INDICIO EN MATERIA PENAL

EL INDICIO EN MATERIA PENAL. Si se atiende a que un indicio es toda circunstancia, hecho o acto conocido que, estando demostrado, sirve de antecedente o base para deducir por sí o conjuntamente con otros, la existencia o inexistencia de otro hecho desconocido, en virtud de una operación lógica basada en normas generales de la experiencia o en principios científicos o técnicos especiales.

Así pues, uno de los requisitos de la circunstancia indicante, es la certeza; esto es, para que el indicio pueda ser considerado como tal, o sea como auténtico medio con todo su valor y fuerza probatoria, debe indispensablemente estar en sí mismo demostrado, pues de otra forma se corre el riesgo de partir de la investigación de datos dudosos, o aún falsos, debiendo tener presente que el éxito del silogismo indiciario, se repite, surge de premisas ciertas, pues de premisas falsas se llegará a falsas conclusiones.

De no contarse con el requisito de la prueba previa de los indicios que sirvan asimismo, para establecer la prueba indiciaria, no cabría considerar a ésta como tal, y lo más seguro será que si así procediera a valorar algún juez, su razonamiento será, sin duda, equivocado, ya que invariablemente dichos datos deben ser ciertos; es decir, probados.

También, es de establecerse que un indicio no puede constituir sino una probabilidad y que los indicios reunidos, por numerosos que sean, no pueden constituir sino una mayor probabilidad; luego, la certeza no consiste en una suma de probabilidades; de ahí, que cuando se estima el valor que tienen en su conjunto las señales probatorias de una circunstancia, lo que más cuenta es su calidad y no su cantidad.

Motivos los anteriores, por los que se considera que la prueba de indicios o presuncional, no se configura por el mayor o menor número de datos aislados, minúsculos, inexactos o insuficientes; esto es, no se integra cuantitativamente por el número de vestigios o indicios que subjetivamente se consideren por parte de un espectador potencial.

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