La Filosofía Cristiana Medieval Del Arte

La filosofía cristiana medieval del arte

Por Sánchez Ochoa Itzel Fernanda

I. Introducción

El arte siempre ha desempeñado un papel fundamental en la expresión del ser humano, a través de éste han representado sus pensamientos más significativos en cada época de su existencia.

Especialmente durante el periodo de la Edad Media (del siglo V al siglo XV) las expresiones artísticas ejercieron una función de suma importancia. El Cristianismo controlaba la conducta de todas las personas en aquel tiempo y debía comunicar su doctrina a una población mayoritariamente analfabeta; de esta manera el arte, en especial la pintura, se convirtió en el medio perfecto para la difusión de la enseñanza de esta religión.

Es por eso que al conocer las obras pictóricas medievales, podremos comprender la visión del mundo que se tenía en esa época y conocer esa interesante labor didáctica que el arte desempeñó.

Me auxilio con la fotografía de una pintura tomada de la colección europea del Museo de San Carlos, realizada en la Edad Media; para hacer un análisis de ésta tomando en cuenta tres aspectos que regían al arte medieval: la idea de Dios, la imagen del mundo y la estética.

Y me sustento en algunos temas, como las características del arte del Medievo, enfocado en el estilo Gótico; y la filosofía cristiana, donde nos informa sobre la primera mención de los Reyes Magos.

Describo los elementos de la obra con la finalidad de entender el mensaje que se plasmaba en cada imagen, descifrar la presencia de simbolismos para determinar si el espectador lograba captar el comunicado principal de la pintura, es decir, saber si realmente la enseñanza de la doctrina a través del arte tenía la efectividad esperada.

II.

Las obras pictóricas del Medievo estaban al servicio de la religión cristiana y los trazos eran realizados para inspirar una gran veneración a Dios, ya que lo reproducen como un ser justo, bondadoso y que admite el arrepentimiento de aquel que peca; y también manifestaban la imagen de un mundo creado por él, a través de la estética de una imagen.

Se pintaba principalmente sobre muros y tablas, utilizando las técnicas del fresco y temple; eran obras muy detalladas y los colores empleados eran bastante luminosos (el color dorado era muy abundante), haciéndolos más llamativos. Era fundamental el uso de simbolismos.

En varias ocasiones se recurría a la representación de algún pasaje de la Biblia, plasmando un hecho muy representativo. Como ejemplo de esta temática adjunto la siguiente imagen.

Pedro Berruguete, Paredes de Nava, Madrid, ca. 1450-1504

La Adoración de los Reyes Magos, s.f.

Museo Nacional de San Carlos

Esta fue una pintura realizada en óleo sobre tabla por Pedro Berruguete, pintor español nacido en Paredes de Nava, Palencia en el año 1450; situado en la transición del estilo Gótico al renacentista. La realizó durante su llamada tercera etapa (1483-1503) de creación en Castilla, donde adopta el estilo que aprendió en Italia.

En este cuadro, Pedro Berruguete muestra lo que describe, sobre los Reyes Magos de Oriente, el Evangelio de Mateo (2, 1-2), el cual dice: ´´Nacido, pues, Jesús en Belén de Judá en los días del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?´´. Los magos que menciona fueron los visitantes que, tras el nacimiento de Jesús, llegaron a adorarlo y le entregaron tres obsequios representativos: oro, incienso y mirra.

En la pintura los personajes se pueden apreciar de inmediato por los colores llamativos que empleó su creador; la representación del paisaje sirve como fondo de la composición y fue elaborado con colores opacos. El lugar en donde se encuentran es Belén, se distingue una choza con techo de paja y a su costado un arco desgastado, a través del cual, se reproduce el largo

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