Habilidades Sociales Para La Salud

ESQUIZOFRENIA

Es una enfermedad mental que causa cambios importantes en el estado de ánimo y conducta de quienes la padecen. Su origen está condicionado por problemas en la función cerebral y requiere de un tratamiento de largo plazo con medicamentos, así como de una serie de ajustes en los hábitos y el medio ambiente en el que vive el paciente.

Hoy en día, por fortuna, el horizonte del paciente esquizofrénico está lleno de esperanza, ya que los nuevos adelantos en los recursos farmacológicos para su tratamiento han mostrado ser tan efectivos que permiten que este se reintegre casi por completo a sus tareas sociales, familiares y laborales.

El tratamiento de la esquizofrenia en el siglo XXI permite que los pacientes puedan ser manejados “ambulatoriamente”. Esto es, aprueba que los enfermos reciban tratamiento sin necesidad de ser internados o recluidos.

En la medida en que la esquizofrenia es una enfermedad que muy rara vez puede ser curada definitivamente, el paciente deberá cumplir a muy largo plazo (por el resto de su vida) con el tratamiento asignado por su(s) médico(s) tratante(s).

La pueden padecer cualquier persona joven o adulta que sufra de un problema estructural y/o funcional del cerebro que le predisponga al desarrollo de la enfermedad. Esto quiere decir que cierta región cerebral está dañada o no funciona adecuadamente debido a diversos problemas en el desarrollo normal de sus funciones.

Los síntomas comunes de la esquizofrenia se dividen en “síntomas positivos” y “síntomas negativos”. Los síntomas positivos son los que denotan un estado o comportamiento francamente activo (exaltación, delirio, exceso de actividad, insomnio, etc.), mientras que los negativos indican estados o conductas pasivos (melancolía, depresión, sueño excesivo, confusión, aislamiento).

Síntomas positivos: alucinaciones, delirios y trastornos del pensamiento

Alucinaciones: percepciones falsas de la realidad (ver, sentir, oler o escuchar eventos o cosas irreales) que el enfermo refiere a las otras personas.

Delirio: un estado de “creencias falsas”, donde el paciente refiere sinceramente la existencia de cosas o situaciones que no son reales (objetos y animales que hablan, seres intangibles que lo molestan o persiguen).

Trastornos del pensamiento: el paciente habla incoherentemente, pasa de un tema a otro, detiene abruptamente su discurso o usa palabras sin sentido.

Síntomas negativos: aplanamiento afectivo, apatía, anhedonia (o anedonia), pobreza en el lenguaje y falta de atención

Aplanamiento afectivo: falta de expresividad en el rostro y cambios en el tono de voz.

Apatía: falta de entusiasmo o motivación por diversos objetivos y actividades.

Anedonia: falta de gusto, placer o satisfacción al realizar actividades normalmente agradables, como conversar, comer o hacer el amor.

Pobreza del lenguaje: el paciente habla poco y lo poco que dice tiene un contenido desorganizado.

Falta de atención: incapacidad para seguir una conversación o escuchar a alguien más. Falta de atención en el arreglo personal (vestido) y en el trabajo.

El tratamiento requiere no solo de la administración de medicamentos, sino también de cambiar el medio y las circunstancias en que se encuentran muchos enfermos.

Los esquizofrénicos deben recibir tratamiento médico pues cursan con una enfermedad que deteriora rápida y profundamente la salud mental y física del paciente.

Los efectos secundarios de los medicamentos es que los antipsicóticos son fármacos con efectos en el cerebro y sistema nervioso central (por lo que se conocen también como neurolépticos) capaces de disminuir los síntomas positivos y negativos de la esquizofrenia.

En lo psicológico la esquizofrenia puede ser tratada llevando a la persona a un centro de atención para enfermos mentales, en lo que cabe a lo físico se puede poner a la persona a que haga actividades que le gusten como manualidades, leer, hacer ejercicio, etc. Y en lo social tenemos que concientizar y darle platicas a las personas para que no traten mal a nadie con esta enfermedad, ya que todos somos iguales y no por tener este padecimiento va a ser diferente.

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