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Hombre Y Sociedad


Enviado por   •  19 de Mayo de 2013  •  2.049 Palabras (9 Páginas)  •  251 Visitas

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1). Corrientes sociológicas del siglo XIX y XX.

Liberalismo: El liberalismo se basa en varias premisas básicas, simples y claras: los liberales creen que el Estado ha sido concebido para el individuo y no a la inversa. Valoran el ejercicio de la libertad individual como algo intrínsecamente bueno y como una condición insustituible para lograr los mayores niveles de progreso. No aceptan, pues, que para alcanzar el desarrollo haya que sacrificar las libertades. Entre esas libertades - todas las consagradas en la Declaración Universal de Derechos del Hombre - la libertad de poseer bienes (el derecho a la propiedad privada) les parecen fundamental, puesto que sin ella el individuo está perpetuamente a merced del Estado. Sostienen, incluso, que una de las razones por las que ninguna sociedad totalitaria ha sucumbido como consecuencia de una rebelión popular es por la falta de un espacio económico privado. Por supuesto, los liberales también creen en la responsabilidad individual. No puede haber libertad sin responsabilidad. Los individuos son (o deben ser) responsables de sus actos, y deben tener en cuenta las consecuencias de sus decisiones y los derechos de los demás. Precisamente, para regular los derechos y deberes del individuo con relación a los demás, los liberales creen en el Estado de Derecho. Es decir, creen en una sociedad regulada por leyes neutrales que no le den ventaja a persona, partido o grupo alguno y que eviten enérgicamente los privilegios. Los liberales también defienden que la sociedad debe controlar estrechamente las actividades de los gobiernos y el funcionamiento de las instituciones del Estado.

POSITIVISMO: La primera de estas teorías, y la que da origen a la Sociología como ciencia, fue el Positivismo. Éste nace en un momento histórico en que las disciplinas científicas comienzan a entronizarse como ciencias de la verdad. Todos los procesos naturales eran sometidos a la observación y la experimentación. El cientificismo se extiende hasta la reflexión en torno a las actuaciones humanas. Desde el punto de vista político y económico, el ambiente europeo está marcado por los principios del Liberalismo.

Surge a finales del siglo XIX e inicios del XX, pero sus antecedentes se remontan al escepticismo del escocés David Humé (1711-1776), el racionalismo del alemán Immanuel Kant (1724-1804) y al pragmatismo del francés Claude Saint-Simon (1760-1825). Esta corriente fue liderada por Auguste Comte (1798-1857) y John Stuart Mil (1806-1873).

Estructuralismo: Es una corriente de pleno auge del siglo XX. Se desarrolla a partir de los años sesenta y vino a ser una respuesta al Marxismo y al Funcionalismo. Tiene su origen en los análisis lingüistas del belga Ferdinand de Saussure (1857-1913), el cual explicó el funcionamiento lingüístico, a través de la manera cómo se organizan los elementos de una lengua; es decir, desde la estructura gramatical, de eso que nosotros llamamos gramática.

Los estudios de Saussure inspiraron al antropólogo belga Lévi-Strauss (nacido en Bruselas en 1908). El estudio de la estructura de la lengua sirvió a Lévi-Strauss para explicar a la sociedad humana desde las estructuras sociales y no desde las acciones individuales; es decir, para este autor, la acción colectiva obedece a patrones sociales, a unidades que constituyen el todo, pero que deben ser desglosadas para su estudio. Estas unidades forman una red que es el tejido social. Todo hecho humano entraña una estructura y para comprenderla hay que entender el hecho y su cadena.

MARXISMO:

Esta corriente surge con el alemán Carlos Marx (1818-1883) y el prusiano Federico Engels (1820-1895), como respuesta a los socialistas utópicos, quienes, según Carlos Marx, habían interpretado la realidad social, pero no poseían ninguna propuesta para transformarla. Sienta las bases de su análisis en el estudio de las organizaciones humanas y la manera cómo se han organizado para la sobrevivencia; por lo tanto, el eje central de estudio son las relaciones económicas, las relaciones que surgen producto de la manera cómo se organizan para la producción material.

Erróneamente se ha visto al Marxismo como una ideología que propugna la violencia, a causa de una mala interpretación del llamado que hacen Engels y Marx a la transformación social, a través de procesos revolucionarios como único medio posible para acabar con la dominación del sistema capitalista.

TEORÍA KEYNESIANA:

John Maynard Keynes fue un conocido economista británico, nacido en Cambridge, el año de 1883. Su teoría económica cuestionó y prácticamente echa por tierra, principios fundamentales de la teoría económica clásica.

A partir de 1929, se desencadena una profunda crisis económica a nivel mundial, que puso en peligro la economía mundial, la cual se sustentaba en el “patrón oro”, originada por la caída de la bolsa de valores de Nueva York. Esta crisis originó un considerable contingente de desempleados y develó la vulnerabilidad de esta premisa sustentada por los economistas clásicos Keynes, al analizar esta crisis comprende, primero, la necesidad de sustentar la economía mundial en un patrón diferente al oro. Hasta entonces, la mayoría de los economistas y de los responsables de las políticas económicas habían aceptado los altibajos de los ciclos económicos como inevitables y fueron precisamente estas ideas lo que les impidió hacer frente a la depresión de los años 30. Sin embargo, Keynes, con una nueva teoría, analiza la causa de los ciclos económicos en los que se alternan períodos de elevado desempleo y elevada inflación, sugiriendo, además, a los gobiernos cómo podían controlar los peores excesos de los ciclos económicos. Keynes expuso un doble argumento. En primer lugar, afirmó que en las economías de mercado Es posible que el desempleo sea elevado y que se sub-utilice la capacidad. Además, afirmó que la política fiscal y monetaria puede influir en la producción y reducir así el desempleo y acortar las recesiones económicas.

Estas proposiciones provocaron grandes controversias; pero, después de la Segunda Guerra Mundial, la economía keynesiana acabó dominando la macroeconomía y la política económica de los gobiernos. Durante la década de los años sesenta del siglo XX, casi todos los análisis de la política macroeconómica se basaron en la visión keynesiana del mundo. En la actualidad, pocos economistas creen que la política de los gobiernos puedan eliminar los ciclos económicos, como prometía la teoría de Keynes, ya que ni la economía ni la política han sido las mismas desde la publicación de su teoría.

Teoría

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