Introspeccion Y Retrospección

He viajado a través del tiempo, viendo cómo nace un pequeño pueblo hasta cómo se desarrolla una gran ciudad, con el pasar de cada época al igual que todas las cosas, la arquitectura va siendo modificada llegando a ser el resultado de la manera de vivir, pensar e incluso de los anhelos y necesidades de los individuos que conforman una sociedad. Y me he quedado aquí varada en un espacio de tiempo donde el crecimiento de una población es cada vez más acelerada y despierta; admirando los nuevos tipos de edificios que nacieron para satisfacer las necesidades de cada pequeña persona que pasa al costado mío.

He recorrido cada calle recordando cómo era en antaño, buscando el nuevo corazón de Huancayo, un hito importante, con el cual la gente lo identifique.

Y he aquí… ¡Lo he encontrado! Al costado de la tan imponente municipalidad se encuentra un edificio que conjuga con ésta; los espacios libres que tiene son como plataformas que abrazan la plaza Huamanmarca, es un edificio ligero, sutil, delicado, tan alto como la antigua Torre de Babel, queriendo llegar al cielo.

Delante de este edificio aún se conserva el Ex Coliseo Municipal, como remembranza de lo que un día fuimos; es un mezcla de lo antiguo y lo moderno. Hay muchos accesos con dimensiones distintas como la antigua biblioteca de Estocolmo y cada una de estos te conducen a espacios integrados (las personas son como gusanos que entran por aquí y salen por allá sin problema alguno).

Al ingresar al edificio me he percatado que hay escases de muros, la mayoría de espacios están limitados virtualmente, el ambiente es tranquilo, cálido y acogedor, no se percibe sonido alguno de carros, en los primeros niveles se desarrollan actividades para niños y ancianos, son talleres y espacios sociales donde se desenvuelven mejor. Las escaleras parecen no tener final y a cada mitad de piso hay una terraza llena de área verde, que literalmente te refresca la subida, al costado de ésta se encuentran los ascensores transparentes por dentro, que te da la sensación que las personas que ingresan comienzan a levitar, por fuera estos ascensores llevan paneles solares que hace que por las noches se utilice menos energía eléctrica. A medida que voy subiendo me encuentro con la videoteca, salas de exposiciones; todos ellos espaciosos y luminosos, con múltiples posibilidades de uso. Estoy por llegar a los últimos pisos donde encuentro las salas de artes plásticas y de lectura, todo un centro de conocimiento abierto al público, entendida como espacio social en el que además de leer y realizar consultas bibliográficas, también se puede consultar el periódico, estudiar, así como escuchar música, divertirse y expresar lo que uno siente mediante el arte.

El ambiente me envolvió tanto que no sentí el pasar de las horas, tuve que retirarme casi obligadamente al ver que el sol ya se había ocultado, y quedaba poco tiempo para poder recorrer todo el edificio.

Al

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