, que permitan crear una sociedad para el bien y por el bien común.

Durante el desarrollo del presente trabajo se analizaran primeramente la importancia y el impacto de relacional directo establecido entre el sistema productivo y en el tipo de hombre, educación y sociedad; posteriormente se reflexionará sobre los fundamentos filosóficos y la realidad actual; la psicología como el instrumento de desarrollo del ser humano como individuo; el bien común como fundamento de cohesión social; la educación como instrumento para conformar sociedades y el impacto de ésta en las necesidades individuales y por último, la escuela y su función de socialización a través del Sistema Educativo y su direccionalidad en la actualidad.

El papel del maestro en el aula en esencia ha sufrido leves modificaciones a pesar de los cambios radicales en el contexto, los contenidos y la complejidad del sistema. Se ha buscado desde Vasconcelos en el Ateneo de la juventud, la idea clásica griega de que educar significa crecer intelectualmente, buscar la verdad, la justicia y la virtud con el fin de formar ciudadanos responsables, aptos para vivir en la democracia. A lo largo de los ha variado pero en esencia se mantenía tal ideal. El capitalismo nunca creó su propia teoría de la educación, pero si instauró la educación para las masas. Casi todas las teorías de la educación repiten y modernizan el mismo principio. (Ornelas, 2011: 143)

Para que realmente haya un cambio en un sistema educativo, es necesario que el docente adapte sus procesos psicológicos superiores a los principios e ideales de la antigua Grecia y que son contemplados en el Artículo 3° Constitucional; las creencias, visiones y principios personales de los docentes deben estar alineados al modelo educativo y pedagógico para que realmente exista un cambio profundo en la educación. Los docentes deben considerarse a sí mismos agentes emancipadores, críticos y de cambio y mirar al otro como un ser que existe, piensa, vive y puede ser educado bajo los más altas aspiraciones de una sociedad justa e igualitaria, democrática donde los intereses personales sean unidos a los colectivos para crear y vivir una vida de calidad.

Los grandes cambios comienzan con triunfos personales y una filosofía de vida basada en principios, si se quiere cambiar una sociedad entonces las familias y las escuelas como esferas educacionales deben hacer lo que les corresponde con responsabilidad y compromiso.

El haber leído autores que hablan sobre el fin último de la educación, la direccionalidad de la economía en cuestiones de educación y sociedad, leer a los clásicos, releer a los psicólogos y los modelos pedagógicos han traído a mi vida de formadora un cambio, como consecuencia de un análisis reflexivo y una autoevaluación de mi que hacer docente; es revalorar el trabajo en el aula, es mirar de nuevo a los otros, es la reingeniería de mi tarea con los otros y para los otros, es jerarquizar mis principios personales y educativos; es renegociar conmigo misma la misión por la que decidí ser docente.

DESARROLLO

Antes de llegar a ser lo que una sociedad capitalista, el ser humano ha recorrido una historia de formas organizadas para satisfacer sus propias necesidades; una historia que ha marcado la conciencia colectiva. Es en la comunidad primitiva donde se comienza la construcción de los arquetipos, del inconsciente colectivo individual; es la comunidad primitiva el depósito del primer germen de la vida colectiva de cooperación y ayuda mutua, concepto reforzado por Jung (2002 ) cuando menciona que "Así como la vida espiritual y social del hombre primitivo era una vida exclusivamente colectiva, sin conciencia elevada de la individualidad, el posterior proceso del desarrollo histórico también fue, sobre todo, un problema colectivo y es de suponer que seguirá siéndolo".

La historia ha dejado saberes que se han acumulado a lo largo de ella, como se puede constatar a través de los modos de producción desarrollados por la humanidad: en la vida primitiva fueron las relaciones de producción cooperativas y de ayuda mutua, en el Modo Asiático donde se presenta el "desarrollo de la personalidad es una dicha que sólo puede pagarse a alto precio" (Jung, 2002); ese precio fue pagado con un sistema pre-capitalista donde la explotación del hombre por el

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