Importancia De La Dimensión Espacial En El Desarrollo

Importancia de la dimensión espacial en el desarrollo

Osvaldo Nina Baltazar

2014

Espacio y desarrollo

La incorporación de la dimensión espacial o territorial en el análisis económico está generando nuevas ideas para mejorar la calidad de vida de la población, lo que da lugar a un interés de los hacedores de políticas económicas respecto a temas espaciales distintos a los tradicionales, tales como cohesión territorial o equilibrio territorial. Es más, el análisis de los procesos socioeconómicos en el territorio requiere la interrelación de varias disciplinas (economía, geografía, sociología y ciencia política, entre otras), interrelación que podría proporcionar nuevas estrategias para superar los obstáculos al desarrollo. Estas nuevas soluciones son fundamentales para aquellos países con una elevada fragmentación geográfica y desigualdad regional, como es el caso de Bolivia.

Los avances en la teoría económica regional se deben al cambio sobre la concepción del espacio. Durante la década de los cincuenta y sesenta, el espacio era concebido como uniforme-abstracto e interpretado como un “contenedor físico” o “almacén”, en el que pueden encontrarse los recursos y las condiciones que requieren los procesos económicos, sin que desempeñe ningún papel en la determinación de la senda de desarrollo de una economía local o regional.

Actualmente, el espacio uniforme-abstracto se convierte en un territorio real, en un espacio relacional donde se producen interacciones funcionales y jerárquicas, económicas y sociales que dan lugar a procesos locales de aprendizaje cooperativo e innovación. El desarrollo se transforma en un proceso endógeno, puesto que depende del sistema socioeconómico y cultural del territorio, alimentado por la proximidad espacial y las relaciones en red con otras regiones.

Es por eso que conocer y aplicar las teorías de la economía regional ayudará a comprender mejor los problemas económicos regionales y a mejorar la toma de decisiones y la calidad de las políticas públicas.

Economía regional

La economía regional estudia los procesos económicos a nivel espacial, y trata de conocer la estructura económica a escala regional aplicando las diferentes técnicas de análisis económico. Esta rama de la economía tiene tres ámbitos de investigación: (i) teorías de localización; (ii) teorías de crecimiento; y (iii) teorías de desarrollo.

Las teorías de localización se ocupan de las decisiones de ubicación de las empresas y de los hogares, pero implican también el análisis de las desigualdades en la distribución espacial de las actividades económicas dentro de un país. Por otro lado, las teorías de crecimiento regional están interesadas en analizar los determinantes de crecimiento endógeno, que consiste en un incremento de la capacidad de producción real de una región y su aptitud para mantener este incremento. Por otra parte, las teorías de desarrollo regional están interesadas en identificar todos los elementos tangibles —como la dotación de recursos naturales, el clima o la ubicación geográfica— e intangibles —como el nivel educativo, la cultura o el capital social—que intervienen en el proceso de crecimiento y desarrollo de una región.

Las tendencias de esta disciplina son producto de la fertilización cruzada entre sus teorías (véase figura 1). Estos nuevos enfoques permiten introducir un mayor realismo en el estudio de los determinantes del desarrollo y mejorar la comprensión de los casos de éxito y fracaso de los sistemas productivos locales. Asimismo, permiten concebir el desarrollo como endógeno, lo que significa que el éxito de una región depende de los componentes de su sistema socioeconómico y cultural: capacidad emprendedora, factores de producción local, sistemas productivos locales, capacidad innovadora y habilidades de los agentes locales, entre otros. Por tanto, el surgimiento de nuevas estrategias de desarrollo debe nacer de la cuestión de si una región es capaz de crecer como resultado de sus fuerzas endógenas.

Desarrollo regional en Bolivia

La calidad de vida ha mejorado para muchos hogares bolivianos durante los últimos diez años. A principios de 2014 el Banco Mundial destacó que Bolivia se encuentra entre los cuatro países de América Latina que más redujeron su índice de pobreza entre las gestiones 2007 y 2012. Sin embargo, una serie de indicadores demuestra la existencia de notables brechas territoriales dentro de nuestro país, identificando tanto territorios rezagados como adelantados. Es más, aunque algunos indicadores pueden mostrar que no existen problemas en el ámbito que miden, en algunos territorios los resultados en desarrollo son insatisfactorios.

En nuestro país las diferencias regionales continúan siendo profundas. La región del oriente muestra mayores índices de desarrollo, en contraposición al occidente, donde el subdesarrollo persiste. Los datos económicos, por un lado, muestra que la desigualdad regional en términos de ingreso del hogar per cápita se ha mantenido casi constante. La razón entre el mayor y el menor ingreso estuvo alrededor de 2,9 para el período 2003-2004, sin una reducción significativa para finales de 2011, cuando llegó a 2,6. Al analizar la pobreza moderada, las brechas entre departamentos se incrementaron levemente. La razón entre el más pobre y menos pobre estuvo alrededor de 1,7 para el período 2003-2004, y se incremento a 1,9 para 2011. Este indicador nos muestra que aunque hubo una reducción significativa de la pobreza a nivel agregado, la dispersión regional se ha incrementado. Similares resultados se pueden obtener al analizar el índice de desigualdad.

Por otro lado, la desigualdad regional es más visible en el ámbito municipal. Las estadísticas

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