La Alineaci{on Total De Nuestro Tiempo

LA ALIENACIÓN TOTAL DE NUESTRO TIEMPO

“Cuidado, su cerebro está siendo bombardeado. La cuarta guerra mundial ya comenzó. Mientras Ud. descansa, mientras Ud. consume, mientras Ud. goza de los espectáculos que le ofrece el sistema, un ejército invisible se está apoderando de su mente, de su conducta y de sus emociones. Su voluntad está siendo tomada por fuerzas de ocupación invisibles sin que Ud. sospeche nada. Las batallas ya no se desarrollan en espacios lejanos, sino en su propia cabeza. Ya no se trata de una guerra por conquista de territorios, sino de una guerra por conquista de cerebros, donde Ud. es el blanco principal. El objetivo ya no es matar, sino controlar. Las balas ya no apuntan a su cuerpo, sino a sus contradicciones y vulnerabilidades psicológicas. Su conducta está siendo chequeada, monitoreada, y controlada por expertos. Su mente y su psicología están siendo sometidas a operaciones extremas de guerra de cuarta generación. Una guerra sin frentes ni retaguardias, una guerra sin tanques ni fusiles, donde Ud., es a la vez, la víctima y el victimario”

La guerra de Cuarta Generación”, el analista político Manuel Freytas

Si la alienación es algo que le arrebata al hombre su humanidad, las verdaderas formas de la vida, es necesario comenzar por conocer las causas y el desarrollo de todas esas fuerzas que provocan efectos tales que los individuos dejan de ser lo que realmente son. La verdadera cara de nuestro tiempo la encontramos en las novelas y obras de numerosos escritores y pensadores, pero también somos nosotros testigos de una existencia en la que los individuos son sometidos, manipulados, marginados, angustiados y en general deshumanizados.

Después de Marx surgieron muchas miradas a las formas de alienación que se producen a partir de diferentes fenómenos sociales, puede decirse que muchas de ellas se complementan, ya que nuestras actuales sociedades sufren de una manera más aguda una total alienación.

Ya no se trata tanto de la alienación del individuo en el trabajo como lo explicó Marx, sino que coexisten numerosos fenómenos sociales que producen alienación. El solo hecho de vivir en una sociedad capitalista nos hace alienados, nos convertimos extraños a nosotros mismos, dejamos de ser dueños de nuestros actos, por el contrario nos convertimos en títeres de fuerzas externas construidas para él. Es total la alienación en este sistema económico, pues estamos alienados con nosotros mismos, en relación con el trabajo, con los otros, con el consumo, con la política, la religión, la ciencia y el progreso y hasta la cultura.

Nos convertimos en una pieza de la máquina capitalista, cumpliendo de manera pasiva los requerimientos de ésta sin descubrir la falsedad de este mundo. En la historia de la humanidad no hay una sociedad constituida por individuos más alienados como la nuestra. El hombre es el creador de un mundo que ya no domina sino que este lo somete, lo domina y controla. En este orden de ideas, comencemos por definir la alienación como lo hizo Marx en su obra Manuscritos, economía y filosofía: “alienación es todo proceso en el que es arrebatado al hombre su humanidad por objetos y relaciones en cuya creación el hombre contribuyó pero no dominó”.

No hay una época en la historia de la humanidad tan propicia para la alienación en su máxima expresión o poder de afectación en la sociedad y el individuo como la nuestra. Las formas de dominación, sometimiento y control que son ejercidas como fuerzas externas a la voluntad individual se pueden identificar a través de numerosas fuentes en las que diversos y destacados pensadores después de Marx apuntaron a otros múltiples aspectos como son los de la democracia, la racionalización, la idea del progreso, la anomia, la burocratización, la metrópoli. Este último, creo yo, puede convertirse en el núcleo central de una verdadera fuente de hechos que profundizan el fenómeno de la alienación.

La base de toda alienación es y sigue siendo el trabajo en el régimen de propiedad privada de los medios de producción, afecta al hombre no solamente en su vida material sino en el campo de la cultura y de su vida espiritual. Es muy significativa la siguiente cita de Marx: “cuanto más produce el trabajador menos tiene para consumir; cuanto más valor crea más se desvaloriza él mismo; cuanto más refinado es su producto más vulgar y desgraciado es el trabajador; cuanto más civilizado es el producto más bárbaro es el trabajador; cuanto más poderosa es la obra más débil es el trabajador; cuanta mayor inteligencia manifieste su obra más declina en inteligencia el trabajador y se convierte en esclavo de la naturaleza”. Apreciamos como nace y se interpreta la relación alienante. Vemos también como se manifiesta y crece con base en el esfuerzo del hombre, como ella crece a medida que él decrece. Decrece su dignidad, su grado de civilización, su capacidad espiritual, al convertirse en esclavo de la naturaleza enajenante por la explotación que sufre en el trabajo. El obrero al ser explotado, al no tener ni lograr adquirir sus propios medios de subsistencia se ha enajenado cada vez más, se entrega y en cada entrega se adormece.

La sociología ha tratado de dar respuesta a conductas sociales que se encuentran arraigada en la vida cotidiana del hombre en comunidad, es un hecho que en nuestros tiempos cada vez más deshumanizados necesitamos de una relación más estrecha y amena con el otro que nos dote de un poco de afecto. Nuestra sociedad ha sufrido cantidad de cambios en sus bases sociales desde los clanes y tribus en las sociedades antiguas de cazadores y agrícolas hasta las familias de sangre propiamente actuales en las ciudades modernas e industrializadas; aparte de otros como la escuela y grupos con algunas características definidas, estos han dejado establecido lo importante que resulta la agrupación de los seres humanos ya sea para llevar a cabo unos fines sociales o para mantener un orden establecido en una época o contexto determinado.

Durante muchos siglos el hombre ha tratado de entender de qué forma en toda su historia se han dado las relaciones sociales y que ha surgido de estas, y sociólogos clásicos como Karl Marx y Emil Durkheim entre otros, centraran las bases para el análisis minucioso de la naturaleza de la sociedad y los diferentes hechos que surgen de estas clases de relaciones. Son estos pensadores los primeros que entran a analizar el descontento del hombre en su sociedad planteando conceptos que perduraran hasta nuestros tiempos tales como la “alienación” por parte de Karl Marx y “anomia “por Emil Durkheim. Cada pensador propone como se desarrollan estos conceptos en nuestra sociedad perturbando la existencia del hombre

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