Juegos Cooperativos

BIBLIOGRAFIA

Omeñaca Cilla, Raúl y Jesús Vicente Ruiz Omañaca (2002), “El juego: una delimitación conceptual desde la perspectiva teórica y desde la óptica de los alumnos” y “De la descripción a la explicación: teorías sobre el juego”, en juegos cooperativos y educación física, 2a ed., Barcelona, Paidrotibo (Juegos), pp. 7-11 y 12-17.

RESUMEN

La diversión, la alegría, la exploración de las propias posibilidades y la relación con los demás se mantienen, en la actividad lúdica. Lo importante para quien juega es el juego mismo. Si se pretende avanzar en el estudio del juego se debe distinguir lo que es la actividad lúdica con lo que no lo es. Se han seguido dos vías para la conceptualizar el juego: especificar sus rasgos distintivos de modo que cuanto más de estos rasgos posea una actividad, con más razón se la categorizara como lúdica, o establecer una definición más o menos inclusiva. No son tan distantes y pueden ser utilizados conjuntamente.

Los rasgos propios de juego se han mantenido como notas identificativas a lo largo de los años. Decroly y Monchamp, destacan en la actividad lúdica el placer y la alegría. Buytendij, resalta también la alegría, la espontaneidad, el esparcimiento o la oscilación. Huizinga (Homo Ludens), considera que el juego constituye una actividad libre y produce satisfacción y alegría. El juego es una fuente de alegría, de júbilo, de placer, constituye un fin en sí mismo, es espontaneo y voluntario, libremente elegido. Las normas acotan y ponen limite a la libertad y a la autonomía, pero sirven para definir la propuesta del juego, y para abrir la libertad individual en la actividad colectiva. El juego propicia el aprendizaje, es una forma de expresión, implica participación activa, también posee puntos de encuentro con las “conductas serias” y constituye un “mundo aparte”.

Si se integra todo lo anterior podemos decir que el juego es una actividad alegre, placentera y libre que se desarrolla dentro de sí misma sin responder a metas extrínsecas e implica a la persona en su globalidad, proporcionándole medios para la expresión, la comunicación y el aprendizaje.

Es importante saber la opinión de las personas que participan en la actividad lúdica. A lo largo de la educación obligada, los alumnos atribuyen un importante valor a la actividad lúdica, el juego va decreciendo a lo largo de los diferentes ciclos que integran la educación obligatoria. En la educación primaria el juego es más valorado, al final de la primaria los alumnos dan más importancia a la actividad lúdica como forma de aprendizaje. Si hacemos un análisis comparativo, al juego se atribuye valor como fuente de alegría y diversión, se vincula con el aprendizaje.

El juego es una actividad que va unida a la condición humana, el ser humano a jugado desde los albores de la civilización, a lo largo de nuestra historia, la pate lúdica de la experiencia humana ha querido ser ocultada. Existe un vacío en el pensamiento en torno al juego. Quintiliano considera al juego como una actividad vinculada a la familia infantil, para Tomás de Aquino, atribuye al juego un valor funcional como actividad física que proporciona un descanso psíquico. El juego constituye, un medio para eliminar energía sobrante.

Groos concibe el juego como una forma de experimentación sin aparente finalidad externa, el niño pone en juego actividades que contribuyen al desarrollo de capacidades. Shiller vincula el juego a la actividad estética, recreativa y artística de la persona en momentos en que el organismo se encuentra rebosante de energía. Stanley Hall dice que la actividad lúdica en el desarrollo del individuo (ontogénesis) representa, en consecuencia, una recapitulación

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