La inamovilidad laboral

Culshaw.- Empresarios dicen que no pueden despedir, ni siquiera con pruebas suficientes de "causa justa". El problema no es tanto la LOT, sino la aplicación que hacen los inspectores y otras autoridades.

La inamovilidad laboral fue promulgada en el año 2002 y se ha prorrogado 18 veces. La última vez en el mes de diciembre de 2012.

La intención de la figura es proteger al trabajador, considerando que su situación de desventaja en relación con el empleador requiere de mayor "contrapeso" legal a su favor, según consideraciones de los abogados Oswaldo Vera y Carlos Saínz Muñoz, ambos miembros de la Comisión Presidencial que redactó la nueva Ley Orgánica del Trabajo (LOT), la cual también incluye artículos que refuerzan la inamovilidad laboral en el país.

Vera señala que las leyes laborales siempre fueron las más violadas en Venezuela y "gracias a las reformas legales, los reclamos en el Ministerio de Trabajo han disminuido 60% en lo que se refiere a casos de reenganche laboral y prestaciones sociales".

Otra visión muy distinta adoptan organizaciones empresariales como Fedecámaras y Conindustria, que toman el pulso del sector privado y plantean que la inamovilidad, lejos de beneficiar al trabajador, perjudica la rentabilidad de las empresas, lo que a la larga también va en contra de los empleados.

Según Conindustria, debido a la inamovilidad el ausentismo laboral se ha incrementado en el orden de 15% en buena parte de las compañías, muchos empleado no se desempeñan con el mismo esmero (confiados en que no podrán ser despedidos) y ello provoca un aumento de tensiones y conflictos laborales.

Moral y productividad

Las cámaras empresariales tradicionales han manifestado numerosos casos de disminución de la moral en ámbitos laborales últimamente, a raíz de que trabajadores se ausentan en forma reiterada e injustificada o cometen faltas graves de comportamiento, bajo el supuesto amparo de la inamovilidad.

Consultado sobre esas irregularidades, Saínz Muñoz señala que la LOT no desprotege al empleador y que tampoco ha eliminado la figura de despido, siempre que este tenga una causa justa y comprobada.

Alega, además, que muchos empresarios tienden a "satanizar la LOT, como lo han hecho históricamente, pensando que cuando se favorece al trabajador la productividad empresarial desciende, y eso no es verdad".

La LOT ya no permite el despido injustificado (o por sola voluntad del empleador), pero sí mantiene la figura del despido por causa justa ante: falta de probidad o conducta inmoral del empleado, injuria o falta grave al empleador, conductas graves que afecten la salud y la seguridad laboral, inasistencia injustificada al trabajo durante tres días hábiles en el período de un mes, daño de máquinas o herramientas de la empresa intencionalmente o por negligencia, abandono del trabajo, acoso laboral o sexual, entre otras.

Pero una cosa es la ley y otra su aplicación, según observa Juan Carlos Pró-Rísquez, jefe y profesor de la cátedra de Derecho Laboral de la UCV. "Cuando los empleadores quieren despedir por justa causa, no pueden hacerlo. Es cierto que la LOT permite el despido justificado, pero en la práctica es prácticamente imposible hacerlo. Las autoridades desconocen o postergan los casos que presentan los empleadores, mientras que los reclamos de los trabajadores son resueltos inmediatamente".

A su juicio, los problemas de ausentismo y baja de moral laboral no se deben estrictamente a la inamovilidad, sino a la aplicación discrecional que las autoridades hacen de la LOT, por desconocimiento de su texto o por regirse según sus criterios ideológicos.

La inamovilidad no significa necesariamente que los egresos del personal hayan disminuido en todas las empresas, ya que la experiencia muestra que cuando un empleador quiere realmente "salir" de un empleado, negocia con él y se concreta su egreso.

"No figura como despido, pero lo es en los hechos. La diferencia es que ahora las renuncias negociadas son mucho más onerosos para el empleador", comentó Hildemaro Infante, asesor y administrador de empresas.

Lo cierto es

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